Sociedad

Paca Tricio: "Las mujeres mayores hacen frente a una doble discriminación: por edad y por género"

Marta Jurado

Foto: Pablo Recio

Viernes 6 de marzo de 2020

ACTUALIZADO : Viernes 6 de marzo de 2020 a las 11:05 H

11 minutos

La autora de 'La rebelión de los mayores' y presidenta de UDP muestra su lado más feminista

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Marta Jurado

Foto: Pablo Recio

Viernes 6 de marzo de 2020

11 minutos

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Con las ideas claras y la pasión que le caracteriza, Paca Tricio, autora de la La rebelión de los mayores: Porque la indignación no se jubila nunca (Ediciones Península), muestra a 65ymás su lado más feminista en defensa de la igualdad entre hombre mujeres con motivo del 8 de marzo. El MeToo, la violencia de género o la brecha salarial de las pensiones, centran esta entrevista en la que la presidenta la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (@MayoresUDP), se pone la 'camiseta morada' y reivindica una visión amplia del feminismo en el que quepan "todas las mujeres, incluídas las mayores".

También relata cómo ha vivido en primera persona la discriminación por ser mujer a lo largo de su vida, en la que ha sido gerente de un grupo empresarial textil y presidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos. Tricio, aparte de ser un rostro televisivo que colabora con diferentes medios de comunicación, fue condecorada con la Encomienda con Placa de la Orden de Alfonso X el Sabio y es presidenta del Comité Asesor de 65Ymás. "No se trata de lo que pueden aportar las mujeres mayores al feminismo, sino de lo que muchas mujeres, hoy mayores, pensionistas y jubiladas ya han aportado a lo largo de su vida y siguen aportando", afirma Paca Tricio.

Pregunta.- ¿Se considera Paca Tricio feminista? ¿Por qué?

Respuesta.- Me considero feminista porque creo que es la única manera de poder estar en la agenda social y política. Las mujeres todavía tenemos muchos motivos para seguir peleando por nuestros derechos. Tenemos mucho que decir con respecto a la igualdad entre hombres y mujeres. Un país democrático no puede permitirse tener ciudadanos de primera y ciudadanas de segunda, no puede permitirse que no seamos todos iguales, y en estos momentos todavía no lo somos.

 "El feminismo una forma de denunciar las desigualdades y reivindicar acabar con la brecha de género en el mundo laboral, en las pensiones o la conciliación..."

P.-​ Usted ha sido empresaria, madre y abuela. ¿Cómo ha vivido la desigualdad entre hombres y mujeres en sus carnes?

R.- Recuerdo una situación que ocurrió cuando yo era muy joven, tendría unos 13 o 14 años. Iba caminando por la calle junto a una familiar y me dijo “no mires a los hombres a los ojos”. Me vino a decir que eso era algo muy poco educado. Yo le contesté que para mí los hombres eran igual que nosotras.

Esto me lo enseñaron en casa. Yo aprendí y conviví con esa igualdad que he ido aplicando y ampliando a lo largo de toda mi vida profesional y social, nunca me he sentido ninguneada por el hecho de ser mujer. Esto no quiere decir que no comprenda que existen muchas otras mujeres que a lo largo de su vida han sido apartadas de la vida empresarial o política por ejemplo.

El feminismo me ha ayudado a comprender esas desigualdades reales de otras muchas mujeres. A las mujeres, la sociedad nos ha tenido en un segundo término durante mucho tiempo, con un rol exclusivo de cuidadoras en muchos casos, y es el feminismo una forma de denunciar las desigualdades entre hombre y mujeres y reivindicar de acabar con ellas frente términos como la brecha de género en el mundo laboral, en las pensiones o la conciliación familiar entre otros muchos.

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P. -​ ¿Qué opina del movimiento 'Metoo' y de los juicios por violación motivados por el caso Wenstein y La Manada? ¿Afecta solo a las mujeres jóvenes o también a las mayores?

R.- Los abusos sexuales, las violaciones y la violencia en general ejercida sobre las mujeres, por el simple hecho de serlo nos afecta y preocupa a todas, a jóvenes y mayores, pero no solo a nosotras, sino que es un problema que afecta a toda la sociedad y cuya solución pasa por endurecer la sentencias, proteger a las víctimas y sobre todo educar y concienciar tanto a hombres como a mujeres sobre la violencia machista. Es inconcebible que en un país moderno las mujeres tengan miedo a caminar solas por las calles y de hacer sus vidas. Cuando una mujer dice no siempre es no. Y cuando no lo dice también es no.

En este sentido los jueces y juezas a la hora de dictaminar una sentencia deben entender en el terror e incapacidad mental que supone que te maltraten o te violen. Hay que conseguir que la judicatura, que está compuesta por hombres y mujeres, se ponga en la piel de estas mujeres. O que se cambie la ley y se amplíen los supuestos. La violencia contra la mujer es una lacra, un problema social fruto de la discriminación que ésta sufre y de las desigualdades existentes por razón de género en todo el mundo.

"Cuando una mujer dice no siempre es no. Y cuando no lo dice también es no"

Además, esta violencia impide el avance en otros aspectos, como la erradicación de la pobreza, la paz y la seguridad. En este sentido, desde UDP apoyamos el manifiesto #MachismoMata #NiUnPasoAtrás, creado por la Federación de Mujeres Progresistas, para alzar la voz y afirmar con rotundidad que no estamos dispuestos a permitir ningún retroceso en igualdad. Tenemos que seguir exigiendo un cambio en las políticas y un compromiso de toda la sociedad para acabar con las violencias machistas.

P.-​ ​El edadismo o discriminación por edad es uno de sus caballos de batalla. ¿Cómo es el edadismo sumado al machismo para las mujeres mayores?

R.- “Hacerse mayor” tiene un significado diferente para mujeres y hombres. Las mujeres mayores deben hacer frente a una doble discriminación: por edad y por género. No olvidemos que el abuso a las personas mayores no solo ocurre en el entorno familiar o social, sino que las instituciones, en muchas ocasiones son las que mayor discriminación ejercen por motivos de edad.

La dificultad para acceder a sus servicios, el abandono de las personas mayores en situaciones de indefensión, las políticas sociales y de salud que no tienen en cuenta las verdaderas necesidades de las mujeres mayores o la falta de protocolos adecuados hacen que las personas mayores, es especial las mujeres mayores se encuentran indefensas ante la violación de sus derechos.

P.-​ ¿Es la violencia de género solo la punta del iceberg? ¿Por qué son las mujeres mayores de 65 años son las víctimas invisibles?

R.- Tras años de miedo y silencio, muchas mujeres mayores solo consiguen liberarse de esa violencia al quedarse viudas pero sin dejar de convivir con esa terrible mochila emocional y psicológica tras años de impune violencia sobre ellas. El progresivo envejecimiento de la población y su repercusión en el aumento de las situaciones de dependencia o la pérdida de autonomía personal favorecen que las personas mayores, en especial las mujeres, sean más susceptibles de sufrir situaciones de violencia.

"Muchas mujeres mayores solo consiguen liberarse de esa violencia al quedarse viudas"

Es necesario acciones de prevención y sensibilización dirigidas no solo a la concienciación de la sociedad, sino también hacia las y los profesionales que trabajan o trabajarán en un futuro inmediato de forma habitual con personas mayores. Y al propio colectivo de personas mayores, en especial a ellas -las mujeres mayores- para que conozcan todos los aspectos relacionados con esta situación, para que no oculten las situaciones complejas y de Malos Tratos que viven día a día y sepan y conozcan que hay medios para poder ayudarles.

P.-​ ¿​La mujer está también discriminada respecto al hombre en las pensiones, con una brecha en pensiones cercana al 37%, ¿qué se puede hacer para combatirlo?

R.- Para acabar con la brecha de género en las pensiones, nuestros representantes políticos tendrían que apostar por la eliminación de la brecha salarial entre hombres y mujeres durante su etapa laboral y por las medidas de conciliación profesional y laboral, porque todo ello, sin duda, supondrán una mejora y avance en las pensiones de futuras pensionistas. 

El tiempo que ocupan en el cuidado de los hijos y de las personas mayores en situaciones de dependencia hacen que sus carreras de cotización sean menores, y por tanto, que tengan una pensión considerablemente menor que la de los varones.

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P.-​ ¿Son las “abuelas esclavas” víctimas de la sociedad machista?

R.- Cuando hablamos de “abuelas esclavas”, estamos hablando de que los intereses  y preocupaciones personales de las más veteranas de la familia que se encuentran en un segundo plano, priorizando y asistiendo las necesidades y urgencias familiares. Ser abuela es algo maravilloso. Desde UDP decimos “Cuidar sí, pero sin sobrecargas”. Sin duda las mujeres mayores que son  abuelas tienen derecho a vivir un envejecimiento activo y socialmente participativo.

Mujeres que según expertos, corren el riesgo de perder los derechos sociales adquiridos con la Leyes de Sanidad y de Dependencia. A pesar de tener el derecho reconocido a los cuidados de larga duración, su rol de abuela cuidadora impuesto y no elegido, les puede condicionar a la hora de ser ellas, las receptoras de servicios y cuidados. Las abuelas cuidadoras siguen siendo vistas como un pilar básico para la conciliación laboral de muchas de sus hijas pero ellas no son el salvavidas para que la familia no colapse: lo son las urgentes y necesarias medidas para la conciliación laboral y familiar.

 "Exigimos al gobierno la urgente adopción de políticas y medidas de conciliación entre la vida laboral y familiar"

Es por ello, que exigimos al gobierno la urgente adopción de políticas y medidas de conciliación entre la vida laboral y familiar para que el cuidado no recaiga de manera reiterada en las abuelas, pero también en los abuelos, por su puesto.

P.- ​¿Qué pueden aportar las mujeres mayores al feminismo? ¿Se les escucha lo suficiente?

R.- No se trata de lo que pueden aportar las mujeres mayores al feminismo, sino de lo que muchas mujeres, hoy mayores, pensionistas y jubiladas ya han aportado a lo largo de su vida y siguen aportando. El feminismo es un movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo XVIII. Desde entonces, a lo largo de estos cuatro siglos, han sido muchas las mujeres –jóvenes y mayores– que sin importar su edad o etapa vital, han tomado conciencia de la importancia de reivindicar sus derechos y luchar contra las desigualdades de género. 

"En España, las mujeres mayores de hoy, fuimos las protagonistas de un gran cambio"

En España, las mujeres mayores de hoy, fuimos las protagonistas de un gran cambio en el que vivimos por ejemplo, la salida del adulterio en el Código Civil, la eliminación de la licencia marital para comprar, vender e incluso trabajar, la legalidad de los anticonceptivos, la creación de la ley sobre la violencia de género, de la ley de la dependencia y de la autonomía personal y en definitiva, la incorporación de la mujer al mundo laboral, social y político.

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P.- ​¿Cómo dirían que son las voces feministas mayores?

R.- Cada vez son más mujeres mayores activas y reivindicativas, las que hoy participan en las manifestaciones como el 8M en defensa de los derechos de las mujeres.  Pero también en las manifestaciones en favor de las pensiones, donde,  a parte de reivindicar las pensiones públicas y dignas, también reivindicamos la mejora de las pensiones de viudedad, que tienen claramente rostro de mujer o acabar con la brecha de género en las pensiones. Sin olvidarnos de nuestras jóvenes abocadas a la precariedad laboral, con sueldos indignos y sin largas trayectorias y en consecuencia, precariedad que también vivirán a la hora de percibir su pensión por jubilación.

"Cada vez son más mujeres mayores activas y reivindicativas, las que hoy participan en las manifestaciones como el 8M"

Ellas son, las voces de feministas mayores, de nosotras, del rostro del envejecimiento en nuestro país. En la actualidad, somos 123.000 mujeres más que hombres de más de 65 años. Debemos reivindicar que los años y las canas estén más presentes en la agenda feminista. Reconocer las aportaciones de las mujeres de mayor edad a la sociedad es una oportunidad que debe ser aprovechada para el desarrollo de su vida activa, para proporcionarles una mayor seguridad y un pleno ejercicio de sus derechos.

Sobre el autor:

Marta Jurado

Marta Jurado

Marta Jurado es periodista especializada en Sociedad, Economía, Cultura, Política y redactora en el diario digital 65Ymás desde sus inicios. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III y en Filología Inglesa por la UNED, ha trabajado en medios de tirada nacional como El Mundo Público y las revistas Cambio16 y Energía16. Tiene además experiencia en comunicación corporativa de empresas e instituciones como BBVA o INJUVE.

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