El accidente de Mar adentro se repite cada verano. Son demasiados los accidente medulares por zambullirse de forma imprudente o por un exceso de confianza. Aunque en número no representen una alta estadística, lo cierto es que como son fácilmente prevenibles, solo una ya sería de más. Sobre todo, porque es una lesión que puede dejar postrado en silla de ruedas para toda su vida a un joven que simplemente trataba de divertirse o divertir a los demás.
Se produce cuando alguien, normalmente joven, se zambulle de cabeza en una zona menos profunda de lo que cree. En la inmersión se da un golpe que fuerza una brusca flexión cervical. Como resultado se produce un estallido o una fractura de las vértebras quinta o sexta. Y por tanto, una grave lesión medular. Como consecuencia, dado el nivel de la lesión, hay una parálisis de los cuatro miembros. Este retrato robot no es algo raro. Y lo serio es que resultan demasiados porque todos son evitables.
La estadística nos informa de que las lesiones por zambullida se producen especialmente de madrugada y que más de la mitad de los accidentados habían ingerido alcohol.
Por si fuera poco, la lesión puede agravarse por un socorro precipitado. Aunque parezca absurdo, si se sospecha de esa lesión, lo mejor es sacar al herido del agua, tenderlo, abrigarlo, y pedir ayuda especializada.
Recuerde: