Sociedad

¿Un Ministerio para la Soledad en España? Así luchan en Japón y Reino Unido contra este mal

Marta Vicente

Domingo 4 de abril de 2021

ACTUALIZADO : Domingo 4 de abril de 2021 a las 14:12 H

16 minutos

Japón no es el primer país que combate este mal con un Ministerio de la Soledad

¿Un Ministerio para la Soledad en España? Así luchan en Japón y Reino Unido contra este mal
Marta Vicente

Domingo 4 de abril de 2021

16 minutos

La soledad no deseada es un cáncer que lleva años acechando al mundo moderno. El número de las personas que se sienten solas no deja de aumentar a escala mundial y la pandemia ha agrandado aún más este problema. Se trata de un tema crucial que los gobiernos de todo el mundo están analizando y combatiendo de forma exhaustiva, debido al efecto directo en la salud de las personas y en su calidad y esperanza de vida. ¿Es necesario crear un Ministerio de la Soledad?

Repasemos lo que hacen en otros países con el problema de la soledad. En el año 2018, el Reino Unido decidió crear una secretaría de Estado ante los datos alarmantes de los británicos que sufrían este problema. La pandemia ha agravado la situación hasta convertirla en dramática. Japón ha ido más allá y hace poco más de un mes aprobó la creación del Ministerio de la Soledad, en un país en el que los suicidios superaron en número de muertes al coronavirus en el año 2020. ¿Y en España? Varios municipios y comunidades tienen su propia estrategia para hacer frente al problema, pero, a nivel nacional, el programa del Gobierno de coalición incluía la futura aprobación de una Estrategia frente a la Soledad no Deseada que aún no se ha puesto en marcha. Por su parte, el Senado alertaba en octubre sobre la necesidad urgente de impulsarla, aunque su recomendación aún no ha sido escuchada.

Japón

Antes de la pandemia, ‘El Confidencial’ daba cuenta de la aparición de una nueva costumbre que se estaba implantando en Japón: disfrutar de ocio y tiemplo libre en soledad. Las nuevas generaciones no dan tanta importancia a las interacciones casuales y cada vez se crean más tecnologías para evitar el contacto humano lo máximo posible. Al tener una cultura tan distinta a la nuestra, –donde no concebimos ver los bares y pubs sin grupos de amigos y familiares–, nos extraña ver cómo allí se imponía una nueva forma de ocio basada en ir solos de fiesta. 

Pero, aunque los japoneses crean que la soledad es algo positivo en prácticamente todos los ámbitos de la vida, esta cultura envuelve un problema, ya que la soledad es una de las razones que siempre han colocado a Japón como uno de los países con las tasas más altas de suicidios. A pesar de esto, llevaba años descendiendo considerablemente, pero el coronavirus no solo acabó con esa disminución de la tasa, sino que la disparó hasta su máximo.

En Japón, existen compañías especializadas que se encargan de limpiar las habitaciones de personas que aparecen muertas en su domicilio y que pueden pasar inadvertidas durante días sin que nadie las reclame. El país nipón experimentó durante 2020 un preocupante aumento de los suicidios: 20.919 personas se quitaron la vida, un 3,7 % más en términos interanuales y una cifra notablemente superior a las 3.459 víctimas mortales que dejó el coronavirus. La tasa de suicidios de mujeres, adolescentes y niños es la que más se ha visto incrementada durante la pandemia.

 

Japonés solitario

Ante los datos escalofriantes, el país decidió poner el freno a esta situación tan grave motivada por el otro virus: el de la soledad. Por ello, Yoshihide Suga, el primer ministro de Japón, decidió crear el Ministerio de la Soledad tras considerar que uno de los motivos de los suicidios es que el coronavirus "ha reducido las oportunidades para el contacto con las personas", para así combatir la soledad y el aislamiento de los japoneses. El aislamiento social, la ansiedad y el desempleo fueron las tres grandes causas que desembocaron en una preocupante crisis mental en la naciónSakamoto Tetsushi se encarga de este ministerio en el que tratará temas como la prevención del suicidio, el cuidado de las personas mayores y la pobreza infantil. 

Entre las causas que se identifican como determinantes para explicar este aumento de los suicidios están las inherentes a la propia cultura japonesa, una sociedad que esconde sus debilidades y tiene un sentimiento de culpa constante. "Como sociedad, sentimos que no podemos mostrar nuestras debilidades, que debemos contenerlo todo", declaraba Yasuyuki Shimizu, director del Centro de Promoción de Contramedidas contra el Suicidio en Japón al New York Times. "No es solo que las personas sientan que no pueden acudir a un consejero o terapeuta, sino que muchos sienten que ni siquiera pueden mostrar sus debilidades a las personas cercanas", agrega.

El primer Ministerio de la Soledad

Para Reino Unido el mal de la soledad lleva años siendo un asunto de Estado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaba en 2017 que el Reino Unido era el país donde las personas se sentían más solas. El organismo publicó un informe con datos dramáticos: nueve millones de británicos se sentían solos siempre o a menudo, 200.000 confesaron que podía llegar a pasar hasta un mes sin tener una conversación con algún amigo o familiar y el 75% de las personas mayores viven solas. Por ello, tras este estudio, Theresa May decidió crear una secretaría de Estado, a cargo de Tracey Crouch​, convirtiéndose en el país pionero en tratar la soledad desde un organismo público a nivel nacional.

May afirmó que "para demasiada gente, la soledad es la triste realidad de la vida moderna", así como la importancia de las secuelas psicológicas y físicas que acarrea este aislamiento. Asimismo, aseguró que este problema requiere una "acción concertada" en la que “los empleadores, las empresas, las organizaciones de la sociedad civil, las familias, las comunidades y los individuos tienen un papel que desempeñar”. "Me complace que el gobierno pueda aprovechar su legado con un liderazgo ministerial para la soledad que trabajará con la comisión, las empresas y asociaciones para arrojar luz sobre el tema y unir todas las ramas del gobierno para crear la primera estrategia", añadía en el evento. Las funciones del departamento fueron recopilar estadísticas, estudiar un método para medir la soledad y financiar a colectivos que trabajen para conseguir la conectividad de las personas.

Además, el informe del Reino Unido reflejaba que el sentimiento de soledad provocaba un deterioro cognitivo, lo que conlleva a una pérdida de la estabilidad emocional y de la productividad laboral, ya que equivalía a una pérdida de 35.000 millones de euros anuales en productividad.

Soledad. Foto  Europa Press

Actualmente, el cargo lo desempeña Diana Barran y, en enero de 2020, el Reino Unido publicó el primer informe anual con los objetivos alcanzados durante el año 2019 de la Estrategia contra la Soledad. Entre ellos, se menciona el compromiso de utilizar la encuesta como sistema de medición para identificar la soledad, talleres para mejorar la comprensión social del problema, la puesta en marcha de las redes de ayuda, entre otros. También se muestra en varias ocasiones el término prescripción social: herramienta que permite a los profesionales de atención primaria remitir a los pacientes recursos locales y no clínicos, en este caso, dirigidos a las personas que se sienten solas para combatir la soledad.

¿Y España?

También se ha debatido en alguna ocasión la necesidad de crear un ministerio específico para paliar el problema de la soledad no deseada, no tanto como prevención del suicidio, como en el caso de Japón, sino pensando en el elevado número de personas mayores que la sufren, que, además, se ha incrementado durante la pandemia. 

En España hay cerca de 4,7 millones de hogares unipersonales, 2 millones de los cuales corresponden a personas mayores de 65 años (el 42%), según datos del Imserso. Entre ellas, más de 850.000 superan los 80 años y la gran mayoría son mujeres: 662.000. Además, un 27% de las personas mayores atendidas por Cruz Roja no reciben visitas nunca o casi nunca y un 23% no tiene a quien contarle sus problemas. Recientes estudios apuntan a que la soledad ha aumentado en España más de un 50% por el impacto del Covid-19.

El programa del Gobierno de coalición prometía lo siguiente: "Aprobaremos una Estrategia frente a la Soledad no Deseada". A principios del 2020, La Unión General de Trabajadores (@UGT_Comunica) reclamó al Gobierno la elaboración inmediata de una Estrategia Estatal contra la soledad no deseada. Ante la espera de la puesta en marcha, en octubre de 2020, la Comisión de Derechos Sociales del Senado aprobó un texto transaccionado por el que se instaba al Gobierno a diseñar e impulsar esta estrategia para combatir el aislamiento social de los mayores, de acuerdo con las comunidades autónomas, las entidades locales y con la participación del Tercer Sector. 

La senadora del PSOE, María del Mar Arnáiz, destacó la necesidad de realizar un estudio para hacer un diagnóstico de la situación de la soledad no deseada. A su vez, la senadora del PP, Paloma Inés Sanz recordó que España “vive una situación de envejecimiento progresivo con la mayor esperanza de vida de la Unión Europea y la segunda del mundo, solo por detrás de Japón” y que la sociedad española debe “concienciarse y sensibilizarse” ante este problema “más si cabe” en este momento por la Covid-19 en la que “pueden haberse acentuado la desmotivación de las personas mayores, sobre todo, en las zonas rurales”.

Varios ayuntamientos ya han impulsado medidas a través de una estrategia municipal para frenar esta lacra. Las grandes ciudades, por lo general, son el escenario más habitual para los casos de soledad real y un ejemplo de ello es el hallazgo de cadáveres de personas en viviendas después de varios días, meses e incluso años muertas. Barcelona lleva años tratando de acabar con esta epidemia social pero, con motivo de la situación agravada por la pandemia, ahora ha decidido atacarla con más fuerza. Por esto, el ayuntamiento anunció el pasado mes de julio que la soledad será una "prioridad municipal" durante los próximos años junto con la puesta en marcha de una Estrategia municipal contra la soledad 2020-2030 y la creación de un Consejo Asesor Científico contra la Soledad con el objetivo de "identificar los riesgos, fomentar los vínculos sociales, ofrecer servicios y recursos y adecuar los servicios municipales". Durante estos meses, han aparecido las primeras iniciativas.

Las primeras acciones que se presentaron fueron la creación de la web ‘Barcelona contra la soledad’, donde ofrecen información, servicios y programas municipales para ayudar a las personas que se sienten solas; así como el Observatorio de la Soledad de Barcelona encargado de recopilar los principales datos municipales de la soledad en la ciudad e informar sobre las iniciativas que se emplean para combatirla. En la ciudad también funcionan diferentes proyectos como Radars, impulsado por Servicios Sociales y Vincles BCN, aplicación que permite a los usuarios hacer videoconferencias, recibir mensajes de interés o acceder a información de su entorno a través del móvil o la tablet.

Madrid también se ha sumado a la lucha. En la Comunidad de Madrid hay más de 276.400 personas mayores que viven solas en su domicilio, lo que supone cerca del 25% del total de la población mayor de 65 años. Recientemente, el gobierno regional ha iniciado el programa de atención a situaciones de soledad no deseada en personas mayores, una iniciativa que pretende hacer frente "a un problema creciente en la sociedad actual y que resulta difícil de identificar al ser un fenómeno invisible, que se suele dar especialmente en las grandes ciudades", explica en un comunicado. Por tanto, el objetivo del programa es prevenir el aislamiento social identificando aquellas situaciones que, según los expertos, repercuten negativamente en la salud física y psicológica de las personas, provocando, además, un aumento de la necesidad de atención sanitaria y de institucionalización.

La vicealcaldesa Begoña Villacís y el delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, también comunicaron en enero el planteamiento de un nuevo proyecto impulsado por la estrategia municipal contra la soledad no deseada y basado en dos enfoques de actuación: uno vecinal, en torno al proyecto Madrid Vecina, y otro institucional, Madrid Contigo, que aportará los recursos programas y servicios municipales orientados para los mayores que viven con este problema.  De esta forma, el ayuntamiento hace partícipes a los vecinos implicándoles en la detección de este colectivo vulnerable. ABC comunicó que la alcaldía invertirá 1,4 millones de euros en los próximos dos años para: reforzar los servicios de teleasistencia, ayuda a domicilio, talleres en los centros de día y en un programa para informar a los vecinos que ayude a identificar las situaciones de vulnerabilidad.

En otras comunidades y ayuntamientos también se ha abordado este tema, como es el caso de Andalucía y su Primer Plan Estratégico Integral para Personas Mayores 2020-2030, en el que participan varias consejerías y que tiene como objetivo fundamental impulsar el voluntariado para paliar la soledad no deseada. También en Valencia con el Plan Valenciano de Inclusión y Cohesión Social 2017-2022 tratan de fomentar las relaciones intergeneracionales en el mundo rural y promover la facilitación de los recursos necesarios sociales y sanitarios.

Juan Manuel Martínez, presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (@CEOMA_ong), ha compartido su opinión personal con 65Ymás como gerontólogo, geriatra y como presidente de la asociación de mayores, acerca de la posibilidad de instaurar una entidad pública que combata la soledad en las personas mayores. 

Martínez afirma que, a corto plazo, “podría ser necesario hacer una institución, ya sea un ministerio, una dirección general o una secretaría de Estado, pero una institución que coja el toro por los cuernos y resuelva de un modo rápido y eficiente esta situación” debido a que, con la pandemia, la soledad no deseada “está afectando a la población mayor de una manera, casi te diría, que angustiosa”.  

Igualmente, al margen de la situación excepcional por el Covid-19, considera que la soledad no deseada de este colectivo se debe combatir desde la educación, ya que “si se educa a la sociedad en el envejecimiento y en lo que es una persona mayor, –bajo del punto de vista biológico y psicológico– y sobre cómo en la vida hay que tener ganas e ilusión de hacer cosas, teniendo resuelto su problema de salud y su problema económico, no debería haber un problema de soledad, porque estás formado para lucha contra la soledad”. Por lo que, como asegura Juan Manuel, a medio y a largo plazo "no debería ser necesario un organismo público".

Otros países contra la soledad

Gobiernos del resto del mundo también llevan años con iniciativas, así como proyectos sociales, que tratan de acabar con el aislamiento social. La Canciller alemana, Angela Merkel, solicitó un comisionado especial en 2019 para combatir la soledad de los berlineses. Esto ocurrió después de que, en el año 2018, Berlín se ganara el apodo de ‘La capital de la soledad’ por la publicación de un informe del berlinés Tagesspiegel que decía que al menos 300 personas al año mueren en sus departamentos sin que nadie lo note, a veces por varias semanas. 

Canadá es otro de los países que, desde hace tiempo, tiene el problema de la soledad sobre la mesa. Tiene una ministra de personas mayores llamada Filomena Tassi. En esta nación, las estadísticas alertan desde hace tiempo exponiendo que el número de personas que viven solas se ha duplicado en los últimos años y, antes de la pandemia, 1,4 millones de las personas mayores sentían solos.

Francia también aborda este problema con el llamado ‘Proyecto Monalisa’, un movimiento contra el aislamiento social de los mayores. Los ciudadanos tienen la causa común de la lucha contra la soledad de las personas mayores.

Sobre el autor:

Marta Vicente

Marta Vicente Carmona es Graduada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y Máster de Marketing Digital y en Edición y Postproducción Digital. Es redactora especializada en temas de sociedad y salud y tiene experiencia como Community Manager.

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