Preguntas

¿Qué es la dishidrosis y cómo afecta a nuestras manos y pies?

Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Domingo 23 de junio de 2019

3 minutos

Una inflamación de la piel con pequeñas ampollas llenas de líquido que provocan un molesto picor

Dishidrosis en las palmas de las manos
Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Domingo 23 de junio de 2019

3 minutos

La dishidrosis palmar y plantar es un tipo de inflamación de la piel que se caracteriza por las pequeñas ampollas llenas de líquido acompañadas de un picor intenso que, como explican desde la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (@pielsana_aedv) se localiza en las palmas y laterales de los dedos de las manos, así como en la planta y en los laterales de los pies.

Pese que lo que pueda uno pensar, esta patología, a menudo crónica, no resulta contagiosa y tiene los mayores picos de brotes en los meses de primavera y otoño. Además, suele aparecer en aquellas personas con la piel sensible, ya sea a situaciones de estrés o por patologías cutáneas previas como una dermatitis atópica.  

Evolución y fases de la dishidrosis

Las primeras señales evidentes que nos avisan de un brote de dishidrosis son unas pequeñas ampollas de apenas dos milímetros de diámetro pero que llegan a provocar un intenso y molesto picor. Pasadas tres o cuatro semanas se produce otro de los síntomas: la descamación como consecuencia de esas vesículas que tienen en su interior un líquido, así como erosiones muy dolorosas. Si no se trata la zona y, además, cometemos el error de rascarnos, podemos llegar a producir una irritación y una inflamación en la piel.

Pese a las molestias que se sufre con esta afección no se trata de un problema grave ya que puede ser controlada. Eso sí, no existe cura. Una vez que se produce un brote, el médico recomendará la aplicación de cremas de cortisona suave sobre esa zona afectada, así como antibióticos o antihistamínicos. En el caso de que esas ampollas tengan un tamaño considerable "deben pincharse con una aguja para drenar su contenido líquido, pero sin eliminar la cubierta".

Y para aquellas personas con brotes más frecuentes, resulta útil el tratamiento con rayos ultravioleta varias veces a la semana durante algo más de un mes.

¿Cómo podemos evitarla?

Para evitar una mayor frecuencia de brotes cutáneos de este tipo se recomienda:

  • Evitar un lavado demasiado frecuente y obsesivo de las manos.
  • No estar en contacto con detergentes, sustancias irritantes o perfumes que puedan dar alergia y producir esa reacción. 
  • Mantener las manos y los pies siempre secos y usar guantes para hacer las tareas del hogar. 
  • Cuidado con pisar descalzos en zonas públicas, ya que estaremos más expuestos a una infección por hongos.
  • Mantén siempre hidratada tu piel. Las lociones con productos naturales como el aloe vera pueden servirte para, además, calmar esas molestias. 

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Victoria Herrero

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