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Consejos útiles para evitar que se taponen los oídos

Teresa Rey

Foto: Bigstock

Martes 4 de junio de 2019

3 minutos

Este trastorno puede provocar pérdida de audición repentina, pero tiene una solución rápida

¿Cómo nos afecta la contaminación acústica en cuestiones de salud?
Teresa Rey

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Martes 4 de junio de 2019

3 minutos

Cuando se taponan los oídos a causa de un exceso de cera en el canal auditivo podemos experimentar una pérdida de audición repentina. Esto puede alarmar en un primer momento, pero solo será algo temporal pues el otorrino detectará el problema enseguida y procederá a la extracción del tapón. Según la Sociedad Española de Otorrinolaringología, este primer síntoma puede ir acompañado de otros como mareos, picor y molestias leves en la zona. Ahora bien, ¿qué podemos hacer para evitar esta acumulación de cera en los oídos?

Qué es la cera de los oídos

El cerumen es una secreción de glándulas que se forman en el conducto auditivo externo como medida protectora. Su finalidad es mantener limpia esta parte así como evitar la proliferación de bacterias y que se produzca otitis. Generalmente la cera se elimina de forma natural, pero a veces ocurre que este mecanismo falla y se produce el famoso tapón.

Hay una serie de elementos que pueden impedir la expulsión natural del cerumen. Influyen el hecho de tener un exceso de vello en esta parte, el uso abusivo e inapropiado de bastoncillos de algodón, enfermedades dermatológicas o la utilización de audífonos.

Para que se produzca el tapón, la cera se va desplazando poco a poco hacia el tímpano donde finalmente se acumula.

Cómo limpiar el canal auditivo

Los otorrinolaringólogos aseguran que no es necesario limpiar la cera de los oídos, salvo aquella que se ve en el exterior, la que es más apreciable digamos estéticamente. Para ello, solo es necesario usar con cuidado los bordes de una toalla y con esto resulta suficiente. Esto es así, no solo para impedir que se produzcan tapones, también por esa función protectora que posee la cera, ya que si la quitamos dejamos que el canal auditivo se halle más expuesto a infecciones.

Los bastoncillos de algodón están desaconsejados para la limpieza de oídos porque al usarlos estamos provocando de forma inconsciente el efecto contrario, es decir, en lugar de echar el cerumen hacia fuera lo introducimos cada vez más, favoreciendo que se quede en su interior y se endurezca.

Tampoco hay que usar velas para la limpieza de esta parte de cuerpo. Este hábito solo puede provocar quemaduras en la cara o perforaciones que al final conlleven lesiones en el tímpano.

Así pues, siguiendo estos consejos no tienen que producirse tapones en el oído, pero si tenemos tendencia o nos sucede de forma ocasional, es recomendable acudir a un otorrino y hacerse revisiones periódicas. 

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Teresa Rey

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