Medicina preventiva

Cómo evitar la Enfermedad Hepática por Depósito de Grasa No Alcohólica

Mariola Báez

Lunes 15 de abril de 2019

3 minutos

El hígado graso es una dolencia silenciosa que no siempre está relacionada con el consumo de alcohol

Enfermedad Hepática por depósito de grasa no alcohólica. Ejercicio para prevenirla (bigstock)
Mariola Báez

Lunes 15 de abril de 2019

3 minutos

Su nombre lo dice bien claro. Un hígado graso es aquel que acumula en su interior una cantidad anormal de grasas, hasta tal punto que esta llega a afectar a las células provocando, si la enfermedad avanza, inflamación y patologías muy diversas, que van desde la fibrosis y la cirrosis hasta el cáncer de hígado, según explican expertos del Grupo de Enfermedades Digestivas y Hepáticas del Vall D´Hebron Intstitut de Recerca (VHIR).

Aunque es una dolencia poco conocida, se estima que un 25% de la población puede tener un hígado graso o estenosis hepática y que un 5% puede desarrollar inflamación, según los datos que maneja la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH)

Lo más preocupante es que se trata de una enfermedad asintomática, que muchas veces solo se descubre a través de un simple análisis en el que se detecta una tasa elevada en las transaminasas, enzimas hepáticas que, en exceso, pueden indicar que algo no va bien en el hígado.

Acumulación de grasas en el hígado: cómo evitarla

Hasta hace unas décadas se relacionaba la presencia anormal de grasa en el hígado con el alto consumo de bebidas alcohólicas, que aportan al organismo un número considerable de “calorías vacías” (no aportan nutrientes) que no siempre nuestro cuerpo puede eliminar con facilidad. En la actualidad, se sabe que pueden ser otras las causas que originen esta enfermedad. De hecho, ya se diagnostica como una enfermedad distinta, la llamada Enfermedad de Hígado Graso No Alcohólico (EHGNA).

Como principaes factores de riesgo que pueden desencadenarla, los hepatólogos destacan los hábitos de vida sedentarios y la alimentación poco saludable, que puedan derivar en obesidad. Además, otras enfermedades como la diabetes o el colesterol elevado podían tener consecuencias negativas frente a esta patología que supone un reto para los investigadores.

Desde distintos organismos e instituciones médicas nacionales e internacionales, como el Programa Nash,  se insiste en la importancia de dar a conocer los riesgos de esta enfermedad que afecta a personas de cualquier edad y que, en muchos casos, podría evitarse con una dieta variada, sin excesos de calorías y con la práctica regular de actividad física que ayude a evitar la acumulación de grasas en el hígado y sus graves consecuencias para la salud.

 

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Mariola Báez

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