Anatolio Díez
Opinión

Decíamos ayer...

Anatolio Díez

Martes 26 de mayo de 2020

4 minutos

Europa Press

Martes 26 de mayo de 2020

4 minutos

Llevamos desde el pasado marzo en situación de emergencia, y sabemos desde ayer que este durará como mínimo hasta primeros del próximo mes de junio, gracias al pacto del Gobierno con Ciudadanos, debemos recordar que la primera intención del Gobierno era mantenerlo durante un mes, medida ante la cual se opusieron tanto Ciudadanos como el PNV, debiendo el Gobierno rectificar su propuesta inicial.

Varios meses de confinamiento, comparecencias diarias de los diferentes miembros del Gobierno y propuestas políticas, todas ellas con el mismo denominador común, ante la crisis que nos esta dejando la pandemia y que será más profunda según transcurran los días: “nadie se quedará atrás” a diferencia de otras crisis que siempre han dejado atrás a los más débiles, a la clase trabajadora. Ahora bien, la realidad es muy terca, y su terquedad nos indica que hay cada día una cantidad mayor de personas que se están rezagando, el vagón de cola cada momento que pasa es más amplio y la brecha social más profunda.

Tres meses llevan una cantidad importante de trabajadores sin ingresar sus nóminas provenientes de los ERTE`s, las colas en los bancos de alimentos cada día son mayores, los sanitarios infectados sobrepasan los 50.000. Sin embargo, el Gobierno regala 15 millones de euros a las televisiones privadas, debemos recordar que Atresmedia ganó en 2019, 118 millones de euros y Mediaset, 211,7 millones de euros en el mismo ejercicio, el sector cuenta con 2.200 trabajadores, es razonable el regalo. Nissan en peligro cierto de cierre patronal cuenta con una plantilla de 3.000 trabajadores cuyo futuro es el desempleo, la pobreza.

¿Es razonable? No. Cuando se han destinado ayudas, por ejemplo, de 25 millones de euros a “reforzar los servicios sociales de las comunidades autónomas” y luchar así “contra la pobreza infantil”, debemos recordar que la tasa de riesgo de pobreza y exclusión afecta a un 28,3 % de los niños en España, es decir, a 2,2 millones de seres. Sinceramente: “La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas” que decía Marx.

Madrid, Madrid, Madrid, en Méjico se piensa mucho en ti… Que decía el famoso chotis, en Méjico y aquí nos acordamos de las decisiones del Gobierno Autónomo madrileño:

¿Cuándo alguien en la Comunidad de Madrid nos contará la realidad de lo ocurrido en las residencias para mayores?

¿Cuándo alguién de la Comunidad de Madrid, aclarará, como ya lo han confirmado diversos medios de comunicación, que había órdenes concretas para no hospitalizar a las personas mayores enfermas del virus, provenientes de las residencias de ancianos?

Demasiadas preguntas sin respuesta, facturas falseadas, alquileres fraudulentos, decisiones equivocadas y medidas que solo piensan en anteponer la economía, en defensa como siempre de los más poderosos, por encima de la salud de las personas.

Seguramente seremos nosotros quienes deberemos acudir a los tribunales para desenmascarar las criminales políticas del Gobierno madrileño hacia las personas mayores.

En el último debate parlamentario vivimos  y revivimos una vez más las políticas del odio, el “guerracivilismo”, volvimos a las dos Españas, a la España negra a la que quiere devolvernos la derecha, esa España intolerante, insolidaria y antidemocrática, oponiéndola a la España democrática, constitucional, que quiere vivir en paz y libertad.

Decía Julio Anguita, fallecido recientemente y al que dedicamos nuestro recuerdo por su inconformismo y su lucha de toda una vida por los valores del socialismo transformador: “Para mi el concepto de progresista es muy negativo, un progre es uno de izquierda con mala conciencia”.

Y quizás tenía razón, viendo como en menos de tres horas un pacto de izquierda, un pacto transformador, que finiquitaba definitivamente la reforma laboral del Partido Popular, y que era aplaudido por millones de trabajadores, se convertía en un pacto progresista que solo servía para lavar la cara de una reforma laboral de la derecha.

El tiempo dirá… Vienen los presupuestos, y estas situaciones marcadas por la falta de compromiso ante lo firmado, generan desconfianza, y pueden marcar el devenir de tener unos presupuestos sociales o continuar, que no lo olvide nadie, con los presupuestos de Rajoy.


Anatolio Díez Merino, Secretario General UJP-UGT y miembro del Comité Asesor de 65Ymás.

Sobre el autor:

Anatolio Díez

Anatolio Díez

Anatolio Díez Merino (Orzonaga, León, 1953) es Secretario General de la Federación de Pensionistas y Jubilados de UGT-UJP y miembro del Comité Asesor de 65Ymás.

Se afilió en 1976 y lleva casi toda su vida en el sindicato. Minero de profesión, su actividad comenzó en el carbón. Allí estuvo ligado a UGT y fue miembro del comité de empresa de Comercial Minera del Carbón. Antes de tener responsabilidades de ámbito estatal, pasó por todos los eslabones del sindicato. En 2008 se jubiló y en 2009 regresó para hacerse cargo de la Federación de Pensionistas de Castilla y León. Desde 2015 está en la estatal.

La Federación de Pensionistas y Jubilados de UGT-UJP tiene por finalidad agrupar y organizar a todos los pensionistas, jubilados y prejubilados afiliados a UGT, cuya pensión haya sido originada por su condición de trabajador asalariado o autónomo, para defender sus intereses sociales, materiales y económicos, orientándolos hacia la consecución del Estado de Bienestar.

… saber más sobre el autor