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Dispareunia en las personas mayores: ¿cómo puedes combatirla?

Verónica Mollejo

Foto: Bigstockphoto

Miércoles 22 de enero de 2020

ACTUALIZADO : Miércoles 22 de enero de 2020 a las 8:55 H

4 minutos

La dispareunia es un trastorno habitual en la tercera edad que provoca dolor durante el coito

Dispareunia en las personas mayores
Verónica Mollejo

Foto: Bigstockphoto

Miércoles 22 de enero de 2020

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La dispareunia, conocida también como coitalgia, es el dolor que se produce en el transcurso de las relaciones sexuales y que puede ir acompañado de otros síntomas tan molestos como el picor, el ardor o la sensación de escozor de la zona íntima.

Suele ser más frecuente en las mujeres que en los hombres. En este sentido, “en los varones puede producirse en el momento de la eyaculación y afectar a la parte externa del aparato genital o la interna, implicando también al sistema urinario. En el caso de la mujer, las molestias pueden afectar a la parte interna de la vagina o la zona pélvica o el abdomen”, tal y como explican desde Sanitas (@sanitas).

Aunque muchas personas mayores crean que se trata de un hecho aislado o un signo propio de otra enfermedad, lo cierto es que la Organización Mundial de la Salud (@WHO) reveló en uno de sus informes que entre el 8% y el 22% de las mujeres sufrirán este trastorno alguna vez en la vida, sobre todo durante la tercera edad. Bajo esta premisa, ¿qué otros aspectos debes conocer de la dispareunia?

Dispareunia

Dispareunia: una afección con múltiples causas

Si su prevalencia se extiende en el tiempo y pasa a ser un problema común durante el coito, es fundamental que acudas al médico para que determine la causa y proponga el tratamiento más adecuado, pues son muchos los motivos que pueden provocar el desarrollo de una dispareunia. 

Por ejemplo, una lubricación insuficiente, problemas psicológicos que generan miedo e inseguridad ante el acto, vaginismo, un trastorno de la piel, una lesión en la zona y, en el peor de los casos, ciertas enfermedades como la endometriosis, el prolapso uterino, la cistitis o el síndrome del intestino irritable, entre otras.

En cuanto al tratamiento, el objetivo principal es “romper la asociación entre sexualidad y dolor. Para ello, además de tratar las posibles causas orgánicas subyacentes, se emplean técnicas como la focalización sensorial, ejercicios de la musculatura pélvica o la dilatación vaginal progresiva”, explican desde el Centro Médico Teknon (@Clinica_Teknon), perteneciente al Grupo Quirón Salud. Asimismo, también puedes recurrir a ciertas pautas a la hora de afrontar las relaciones sexuales:

  • Evitar las penetraciones profundas, al menos hasta que el problema se haya solucionado.
  • Si quien lo sufre es la mujer, debes aprender a contraer y dilatar los músculos vaginales y el suelo pélvico, así fortalecerás la zona.
  • El uso de lubricantes antes del coito, pero nunca hechos a base de vaselina o aceite, pues estos resecan aún más la vagina.
  • Recurrir a posturas donde el control de la penetración sea más sencillo y juegos preliminares que aumenten la excitación previa y, por lo tanto, faciliten la penetración.
  • Pedir ayuda a un profesional que te ayude a eliminar los pensamientos negativos que empeoran en el dolor, en el caso de que las causas sean de carácter psicológico.

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Verónica Mollejo

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