
Jueves 2 de octubre de 2025
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La instalación de este artista chino disidente muestra la crisis de los migrantes que por razones políticas deben dejar sus hogares huyendo de guerras o hambrunas. La obra está realizada con el caucho usado en la mayoría de las embarcaciones. Ha sido presentada a través del mundo con distintas dimensiones. Algunas figuras están sentadas y otras dispersas de forma trágica, ahogándose o extendiendo el brazo en pedido de auxilio.
Ai Weiwei, autor del documental Human Flow, que muestra el horror de la crisis de refugiados, dice que la crisis es humanitaria e involucra a toda la humanidad.
Si bien el desplazamiento es de extremo riesgo por las condiciones en que viajan, la llegada al territorio que fuere, también lo es. El miedo a los extranjeros y a los desconocidos ha sido una constante en la historia, se ve hoy exacerbado ante la amenaza de la pobreza, la delincuencia y el individualismo a ultranza.
La ley del viaje, Ai Weiwei, 70 m de largo, 258 figuras inflables negras, sin rostro, 2017, Praga
Que seamos una población envejecida a nivel planetario no es novedad. Lo que sí puede sorprendernos es comprender que tenemos en esta experiencia vital de habitantes con un largo curso de vida la respuesta para afrontar una crisis que, como dice Ai Wei Wei, nos involucra a todos.
El longevo ha pasado por transformaciones, mudanzas, afrontamiento a situaciones de muy diverso tenor que lo pueden preparar para ser resiliente. Como receptor del diferente y carenciado puede ser flexible porque se ha ejercitado en el conocimiento de sus propias contradicciones y falencias para dejar de proyectarlas fácilmente en los otros. Como actor en situación de migrar debe reconocer, y si sabe sobre sí mismo lo hará, que se ha pasado la vida migrando, trasladándose de un lugar a otro, recogiendo nuevos aprendizajes para seguir en el cambio que la vida le impone.
Ha trabajado especialmente en continuar siendo el mismo, en enriquecer sus rasgos más característicos, en fortalecer su identidad, atravesado por profundos desconciertos, decepciones, situaciones de riesgo, algunas traumáticas. Si ha sobrevivido a todo esto es porque tiene las condiciones para ello. Hacerlo consciente y transmitirlo supone un cambio en la visión actual del proceso de envejecer.
No obstante, la sociedad ha pasado siglos asociando la vejez con enfermedad y decrepitud y hoy el culto a la juventud sigue vigente. Se trata no solamente de revisar estas creencias, sino de descubrir las potencialidades de haber vivido años y haber aprendido de ello.