La parálisis supranuclear progresiva es un tipo de demencia no muy frecuente, conocida también como Síndrome de Steele-Richardson-Olszewski. Se produce porque determinadas células cerebrales sufren una alteración de modo que surgen problemas relacionados con la movilidad, el caminar, el equilibrio y el movimiento de los ojos.
Se desconocen las causas que la motivan pero sí se sabe que se debe al deterioro paulatino de las células del cerebro ubicadas en el tallo encefálico y que son responsables de los movimientos del cuerpo y del razonamiento. Es más habitual en personas mayores de 60 años y principalmente en hombres.
Según han determinado algunas investigaciones quienes padecen este trastorno poseen cantidades anormales de la proteína “tau”, algo que también sucede en los enfermos de alzhéimer y otros trastornos neurodegenerativos.
Los primeros síntomas se aprecian en seguida pues el afectado no es capaz de mantener el equilibrio cuando camina y tiende a echarse hacia atrás. Hay personas que se caen o presentan rigidez en las extremidades. También se tienen problemas para por ejemplo mantener la mirada hacia abajo o se presenta una visión borrosa o doble. Otras manifestaciones pueden ser cambios de humor continuos, depresión o apatía. Lo cierto es que en cada individuo aparece de forma diferente y con distintas intensidades.
Algunas veces los signos de la parálisis supranuclear se pueden confundir con los de la enfermedad de Parkinson y otras demencias. Y a medida que avanza la patología es posible que empeoren. Entre estos podemos notar alteraciones del sueño, dificultad para tragar, sensibilidad a luz, problemas de memorización o de razonamiento, no mover el cuello hacia arriba o hacia abajo con normalidad, poca flexibilidad en brazos, piernas y el cuerpo en general, junto a otros.
En la actualidad no hay un tratamiento para curar esta parálisis por lo que el enfoque terapéutico se centra en paliar las manifestaciones. Se pueden suministrar algunos fármacos, y además se recurre a terapias de estimulación cognitiva. Se trata de distintas actuaciones enfocadas sobre todo a mejorar la memoria, el uso del lenguaje, la orientación o el razonamiento. Las intervenciones pueden ser individuales o grupales. Y paralelamente se puede recomendar la fisioterapia para trabajar el equilibrio y la movilidad.