Beatriz Cano
Opinión

Cómo vivo la cuarentena en mi residencia

Beatriz Cano

Martes 24 de marzo de 2020

ACTUALIZADO : Martes 24 de marzo de 2020 a las 10:43 H

3 minutos

Diario residencia de mayores, cómo vivo cuarentena

Martes 24 de marzo de 2020

3 minutos

Diario residente

Hola. Mi nombre es Beatriz y estoy alojada en el Centro de Asistidos “Usera”, una residencia pública de la Comunidad de Madrid, de -desgraciadamente- gestión privada y nefasta. Me suelen preguntar con cierto gracejo que cómo estoy aquí. Me ven con cierta “juventud”, aunque soy mayor, combativa y en una constante “guerra sin cuartel”, defendiendo y preservando nuestros derechos ciudadanos y como residentes. ¡Que no es poco!

Desde mi ingreso, mi “vena” rebelde hizo que emprendiese una batalla que culminó con la pérdida de la gestión de la empresa GrupoAser, que la llevaba en aquel momento. Luego, se incorporó SARquavitae, que recibe treinta y tres millones de euros para gestionar la Residencia, los Pisos Tutelados y el Centro de día y que entró como “elefante en cacharrería”, acabando con lo muy poco conseguido y empeorando la vida residencial, en un sitio de por sí “triste”. Porque, detrás de cada plaza, hay un drama personal.

"Aislamiento preventivo" por coronavirus

Este jueves pasado amanecimos “en aislamiento preventivo” todos los residentes, incluidos los que no tenemos “síntomas” ni “fiebre” y a los que no nos han hecho el Test del “amigo” Covid-19.

Por este "aislamiento preventivo", un eufemismo con el cual el Sr. Director dictamina y ejecuta sin explicación alguna, se ha decidido cerrar a cal y canto el gimnasio, el acceso al jardín y las zonas comunes, sin más “argumento” que decir que es una residencia, y te aguantas.

Nos condenan al aislamiento social y familiar. Además, en mi caso, cuento con documentación médica cuya pauta reciente indica: "Debe realizar toda la actividad física que pueda y caminar todos los días por la calle". Por ello, considero que es una medida inútil, ya que se puede y se debería acceder tanto al gimnasio como a las zonas comunes, de uno en uno, por turnos, observando las medidas de prevención recomendadas.

Actualmente, ha cesado toda la actividad en la residencia y los “profesionales” (terapeutas, fisioterapeutas, psicólogos, la supervisora...) ahora se dedican a “ayudar” en menesteres que no les corresponden: dan desayuno, merienda, cena. Suben, bajan... Han tomado la residencia, por asalto. ¡Por Dios! Intervención en nuestra residencia, ¡ya!

Os hablo desde la residencia “USERA”, sancionada por temas varios y graves, y con comunicado de rescisión de contrato. Irónicamente, el logo de la empresa gestora afirma: Cuidamos Personas. A veces, nos preguntamos eso, si somos “personas”. A veces, reflexiono y me pregunto, e incluso mis amistades me aconsejan, por qué no me dedico a vivir mi “vida” y defender sólo lo que me atañe. No es posible. Veo a mis compañeros y compañeras de “fatigas” y no puedo quedarme indiferente.

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Beatriz Cano