Medicina preventiva

El importante papel del psicooncólogo en el tratamiento contra el cáncer

Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Lunes 14 de octubre de 2019

3 minutos

Este profesional ayuda a pacientes y a sus familias para que aprendan a vivir con esta enfermedad

Autismo y apoyo
Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Lunes 14 de octubre de 2019

3 minutos

La enfermedad oncológica trae aparejada una experiencia traumática de sufrimiento para el paciente que la está viviendo en primera persona. Pero no solo para él, sino que ese proceso conlleva otra serie de cambios a nivel de pareja, familiar o social para los que es necesario, y muy reconfortante, contar con ayuda de un especialista para acompañar en ese tiempo. Así lo recomiendan desde la Asociación Española Contra el Cáncer (@aecc_es).

El importante apoyo del psicooncólogo

Es aquí donde entra en juego la figura de un psicólogo, y en este caso más concreto de un psicooncólogo, para acompañar en ese doloroso camino mientras dura la enfermedad. De esta manera, paciente y familia se verán atendidos y guiados en todo tipo de complicaciones sociales y psicológicas que se puedan producir mientras se lucha contra el cáncer. ¿Qué hace este especialista?

  • Da las claves y ayuda a paliar el impacto emocional que sobreviene tras conocer un diagnóstico de cáncer: miedos, ira, rabia, tristeza...
  • Ayuda tanto al paciente como a su familia a aceptar esta realidad que les ha tocado con pautas para adaptarse y afrontarla. Se trata, en definitiva de aprender a vivir con esa enfermedad y con todos los efectos secundarios que puedan derivarse: molestias tras sesiones de quimioterapia, estadios de depresión, la nueva imagen tras una mastectomía...
  • Prevenir estados de ansiedad, así como cuidar de los miembros de la familia más vulnerables como pueden ser los niños, hijos de pacientes oncológicos. 

¿Cómo puedo sobrellevar la enfermedad?

Nadie discute, con un panorama tan serio, que los miedos estén presentes durante todo el proceso. En ocasiones, hasta es sano desahogarse un poco y liberar las tensiones. Pero no regodearnos ni dejarnos hundir por ese sufrimiento. Lo mejor que podemos hacer para enfrentarnos a la enfermedad es: 

  • Tener una actitud positiva y no dejar nunca de luchar. 
  • Tener una comunicación clara tanto con el personal sanitario como con nuestros familiares y amigos sobre los problemas que nos atemorizan en esa etapa. Es importante dejarnos ayudar en ese sentido por los que nos rodean. 
  • Ten presente que tu cuerpo experimentará cambios físicos y emocionales como consecuencia de los efectos secundarios. Vívelos como una etapa de aprendizaje en ese duro camino. 
  • Lleva una vida saludable (también en alimentación) y, si te encuentras bien, no dejes de salir a la calle, llevar una vida social y seguir con tu vida normal anterior. 
  • Participa en grupos de apoyo con personas que están pasando por tu misma dolorosa situación. 

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Victoria Herrero

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