Vivir lejos del médico de Atención Primaria perjudica seriamente a la salud
Se reducen las visitas y las revisiones preventivas
Vivir a más de 30 km de un médico de familia puede afectar negativamente el acceso a la atención médica, según un nuevo estudio del St. Michael’s Hospital de Toronto, en Canadá, publicado en CMAJ (Canadian medical Association Journal).
En los últimos diez años, el acceso a la atención primaria ha disminuido en Canadá y esta caída se aceleró con la pandemia de COVID-19. Incluso después de mudarse, muchos pacientes informaron que continuaron con sus médicos de familia, a pesar de tener que recorrer mayores distancias para consultarlos.
“La distancia a los servicios de atención médica es un determinante importante de la salud y puede clasificarse como un factor de utilización de la atención médica, siendo una mayor distancia una barrera potencial para recibir atención”, explica la doctora Archna Gupta, científica del Upstream Lab y médica de familia en St. Michael’s.
Para analizar el efecto de la distancia entre médicos de familia y sus pacientes, los investigadores llevaron a cabo un estudio con datos al 31 de marzo de 2023. El estudio, que involucró a casi 10 millones de pacientes en la provincia de Ontario (la más grande de Canadá), reveló que un 13% de los pacientes vivía a más de 30 km de su médico de familia.
Los pacientes que residían a más de 30 km presentaban una mayor probabilidad de acudir al servicio de urgencias por motivos no urgentes y habían tenido menos consultas con su médico de familia en los dos años anteriores. Además, tendían a ser hombres, menores de 65 años, recién llegados a Ontario o residentes en barrios de bajos ingresos.
"Nuestra investigación muestra que las personas acuden a urgencias no solo porque no tienen médico de cabecera o no pueden conseguir cita, sino también porque su médico de cabecera puede estar demasiado lejos para acudir fácilmente. La distancia dificulta que muchos habitantes de Ontario reciban la atención que necesitan cuando más la necesitan", explica la doctora Archna Gupta.

Los pacientes que vivían a más de 150 km de su médico de cabecera tenían mayor probabilidad de acudir a urgencias por motivos no urgentes y menor probabilidad de consultar con su médico. Asimismo, cuanto más lejos vivían los pacientes de su médico de atención primaria, menor era la probabilidad de que se sometieran a pruebas de detección precoz de cáncer colorrectal, de mama o de cuello uterino.
Los autores esperan que este estudio ayude a los responsables políticos en la planificación de la atención sanitaria. "Tener en cuenta la distancia al médico de familia puede proporcionar a los responsables políticos una comprensión más precisa de la demanda insatisfecha de atención primaria. Nuestros hallazgos sugieren que las reformas deberían priorizar la oferta de atención primaria a un mínimo de 30 km del domicilio del paciente", concluyen los autores.



