Ramón Sánchez-Ocaña
Opinión

Por qué la caída del cabello se acelera en otoño

Ramón Sánchez-Ocaña

Foto: Europa Press

Viernes 22 de septiembre de 2023

ACTUALIZADO : Viernes 22 de septiembre de 2023 a las 9:30 H

5 minutos

La caída del cabello se acelera en otoño. Foto: Europa Press

Foto: Europa Press

Viernes 22 de septiembre de 2023

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Píldoras

 

Cuando llega el otoño, aumenta la caída del cabello, lo que además de preocupar a muchos ciudadanos, incrementa el número de consultas a los dermatólogos; pero debe saberse que esta caída es estacional. Y como dicen los especialistas, el problema no es que el cabello se caiga, sino que no crezca posteriormente. Por eso, lo importante es que exista un equilibrio entre el cabello que cae y el que nace, y no cabe duda de que por distintas agresiones externas hay etapas en las que “la muda del pelo” se acelera. Se debe a que durante el verano tanto el calor como los rayos UVA aceleran su crecimiento, de manera que el otoño paga las consecuencias de esa etapa. El pelo que ha crecido cae de forma notable. 

Cinco millones

El pelo parece un gran desconocido. Nuestro cuerpo, prácticamente en su totalidad, está cubierto por pelo, si exceptuamos las plantas, las palmas y los labios. Por término medio, cada uno de nosotros tiene CINCO MILLONES DE PELOS. Y cada uno de ellos, está implantado en la piel, dentro de una bolsita que se llama folículo. Cada folículo tiene una glándula sebácea que es la encargada de engrasarlo y de darle impermeabilidad.

Si buscamos una definición académica nos encontramos con que el pelo es una estructura filamentosa, queratinizada, desvitalizada, resistente y flexible, que sale en la piel.

Esos CINCO MILLONES de pelos están desigualmente repartidos. Por ejemplo, en el cuero cabelludo se pueden contar unos cien mil -es decir, que tenemos unos 600 por centímetro cuadrado-, mientras que en el dorso de la mano no tenemos más de diez por centímetro de superficie.

El grosor varía de unos a otros y puede ir de 0,6 milímetros a 0,06. Los más gruesos son los más fuertes, como es lógico. Se acepta que crecen alrededor de 0,35 milímetros al día. Y se acepta también como normal la caída de unos 100 pelos diarios.

Las fases

El pelo pasa por tres fases. La de crecimiento, llamada ANAGEN. En esta situación está aproximadamente el 90 por ciento. Llega un momento en que ese crecimiento se detiene. Es la fase llamada TELOGEN. Podemos calcular que así está de forma continua un 6 por ciento de nuestro pelo. Y por último nos encontramos con la fase de recambio. Aparece por debajo del anterior un nuevo pelo que empuja al que ya está parado. Cae y el nuevo, que está debajo, inicia su ascensión. En esta etapa, llamada CATAGEN está el resto de nuestro pelo.

Por eso se dice que es normal que haya una caída permanente, fisiológica, de recambio, que es de unos 100 diarios.

Generalmente, en un momento concreto alrededor del 90 por 100 del pelo del cuero cabelludo está en anagen y el resto en telogen. Esto último varía según estación y edad. Por todos estos motivos, el número de cabellos que perdemos a diario oscila alrededor de 80 a 100, y si no existiera una repoblación adecuada en el plazo de tres meses tendríamos una pérdida completa del cabello.

Mitos 

Lo curioso es que a la caída del cabello se la ha rodeado siempre de una serie de creencias que no tienen la más mínima base científica. Por ejemplo, debe de saberse que la longitud del cabello, no influye en su caída. Lo que ocurre es que un cabello largo se ve más que uno corto.

Tampoco el lavado frecuente incluye. El pelo que se cae al lavarlo es porque estaba destinado a caerse y si no se cae con el agua, se caerá poco después con el peine, o de forma espontánea.

Tampoco el uso de gomina, laca u otros productos acelera la caída. Suelen ser inocuos para el cabello y en muchas ocasiones llegan a protegerlo.

El uso de gorras o sombreros, no solo no es nocivo sino que en ciertas ocasiones se hace necesario para evitar la radiación solar sobre el cuero cabelludo o el cabello.

Hay también una serie de creencias que no tienen relación alguna con la ciencia. Una de ellas es la que identifica alopecia con masculinidad. Es verdad que puede haber razones hormonales en la caída del pelo, pero esa relación no puede establecer si hay mayor o menor masculinidad. Tampoco es cierto que afeitar con frecuencia el cuero cabelludo hace aparecer un pelo más fuerte.

La Academia de Dermatología señala también que eso de que la producción de grasa “asfixia al pelo” es otro mito. El pelo no tiene pulmones y respira a través de su sistema circulatorio, al que evidentemente no llega la grasa folicular.

Tampoco el pelo puede presentar “anemia” como reza el dicho popular. La anemia es término sanguíneo y aunque algunas alopecias se produzcan por cuadros de anemia, no es el pelo quien la padece.

Tratamientos 'milagro'

Según explican los dermatólogos, existen diferentes tratamientos para cada tipo de alopecia. Así, señalan que “aunque es importante un cuidado e higiene adecuada del cabello, esto no va a frenar su pérdida”. 

Se habla de muchos “tratamientos milagro” contra la alopecia, pero detrás de estos suele haber una estafa. Los champús si bien pueden ser más o menos adecuados en la higiene del cabello, no pueden curar ni detener la alopecia. Aquí habría que decir lo que se dice de las dietas: si hubiera una para adelgazar sin esfuerzo, no surgiría una nueva cada año. Lo mismo: si hubiera un crecepelo eficaz, no nos bombardearían con tantos remedios milagrosos…

Sobre el autor:

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña (Oviedo, 1942) es miembro del Comité Editorial de 65Ymás. Estudió Filosofía y Letras y es licenciado en Ciencias de la Información. Fue jefe de las páginas de Sociedad y Cultura de El País, y profesor del máster de Periodismo que este periódico organiza con la Universidad Autónoma de Madrid. 

En 1971 ingresa en TVE. En una primera etapa se integra en los servicios informativos y presenta el programa 24 horas (1971-1972). Entre 1972 y 1975 continúa en informativos, presentando el Telediario. No obstante, su trayectoria periodística se inclina pronto hacia los espacios de divulgación científica y médica, primero en Horizontes (1977-1979)​ y desde 1979 en el famoso Más vale prevenir, el cual se mantiene ocho años en antena con una enorme aceptación del público.

Tras presentar en la cadena pública otros dos programas divulgativos, Diccionario de la Salud e Hijos del frío, fue fichado por Telecinco para colaborar primero en el espacio Las mañanas de Telecinco y posteriormente en Informativos Telecinco.

Es colaborador habitual de radio, periódicos y revistas, y autor de una veintena de libros, entre los que destacan Alimentación y nutrición, Francisco Grande Covián: la nutrición a su alcance, El cuerpo de tú a tú: guía del cuerpo humano, Guía de la alimentación y Enciclopedia de la nutrición

En 2019 entró en el Comité Editorial del diario digital 65Ymás, en el que colabora actualmente.

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