Preguntas

¿Por qué perdemos agudeza visual cuando somos mayores?

Teresa Rey

Foto: Bigstock

Martes 29 de octubre de 2019

7 minutos

Con el paso del tiempo se producen cambios en el ojo que contribuyen a esta merma de la visión

Por qué perdemos agudeza visual cuando somos mayores
Teresa Rey

Foto: Bigstock

Martes 29 de octubre de 2019

7 minutos

A medida que pasan los años perdemos agudeza visual. Esto es algo frecuente en las personas mayores, pero tampoco quiere decir que  no podamos mantener unos ojos sanos durante toda nuestra vida. Se produce porque es un fenómeno asociado al envejecimiento y que es importante conocer para no alarmarse ante una condición natural que acontece con el paso del tiempo. Si tenemos una dieta adecuada y unos hábitos de vida saludables, contribuiremos a una buena salud visual.

La vista cansada

El tener la vista cansada o presbicia es algo que está asociado a la edad, sin embargo no significa necesariamente poseer una enfermedad visual. Tampoco las cataratas, que son muy frecuentes en los mayores y que a día de hoy se pueden corregir con una cirugía de forma rápida y sencilla.

Cómo afecta el estrés a la vista de las personas mayores

Sí es cierto que algunas enfermedades graves pueden generar problemas importantes como es el caso del glaucoma, la degeneración macular o la retinopatía diabética, según indican los expertos. Por ello, se recomienda hacer revisiones en el oftalmólogo con cierta regularidad.

Los dos problemas visuales más comunes vinculados con la edad son tanto la presbicia como las cataratas. La vista cansada o presbicia es consecuencia del envejecimiento del cristalino del ojo, una lente natural que hay dentro del mismo y que nos ayuda a enfocar los objetos. Con el tiempo esta parte del ojo se vuelve menos flexible y más rígida lo que repercute en su capacidad de enfoque, que se ve alterada y en general disminuye.

La consecuencia es que a medida que nos hacemos mayores tenemos más problemas para leer de cerca o enfocar objetos que se encuentran próximos, a menos de un metro aproximadamente. Si hacemos un esfuerzo continuo a lo largo del día para tratar de enfocar los objetos, al final podemos tener otros síntomas como dolor de cabeza o fatiga o cansancio visual. Para aliviar la presbicia existen varias opciones, por lo que si presentamos estos síntomas es recomendable que nos dejemos asesorar por un experto.

Ejercicios para aliviar los efectos de la vista cansada

Las cataratas

El otro fenómeno visual que se produce con el paso del tiempo y que incide en la agudeza visual está protagonizado por las cataratas. En este trastorno también hay un deterioro del cristalino, solo que en este caso lo que ocurre es que pierde la transparencia que lo caracteriza además de flexibilidad. A medida que va avanzando se va generando una pérdida de visión progresiva e indolora, de modo que empezamos a notar una visión borrosa, nebulosas, fotofobia o intolerancia a la luz intensa o incluso alteración en la percepción de los colores.

En la actualidad las cataratas se pueden corregir mediante una intervención quirúrgica, por lo que en función del estado y evolución en que se encuentren será el especialista el que determine en qué momento debemos someternos a esta operación.

Cambios en el ojo

El ojo sufre una serie de transformaciones a medida que nos vamos haciendo mayores. Estas no son tan evidentes, pero al final influyen en la visión.

  • El tamaño de la pupila se reduce a consecuencia del envejecimiento, porque los músculos que la controlan se debilitan. La reacción a la luz se ve mermada también por este motivo, así que al ser mayores somos menos sensibles a los cambios de intensidad de la luz. Por ello, este grupo de población necesita muchas más de luz ambiente que un joven para por ejemplo leer cómodamente.
  • La visión de los colores y la sensibilidad al contraste se ve alterada también de modo que las tonalidades se ven con menos intensidad y brillo.
  • El iris adquiere un tono más azulado y la córnea disminuye algo su transparencia por los cambios metabólicos y por la pérdida de células en el endotelio corneal. La función endotelial se ve alterada y se pierde entonces la transparencia.
  • El cristalino se vuelve más opaco y se torna amarillento, lo que se produce por un aumento de la dispersión de la luz. El vítreo también puede presentar opacidades que se perciben en el campo visual superior, y la retina puede sufrir cambios igualmente.
  • Según los expertos, con el aumento de la edad sube la prevalencia de la hipermetropía, pero a partir de los 65 años aproximadamente, se produce un segundo cambio hacia la miopía por una alteración del cristalino.
  • Con el tiempo los ojos tienden a producir menos lágrimas, sobre todo tras la menopausia. Esto genera molestias como escozor o irritaciones frecuentes.
  • Los años influyen a su vez en nuestro campo visual que tiende a verse reducido. Es lo que conoce como pérdida de visión periférica. Un fenómeno que se recrudece a partir de los 80 años.
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Salud visual y alimentación

Tener una dieta adecuada es importante para mantener una correcta salud visual y prevenir enfermedades oculares frecuentes como cataratas, glaucoma, ojo seco, retinopatía diabética, oclusiones vasculares retinianas y degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Todas ellas dependen de numerosos factores, pero la alimentación juega su papel también.

Según el profesor Luis Fernández-Vega Sanz, director médico del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega (IOFV @IOFVega), varias investigaciones realizadas por la Fundación de Investigación Oftalmológica (FIO), han demostrado que antioxidantes y nutrientes concretos, “pueden reducir el riesgo de desarrollar patologías oculares asociadas a la edad e incluso retrasar su progresión”.

Sus estudios han comprado que hay dos minerales clave para la salud de los ojos: el zinc y el selenio. Ambos, pueden por ejemplo contribuir a detener la progresión de la DMAE. El zinc, presente sobre todo en ostras, ternera, pavo y cacahuetes, tiene efectos positivos sobre cataratas y glaucoma.

El selenio, que está en ellos marisco, nueces, huevos, productos lácteos o cereales, posee propiedades antioxidantes y en combinación con carotenoides y vitaminas C y E, “puede reducir el riesgo de progresión de la DMAE a su forma avanzada y por sí solo puede desempeñar un papel protector durante la proliferación de la retinopatía diabética”.

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Teresa Rey

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