Salud

Cómo parar un resfriado que acabas de contraer

65ymás

Jueves 7 de noviembre de 2019

6 minutos

La mayoría contraemos entre uno y tres resfriados al año que pueden durar de siete a diez días

Resfriados
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Jueves 7 de noviembre de 2019

6 minutos

Todos lo hemos pasado en más de una ocasión, de hecho, se calcula que la mayoría de españoles contraemos entre uno y tres resfriados al año. Un resfriado suele provocar un malestar generalizado, pero no tan intenso como el de la gripe. Un catarro, al igual que la gripe, se origina a causa de un virus, pero si bien en el caso de la gripe es solo a consecuencia de uno, el de la Influenza, en el de un resfriado intervienen hasta 200 tipos (por ejemplo, el rinovirus o coronavirus). 

El resfriado acarrea malestar generalizado, provoca congestión nasal y mucosidad acuosa y abundante, se estornuda con frecuencia y se presenta tos, además de dolor de garganta y en ocasiones también picor o lagrimeo de ojos. Puede generar también algo de fiebre, su duración estimada es de entre 7 y 10 días y el periodo de incubación es de entre 18 y 36 horas.

Pero es precisamente durante ese periodo de incubación, en especial en las primera 24 horas, cuando la infección comienza a manifestar sus primeros síntomas, cuando aún estamos a tiempo de intentar solucionar o al menos aliviar el problema.

Resfriado común

 

Primeros minutos

El resfriado se produce por tener contacto con el virus, por ejemplo un estornudo, que contiene cientos de millones de pequeñas partículas del virus o viriones. Pero también incluye, sencillamente, que el paciente tiene bajas sus defensas y estas no son capaces de rechazar el virus.

La primera defensa que el virus debe superar para infectarnos es evitar el barrido de las pequeñas células en forma de cabello que existen en nuestra nariz. Los virones pueden llegar a quedarse en la saliva y de esta forma, al tragar, se introducen en el cuerpo. Pero en cualquier caso deben superar la mayor de las barreras, los glóbulos blancos cuya función es destruirlos. El problema llega cuando, ya sea por agotamiento, simple cansancio o estrés, nuestras reservas de glóbulos blancos que deberían defendernos están bajas.

En estos primeros minutos, lo más recomendable es lavarse regularmente las manos con agua y jabón y no frotarse los ojos con las manos porque podrían servir como puerta de entrada del virus.

Las dos primeras horas

Entre la primera y segunda hora transcurridas tras haber recibido la infección sentiremos sequedad e irritación nasal. Dependiendo del tipo de virus, los viriones se instalarán preferentemente en los pulmones, la nariz o la garganta. En estos momentos el uso de remedios de venta libre en las farmacias pueden llegar a frenar el desarrollo de la enfermedad en un 50% de casos y reducir la virulencia de los síntomas en un 40%.

Entre la segunda y la novena hora

De dos a nueve horas después del contagio los virus pueden ya haber superado definitivamente nuestras defensas naturales y comenzarán a introducirse en las células epiteliales y a reproducirse a gran velocidad. Una sola célula infectada puede reproducirse millones de veces en apenas diez horas. En esta fase es normal sentirse cansado porque el cuerpo se está preparando para enfrentarse a la enfermedad y es el momento adecuado para, sencillamente, descansar.

A las diez horas

Transcurridas diez horas el virus se habrá replicado muchos millones de veces y los síntomas comienzan a ser evidentes. Habrá invadido ya las células de nuestra cavidad nasal que responderán produciendo histamina y leucotrienos que forman parte de nuestro sistema defensivo y en poco tiempo estas sustancias inflamarán el revestimiento de la nariz ocasionando que hagan su aparición los primeros estornudos con los que el organismo intenta expulsar al invasor. Simultáneamente los ganglios linfáticos alojados en las axilas y el cuello incrementan la producción de defensas en forma de glóbulos blancos. Es el momento de recurrir una toalla empapada en agua tibia para aliviar los síntomas y tomar un analgésico como el ibuprofeno.

Resfriado

En once horas

Los virus ya han alcanzado lo más profundo de nuestras células epiteliales y circulan por nuestro sistema sanguíneo motivando síntomas como el dolor muscular y nuestro organismo acelera la producción de mucosas que congestionan la nariz y los senos paranasales. En esta fase lo más recomendable es no sonarse la nariz con excesiva fuerza porque de otra forma la infección podría extenderse también al canal conector de la parte superior de la garganta, la cavidad nasal y las orejas.

Doce horas

La tos aparece porque unas pequeñas células alcanzan el revestimiento del tracto respiratorio e irritan los pulmones y se sensibilizan por el exceso de mucosidad. A través del nervio vago envían mensajes al cerebro que transmite al diafragma y a los músculos intercostales que se contraigan y produzcan la tos que es la forma que nuestro organismo utiliza para evitar la entrada de cuerpos estraños en los pulmones. Es el momento de ingerir una bebida caliente con miel y limón para aliviar tanto la tos como el dolor de garganta y también puede resultar muy útil hacer gárgaras con agua salada para reducir la inflamación.

A las quince horas

Se incrementan la mucosidad, la tos y los estornudos. Es el momento de intentar tomar remedios para lo tos que incluyan expectorantes que deshagan el aumento excesivo de la mucosidad.

Tras 18 horas

Aparece la deshidratación inherente a la mayor producción de mucosidad y el aumento de la temperatura corporal. Además, se produce la acumulación de procesos para ayudar a combatir la infección y pueden aparecer los dolores de cabeza. Lo aconsejable ahora es tomar una sopa de pollo. Siempre se ha dicho que esta sopa era un gran remedio contra el constipado, pero esta creencia popular fue ratificada en el año 2000 por un estudio realizado en Estados Unidos que demostró como la sopa de pollo ralentiza el movimiento de un tipo de glóbulos blancos, los neutrófilos, que sugiere que podría tener un efecto antiinflamatorio.

Un día después

A las 24 horas, la congestión y la acumulación de moco en los senos paranasales y las trompas de Eustaquio pueden causar una infección bacteriana del oído medio o sinusitis. Sin embargo, en la mayoría de casos los síntomas del resfriado alcanzan su mayor virulencia tres días después de la infección. A partir de ahí, el sistema inmune de nuestro organismo comienza a ganar la batalla, pero para entonces ya se han eliminado muchos millones de glóbulos blancos lo que conlleva una mucosidad más espesa que adquiere un tinte verdoso.

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