Miriam Gómez Sanz
Sociedad
AESTE presenta 'Currículums de Vida' para visibilizar el talento de mayores con discapacidad
La propuesta reivindica inclusión real y cuidados que impulsan autonomía y participación
La edad y la discapacidad no definen a una persona, pero la falta de inclusión sí limita sus oportunidades. Esa es la idea que la Asociación de Empresas de Servicios de Dependencia (AESTE) quiere situar en el centro del debate: los talentos que florecen y los proyectos que continúan cuando eliminamos las limitaciones físicas, cognitivas, sociales y emocionales.
Según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), 4,3 millones de personas en España conviven con una discapacidad y el 73% supera los 55 años. Con una esperanza de vida que ya roza los 84 años, AESTE insiste en algo fundamental: que vivir más debe significar vivir mejor, con oportunidades reales para participar, crear y decidir.

'Currículums de Vida. Talentos que perduran'
Para transmitir ese mensaje, la asociación presenta Currículums de Vida. Talentos que perduran, una propuesta que reúne cuatro perfiles simbólicos de personas mayores con discapacidad. Representan oficios, aficiones y pasiones que muchos siguen cultivando en la vejez: desde la huerta, la música, la escritura o la tecnología.
"La inclusión no es solo acompañar, es reconocer que las personas mayores con discapacidad siguen teniendo talento, proyectos y un papel activo en nuestra sociedad", recuerda Josune Méndez, secretaria general de AESTE. Y añade que es responsabilidad de todos "garantizar que puedan desarrollarlos plenamente".

Cómo las residencias impulsan una vida activa
El sector del cuidado, subraya la asociación, es clave para que ese talento no se apague. Su último informe sobre personas centenarias en residencias muestra que la longevidad puede ser una etapa con propósito, siempre que existan los apoyos adecuados.
Las entidades de AESTE trabajan en esa línea a través de servicios muy diversos:
- Estimulación cognitiva y sensorial, desde terapia ocupacional hasta huertos terapéuticos, musicoterapia o actividades que trabajan el tacto, el sonido o los olores.
- Talleres culturales y creativos —manualidades, lectura, escritura, reminiscencia— que permiten ejercitar memoria, imaginación y habilidades aprendidas a lo largo de la vida.
- Actividad física adaptada, como yoga, baile, gimnasia o excursiones preparadas para distintas capacidades.
- Unidades de convivencia, pequeños hogares donde la atención se personaliza según cada nivel de dependencia.
- Soporte tecnológico, con aulas digitales y ejercicios de memoria asistidos por herramientas digitales que facilitan la autonomía y la comunicación con familiares.
- Encuentros intergeneracionales y programas de integración social, que unen a jóvenes y mayores para combatir el aislamiento y fortalecer vínculos comunitarios.
- Formación especializada para cuidadores y profesionales, orientada a comprender y atender mejor las necesidades de cada persona.



