Sociedad

Una calle de Madrid dividida en dos: una zona roja por Covid y otra sin restricciones

Pablo Recio

Foto: Pablo Recio

Martes 22 de septiembre de 2020

6 minutos

Los vecinos de Ciudad Lineal no entienden cómo la Comunidad ha partido el distrito en dos

Una calle de Madrid dividida en dos: una zona roja por Covid y otra sin restricciones
Pablo Recio

Foto: Pablo Recio

Martes 22 de septiembre de 2020

6 minutos

Este lunes, el distrito madrileño de Ciudad Lineal ha amanecido partido en dos por las nuevas restricciones declaradas por la Comunidad de Madrid en 37 zonas de salud de la región que superan una incidencia de 1.000 casos de coronavirus por cada 100.000 habitantes. Y la línea divisoria entre un área y otra ha sido una calle, la de Alcalá.  

Al norte de esta emblemática arteria de la ciudad, los vecinos podían transitar con libertad y no parecía haber aforos reducidos ni colas en los comercios, mientras que en al sur –en concreto, en las zonas de La Elipa, Daroca, Doctor Cirajas y Gandhi–, los parques estaban cerrados y no se podía salir, salvo para trabajar, acudir al médico y a la farmacia o por razones de fuerza mayor.

Sin embargo, esta medida ha creado "confusión" y enfado entre muchos vecinos mayores de estos barrios que, en este primer día de limitaciones a la movilidad –a partir del miércoles se comenzarán a imponer sanciones–, parecían no entender muy bien en qué consistía la nueva orden sanitaria impuesta por la Comunidad.

Es más, la mayoría de ellos no la cumplían y cruzaban, como siempre habían hecho a lo largo de toda su vida, de un lado a otro de la calle Alcalá, sin que nadie se lo impidiese, puesto que, cabe señalar, no había casi presencia policial en la zona que ordenase lo contrario. 

Desinformación y descontento

"No sabemos si nos van a poner una valla para hacer un gueto. Es incoherente, no me parece lógico. No le encuentro sentido, es surrealista. ¿Qué haces? ¿Te subes en el autobús y luego te bajas marcha atrás?", comentaba a 65Ymás un hombre que estaba sentado en la terraza de un bar en el lado de los números pares de la calle Alcalá, el que tiene restricciones. 

Así, la mayoría de personas con las que ha hablado este diario coincidían con este vecino y pensaban que el cierre parcial del distrito iba afectar a sus rutinas, puesto que los comercios a los que suelen ir, los parques que tienden a frecuentar o las terrazas en las que quedan para tomar café están a un lado y otro de la calle Alcalá.

Incluso, según cuentan a este periódico, las restricciones han separado a familias que vivían a una manzana de distancia. Es el caso de un hombre de unos 80 años, con el que ha conversado este diario, que se encontraba cerca de la parada de metro de Ciudad Lineal, sentado en un banco junto a un amigo. Su familia vivía no muy lejos, en la parte norte del distrito. No obstante, las restricciones no parecían importarle mucho y se mostraba resignado a aceptarlas, por el importante aumento de casos en la capital en los últimos días. "Hemos salido a dar una vueltecita. No nos afecta mucho", comentaba. 

Alcalá.
Parte 'confinada' de la calle Alcalá, cerca del metro Ciudad Lineal. 

 

Por contra, a unos 500 metros, un médico jubilado del barrio Parque de las Avenidas que había entrado a la zona con restricciones para ir a una tienda –algo que, en teoría, no está permitido–, exhibía su entusiasmo con la medida adoptada por la Comunidad. "Hay que parar la diseminación del bicho. Las zonas más contaminadas tienen que estar acuarteladas", apuntaba. 

Por otra parte, había vecinos que no entendían muy bien en qué consistían las restricciones. "No me he enterado. Creo que no se puede ir, pero que venir a la compra está permitido", presuponía una mujer que estaba sentada en el lado con restricciones del distrito. Otros, desconocían si su zona sanitaria estaba confinada. "Yo no sé si esto pertenece a Ciudad Lineal", reconocía otra mujer, en el límite del área con restricciones.   

confinamiento
Parte 'confinada' del distrito de Ciudad Lineal. 

 

Luego, los había que se resistían a cumplir con la nueva medida sanitaria porque, al otro lado de la calle, estaba la tienda en la que habían comprado toda la vida. Y, tan sólo caminando 50 metros podía llegar a ella.

"Voy a cruzar, porque en este lado no hay lo que yo quiero", señalaba un hombre mayor que se disponía a atravesar el paso de peatones. "Voy a pasar, lo siento. La farmacia la tengo allí. Llevo los papeles", apuntaba otra mujer que iba acompañada de su cuidadora. 

lado confinado de El Carmen
Lado 'confinado' de la calle. 

En el lado de la calle Alcalá sin restricciones

Este diario también ha conversado con los mayores que se encontraban al otro lado de la calle Alcalá, en la zona sin limitaciones a la movilidad y muchos se mostraron descontentos con la medida, aunque no les afectase directamente. "Gracias a dios vivo en la parte sin restricciones. No lo llevo mal. Si tengo que cruzar, cruzo, con mucha precaución, pero lo hago, aunque es verdad que casi todo lo que necesito, lo tengo en mi zona", apuntaba una mujer cerca de la parada de metro de El Carmen. Y añadía: "Considero que no va a servir para mucho esto. Deberían hacerlo más grande, para que vaya a menos. Quizá nos pegan el coronavirus en este lado". 

lado confinado de la calle alcalá

El lado con restricciones de la calle Alcalá. 

 

"Para el puente del Pilar, estamos todos confinados", comentaba otro hombre cerca de una plaza cercana a la boca de metro de Quintana. En su caso, la medida de la Comunidad le parecía muy laxa. "Tendríamos que haber hecho esto en toda España", sostenía.

Finalmente, a escasos metros, otro hombre mayor que estaba sentado con unos vecinos aseguraba: "Vivo en esta zona y puedo estar aquí. Pero si lo hiciese en esa –señalaba al otro lado de la calle– no podría". "No se puede hacer. Es absurdo. Lo veo mal: O todo, o nada", concluía.  

Cabe recordar que las zonas sanitarias sin restricciones del distrito de Ciudad Lineal, anexas a la calle Alcalá, tienen una incidencia acumulada de 875 casos por cada 100.000 habitantes (Estrecho de Corea) y 533 (Canal de Panamá). Unas cifras muy superiores a la media del país que se sitúa en casi 300. 

Sobre el autor:

Pablo Recio

Pablo Recio

Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica. 

En 65Ymás, ha contado el drama vivido en las residencias durante la pandemia y ha sacado diferentes exclusivas de impacto como 81 menús de residencias de mayores, a examen: "Baja calidad nutricional y abuso de procesados"que fue citado en una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid. 

Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial. 

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