Preguntas

¿En qué consiste la oncogeriatría y como influye en los mayores?

Mariola Báez

Foto: Bigstock

Sábado 8 de febrero de 2020

7 minutos

El tratamiento del cáncer en edades avanzadas requiere una atención integral y específica

¿En qué consiste la oncogeriatría?
Mariola Báez

Foto: Bigstock

Sábado 8 de febrero de 2020

7 minutos

Según datos recogidos en la Guía de buena práctica en geriatría: dolor oncológico en el anciano, de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (@seggeriatria), se estima que en 2030 el 70% de las neoplasias afectarán a personas mayores de 65 años.

No se trata de un dato alarmista, sino de una realidad lógica derivada del progresivo aumento de la esperanza de vida. Vivimos más años y cada vez con mejor salud y calidad de vida, pero la aparición tardía de enfermedades, entre ellas el cáncer, no es una excepción. Ante esta situación, es necesario continuar investigando y estableciendo protocolos específicos para tratar la patología tumoral, teniendo en cuenta sus aspectos concretos en el adulto mayor. De eso se encarga la oncogeriatría.

Una especialidad con objetivos concretos

Ante el progresivo avance de una medicina cada vez más personalizada, los distintos especialistas coinciden en que el paciente mayor que sufre una enfermedad oncológica requiere terapias que tengan en cuenta no solo el tipo de cáncer concreto que pueda presentar, sino también el estado general de salud y las circunstancias concretas que los rodean, porque pueden influir en la evolución de la enfermedad.

Desde noviembre del pasado año, la Sociedad Española de Oncología Médica (@_SEOM) cuenta con una sección específica que se centra en el estudio y en la investigación de la oncología en adultos mayores. El objetivo es contribuir a establecer aquellas actuaciones médicas que mejor se adapten a las características de este, grupo de población cada vez más numeroso.

Oncogeriatría y el apoyo familiar

Las bases de la oncogeriatría

Como recuerda la Asociación Española Contra el Cáncer (@aecc_es), existen más de 200 tipos de cáncer, cada uno con características particulares y también con evoluciones distintas. Cualquiera de ellos, además, puede no manifestarse y desarrollarse de la misma manera en todas las etapas de la vida. Igual que nuestros tejidos cambian a medida que cumplimos años, también la biología de un determinado tumor puede no ser exactamente igual en una persona joven que en una de más edad. Su tratamiento, por tanto, también puede requerir modificaciones especiíficas.

La oncogeriatría supone, en sí misma, un cambio en la idea de cómo se debe abordar la enfermedad en pacientes mayores para lograr unos mejores resultados, que se traduzcan en un incremento en el índice de curación o en un aumento en la esperanza y calidad de vida. Su prioridad es poner en contexto distintos parámetros que, de alguna manera, inciden en la propia enfermedad, entre ellos:

  • El estado general de salud, teniendo en cuenta la presencia de otras posibles enfermedades, como patologías cardiacas o reumatológicas, diabetes o insuficiencia renal.
  • La presencia de fragilidad, un factor esencial, que requiere medidas preventivas que eviten su aparición y que una vez que surge, puede incidir directamente en la tolerancia a los distintos tratamientos.
  • El estado nutricional, puede que sea necesario establecer modificaciones en la dieta habitual para corregir estados carenciales de nutrientes esenciales.
  • La existencia de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, que harán necesaria la colaboración entre oncólogos y neurólogos.
  • El soporte familiar con el que cuenta la persona mayor, aspecto muy importante también a la hora de valorar el seguimiento del tratamiento y las opciones de terapias que puedan realizarse en el propio domicilio.
  • Los tratamientos médicos en curso o los fármacos que el paciente toma de forma indefinida, como pueden ser los anticoagulantes o la insulina.
  • Los posibles trastornos psicológicos, importantes para afrontar cualquier terapia. Tratar estados depresivos o de fuerte estrés puede ser básico a la hora de presentar batalla a la enfermedad.
oncogeriatría

Equipo multidisciplinar

Los avances en investigación, que están dando como resultado tratamientos cada vez más eficaces en la lucha contra el cáncer, especialmente en el campo de la inmunoterapia, son perfectamente aplicables a pacientes mayores. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con la radioterapia, que puede resultar idónea en determinados casos de cáncer de próstata, colon, mama, piel o pulmón, que destacan entre los más frecuentes.

Las opciones terapéuticas son amplias y ha de ser un equipo multidisciplinar formanado por oncólogos, geriatras, especialistas en medicina interna, nutricionistas o psicólogos, el que logre dar al paciente la atención global, siempre necesaria, pero primordial en el caso de la población de más edad.

Hay que entender que aunque eliminar un tumor y evitar la metástasis sea prioritario, las posibles comorbilidades hacen indispensable tener en cuenta otras patologías que puedan estar presentes porque, de lo contrario, el propio tratamiento podría producir un agravamiento en ellas que, en definitiva, supondría un deterioro en el conjunto de la salud. Por otra parte, no hay que olvidar que en las personas mayores que inician un tratamiento oncológico, el seguimiento ha de ser exhaustivo para evitar cualquier posible reacción adversa que pudiera provocar, por ejemplo, la quimioterapia.

Por último, cuidar el aspecto psicológico reviste especial importancia en este caso, porque las dudas y los temores o el propio desánimo son factores que también van a influir a la hora de afrontar la enfermedad. Por todas estas razones, el perfecto ensamblaje entre disciplinas, especialmente entre la oncología y la geriatría, hará que el tratamiento global dé buenos resultados y consiga el objetivo final de vencer a la enfermedad.

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Mariola Báez

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