Las vitaminas y minerales son esenciales para la buena salud de nuestro organismo. Sustancias y nutrientes que encontramos de forma natural en infinidad de alimentos y productos que vienen de la propia tierra o del mar y que nos traen incontables beneficios entre los que podemos destacar:
En ocasiones, se recurre a preparaciones para paliar posibles deficiencias de estos componentes en nuestra salud; siempre y cuando no podamos obtenerlos por medios naturales. Son los llamados suplementos o complementos vitamínicos. Pero, ¿qué hay de cierto en estos productos? Y lo que es más importante ¿realmente son saludables y no pasa nada por tomarlos?
“Los suplementos vitamínicos solo están indicados en aquellas personas que tienen un déficit de ellos. Por ello, con una alimentación equilibrada no hay necesidad de consumirlos, solamente en estados de carencia”, especifican desde la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (@SEMG_ES). Por ejemplo, se pueden prescribir algunos de estos productos en el caso de mujeres posmenopáusicas que necesitan un mayor aporte de vitamina D y calcio.
Así pues, es importante que antes de tomar un suplemento vitamínico por nuestra cuenta y riesgo, consultemos con nuestro médico que nos asesorará si puede o no tener contraindicaciones en nuestro caso. Ya que, según estos expertos, no todas las personas pueden tomarlos.
No debemos olvidar que la toma de estos complementos sin una supervisión médica y si no los necesitamos realmente puede hacer que tengamos efectos secundarios, como apuntan estos especialistas, que pueden ir desde cansancio, vómitos o insomnio a daños cardiovasculares más serios. Además, recuerdan que es importante ser cautelosos en relación a los "mitos milagrosos" de este tipo de suplementos de vitaminas: