Salud

Los bastoncillos de algodón no sirven para limpiar los oídos: tienen otra función desconocida

Alexandra Concepción Pérez-Mancebo

Sábado 27 de diciembre de 2025

3 minutos

Un hábito cotidiano que los expertos llevan años desaconsejando

Los bastoncillos de algodón no son para el oído. Foto: Europa Press.
Alexandra Concepción Pérez-Mancebo

Sábado 27 de diciembre de 2025

3 minutos

Durante años, los bastoncillos de algodón han estado presentes en casi todos los hogares como un recurso habitual para la higiene del oído. Sin embargo, lo que muchas personas consideran una costumbre inofensiva es, en realidad, una práctica que médicos y especialistas recomiendan evitar. Lejos de limpiar, su uso puede causar el efecto contrario y generar problemas auditivos.

La contradicción está en su origen: estos pequeños palitos nunca fueron creados para introducirse en el conducto auditivo. Su popularización con ese fin fue un desvío de su propósito original, que nada tenía que ver con la limpieza interna del oído.

No fueron creados para limpiar el oído

El bastoncillo de algodón moderno surgió a principios del siglo XX y se atribuye a Leo Gerstenzang, un inventor polaco-estadounidense. La idea nació al observar cómo su esposa colocaba algodón en palillos para limpiar con delicadeza zonas sensibles de su bebé. Desde el inicio, el producto se pensó para la higiene externa y el cuidado infantil, no para eliminar cerumen.

Con el tiempo, su uso se extendió al oído, pese a que introducir objetos en el canal auditivo nunca formó parte de su finalidad. De hecho, marcas emblemáticas como Q-tips insisten hoy en que sus bastoncillos están diseñados únicamente para usos externos.

Foto: Europa Press.

 

Foto: Europa Press.

 

 

Por qué los especialistas desaconsejan su uso

Expertos citados por medios como la BBC coinciden en que los bastoncillos no extraen la cera, sino que suelen empujarla hacia el interior del oído, compactándola cerca del tímpano. Esto puede provocar tapones, sensación de oído bloqueado, disminución temporal de la audición e incluso lesiones.

Además, el cerumen cumple una función esencial: protege el oído atrapando polvo y partículas, lubrica el conducto y actúa como barrera frente a infecciones. El oído se limpia de manera natural, expulsando el exceso de cera hacia el exterior sin necesidad de intervención.

Para qué sí sirven los bastoncillos de algodón

Usados correctamente, los bastoncillos son herramientas prácticas y seguras para tareas que requieren precisión y suavidad, como:

  • Limpiar ranuras de teclados y pequeños recovecos.

  • Retirar polvo de rejillas, mandos y dispositivos electrónicos.

  • Aplicar o corregir maquillaje.

  • Retocar esmalte de uñas.

  • Limpiar puertos de carga, lentes o sensores con cuidado.

  • Aplicar pegamento o pintura en trabajos manuales.

En todos estos casos, cumplen la función para la que realmente fueron diseñados.

Cómo debe realizarse la higiene del oído

La recomendación médica es clara: no introducir nada en el oído. La limpieza debe limitarse a la parte externa, utilizando una toalla o gasa tras la ducha.

Ante acumulación de cerumen o molestias persistentes, lo adecuado es usar productos específicos indicados por profesionales y acudir a un especialista para una limpieza segura.

La conclusión es sencilla: si algo cabe dentro del oído, probablemente no debería estar ahí. Y los bastoncillos, aunque familiares, tienen su utilidad… solo que no en el lugar donde muchos aprendimos a usarlos.

Sobre el autor:

Alexandra Concepción Pérez-Mancebo

Redactora en prácticas

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