-¡Ay, hijo: es que cuando llegan estos fríos, me entra un dolor por aquí...! (Y señala la cadera o la rodilla)
Es fácil oír este comentario. Y es difícil que podamos convencer a quien lo dice que no es el tiempo el que le produce el dolor. Todas las estadísticas afirman que el clima tiene muy poco que ver con los reumatismos. Puede afirmarse que la misma cantidad de reumáticos hay en Santiago de Compostela, por citar un lugar húmedo, que en Almería, por citar un lugar seco. Hay la misma cantidad de reumáticos en Suecia que en Egipto.
Según todos los especialistas el clima no produce más reumatismos. Lo que sí produce es MÁS cantidad de síntomas reumáticos. En otras palabras: en climas húmedos y fríos hay la misma cantidad de enfermedad, con la misma gravedad, pero con mas síntomas. Y como el síntoma del reuma es el dolor, en zonas húmedas puede doler más, aunque eso no quiera decir que sea más grave. Es decir, el clima no aumenta el número de reumáticos; pero hace que el reumático sufra más.
El “reuma” afecta al 20% de la población. Fíjense: el 13 por 100 de todas las consultas de los hombres y el 15 por 100 de las mujeres, están motivadas por algún problema de este tipo.