Teresa Rey
Medicina preventiva
Qué es ser metereosensible y cómo afecta a los mayores
Los cambios metereológicos afectan más a los mayores que pueden experimentar cambios de humor
Ante climas extremos, cuando la temperatura es elevada o se está viviendo una ola de calor, o en situaciones de mucho frío, hay personas que experimentan cambios de humor o de estados anímicos. A estos individuos a los que el cambio del tiempo les afecta hasta tal punto que influye de algún modo en su salud se las considera metereosensibles. Respecto a la metereosensibilidad hay algunos mitos pues a veces la referencia al tiempo se usa de manera indiscriminada y para justificar gran variedad de condiciones y estados, pero diversas investigaciones han verificado que este puede influir en algunas sensaciones e incluso en determinadas manifestaciones físicas como es el caso del dolor crónico.
Influencia del tiempo en mayores
Otros informes aseveran que las personas mayores poseen una mayor predisposición a poseer esta sensibilidad al tiempo, al igual que los niños. La influencia que ejerce un calor excesivo en parte de la población se suele traducir en un incremento del malhumor, algo que se agrava si además no se ha dormido bien a consecuencia del mismo lo que también provoca un cansancio generalizado o fatiga a lo largo del día.
Cuando llega el frío, en especial al principio del otoño cuando se experimentan los cambios de luz, la sensación predominante en los afectados es la de tristeza que en ocasiones puede favorecer una depresión. Estas personas que se ven influenciadas en extremo por el clima se sienten más apáticas y menos activas en los periodos invernales.
El dolor crónico
En lo relativo a las manifestaciones externas de las personas metereosensibles hay algunas que ante los cambios del tiempo refieren dolores de cabeza o en las articulaciones, molestias en cicatrices o en las secuelas tras una intervención quirúrgica. Es por ello, que a día de hoy se siguen realizando investigaciones sobre la posible vinculación de los cambios del tiempo y el dolor crónico.
En algunos casos se sufre a su vez un agravamiento de algunas afecciones que se padecen. De hecho, se considera que quienes están sometidos a situaciones de estrés, padecen ansiedad o trastornos mentales también pueden presentar este fenómeno con más facilidad.
Hay incluso estudios que aseguran que la probabilidad de padecer infartos es mayor al final del otoño, cuando la presión atmosférica es más baja.