Carolina Madroñal Machero
Cultura
Descubre los edificios más antiguos de Lleida
La historia de la ciudad a partir de sus edificios más destacados

Lleida es una referencia en el mundo de la arquitectura gracias a su profunda riqueza histórica y a una diversidad estilística sorprendente que abarca desde la época romana, con sus ruinas, hasta el modernismo del siglo XX.
Desde su asentamiento romano y visigodo hasta el periodo islámico que ocupó el mismo lugar, presenta una continuidad patrimonial poco habitual. Aquí te presentamos los seis edificios más antiguos que cuentan su historia.
La Seu Nova
La Seu Nova es definida como una de las mejores producciones artísticas de la arquitectura catalana del siglo XIII y, por extensión, de la arquitectura medieval europea.
Esta catedral muestra una arquitectura con una escultura de altísima calidad, conservada en los capiteles, cornisas, ménsulas y puertas.
Destaca especialmente el impresionante claustro, de planta rectangular y de dimensiones grandiosas, considerado como uno de los más grandes de la arquitectura gótica europea. A su vez, llama la atención el interior de la catedral, que es muy simétrico y luminoso, con una planta basilical de cruz latina, tres naves, crucero con cimborrio octogonal y un transepto al que se abren cinco ábsides. También es conocida por su gran decoración escultórica, que podemos observar en los capiteles de las columnas de la iglesia, el claustro y las ventanas, mostrando una gran variedad de temas ornamentales.
Otro elemento clave son sus puertas. Tenemos, por un lado, la Puerta de los Apóstoles, de estilo gótico, en la fachada occidental del claustro; la Puerta de la Anunciación, del siglo XIII, que es el punto de partida de la escuela románica de Lleida; y la Puerta de San Berengario, de estilo más sobrio.

El Castillo del Rey - La Suda
Situado en la parte más alta de la colina, es popularmente conocido con el nombre de La Suda, vocablo árabe que significa “área urbana cerrada”. Ese nombre hacía referencia a la fortaleza andalusí construida durante el siglo IX en el lugar que hoy ocupa el Castillo del Rey, pero también es el nombre con el que aparece en las fuentes documentales para designar el barrio noble que se extendía por la colina.
La construcción pasó por diferentes etapas a lo largo de los siglos, situándose entre los siglos XIII y XIV, por lo que conviven formas románicas y góticas. En su época fue el edificio civil más importante de la ciudad, ya que en él se celebraron cortes en diversas ocasiones, aunque la más magnífica fue la de 1214, cuando Jaume I el Conquistador, con solo seis años, fue coronado rey por aragoneses y catalanes.
El castillo se construyó de forma paralela a la catedral. Inicialmente, a finales del siglo XII y principios del XIII, se sustituyeron las construcciones andalusíes preexistentes. Luego, durante la segunda mitad del siglo XIV, la estructura del castillo quedó configurada con sus diferentes estancias totalmente definidas. Como resultado, el castillo terminó siendo un edificio de planta rectangular, formado por cuatro naves en torno a un patio central con cisterna.

Iglesia de Sant Llorenç
Esta iglesia fue en dos ocasiones sede catedralicia. Es una construcción de estilo románico, aunque con ampliaciones y acabados góticos. Es considerada la segunda iglesia en importancia después de la Seu Vella. Tiene tres naves de la misma altura, con tres ábsides. Destaca la nave central, de estilo románico, por ser la más antigua. Las otras dos naves laterales, junto con las capillas y el campanario de base octogonal, son de estilo gótico y datan del siglo XV.
Su construcción se inició a finales del siglo XII con los escultores y artesanos que trabajaban con Pere de Coma, el maestro constructor. El edificio también destaca por conservar cuatro importantes retablos góticos, siendo el más grande el dedicado a Sant Llorenç, seguido del de Santa Úrsula, atribuido a Jaume Cascalls, y los de Sant Pere y Santa Llúcia.
En 2002 se realizó la última restauración de un elemento de la iglesia. El campanario ha conseguido recuperar su belleza gracias a la reproducción de los calados de la barandilla y de las gárgolas originales.

El Palacio de la Paeria
La sede del gobierno municipal de la ciudad se sitúa en pleno eje comercial. La palabra “paer”, del latín paciarius, significa "hombre de paz" y tiene su origen en el privilegio otorgado por el rey Jaume I en 1264.
El edificio destaca por su doble fachada: una, de estilo románico civil, que da a la Plaza de la Paeria, y otra de estilo neoclásico, con remodelación neomedieval de 1929, que da al río Segre. Fue construido a principios del siglo XIII, y en 1383 sus propietarios, los señores de Sanahuja, lo cedieron a la ciudad para que se convirtiera en sede del Gobierno municipal. Es considerada una de las construcciones monumentales más emblemáticas de Cataluña.
Destaca también su interior, donde se encuentra un retablo gótico del siglo XV, que adorna la Sala Noble, lugar donde se celebraban los matrimonios civiles. Procedente de la antigua capilla de la Paeria, tiene como figura central a la Virgen, flanqueada por los arcángeles Gabriel y Miguel. La imagen simboliza la protección sobre el gobierno de la ciudad.
Iglesia de Sant Martí
Este edificio de estilo románico data del siglo XII, lo que la convierte en una de las construcciones más antiguas de la región. Su arquitectura destaca también por los elementos decorativos tallados en piedra, como capiteles y columnas, que muestran la maestría de los artesanos de la época.
En su interior se conservan pinturas murales que datan de los siglos XIV y XV, representando escenas religiosas y pasajes bíblicos. Esta iglesia ha sido, durante siglos, un lugar de culto de gran valor para los habitantes de Lleida, por su relevancia histórica y arquitectónica. A día de hoy continúa siendo utilizada para encuentros de la comunidad local, celebraciones religiosas y eventos especiales a lo largo del año.

Convento del Roser
Este convento fue inaugurado en el siglo XVIII, pero ha pasado por etapas muy diversas a lo largo de su historia. Su construcción se inició en 1600 como un convento de frailes dominicos, pero en 1707 quedó prácticamente destruido y saqueado por un incendio, en el contexto de la Guerra de Sucesión y la toma de Lleida por las tropas borbónicas.
Después de este evento, se reconstruyeron el convento y la iglesia en 1752. En el siglo XIX, debido a la desamortización de Mendizábal, se destinó a fines públicos, convirtiéndose en un centro educativo y cultural. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 2002, y Paradores inició su reforma integral en 2003.
