Sociedad

En qué rincones de España perdura el encaje de bolillos como oficio artesanal

Teresa Rey

Martes 5 de noviembre de 2019

ACTUALIZADO : Martes 5 de noviembre de 2019 a las 0:02 H

4 minutos

En algunos lugares esta técnica de encaje se ha relanzado permitiendo que sobreviva de varias formas

En qué rincones de España perdura el encaje de bolillos como oficio artesanal (Bigstock)
Teresa Rey

Martes 5 de noviembre de 2019

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Se desconoce con exactitud su origen ni cómo llegó a la Península, pero el encaje de bolillos aún perdura en algunas regiones como un oficio artesanal representando un contrapunto frente a la mecanización industrial en el sector textil. Hay quien se remonta a la época de los egipcios para hablar de los primeros encajes en la historia de la humanidad, aunque por aquel entonces las técnicas eran otras. El encaje de bolillos usa un sistema específico de tejido y esto es también parte de su atractivo. Todo esto en su conjunto ha permitido que en algunas zonas se haya convertido en un medio de vida y en otras sea una afición o hobby.

Cómo es el encaje de bolilllos

La técnica de este tipo de encaje consiste en la utilización de unas bobinas o bolillos de madera a los que van enrollados los hilos que van a configurar el encaje, antaño de seda, lino y seda, sobre todo, o también lana. Estos hilos son manejados por la encajera siguiendo un patrón generalmente dibujado sobre un cartón o “picado”, y se sustentan sobre unos alfileres que a su vez sujetan el patrón sobre una almohadilla. Después, las habilidosas manos de la trabajadora van encajando el material siguiendo las formas que le indica el dibujo hasta formar la pieza.

Hoy en día hay tres lugares principales en España donde esta tradición perdura tal cual gracias a diversas iniciativas que han permitido que este oficio no caiga en el olvido e incluso han propiciado que en algunas situaciones se convierta en una forma de ganarse la vida.

Encaje de bolillos

Camariñas

Uno de estos sitios es Camariñas (La Coruña, Galicia). Cuenta la leyenda que el oficio llegó a estos lares de manos de una superviviente de un naufragio de un barco italiano. Los lugareños la acogieron junto a otros viajeros y en agradecimiento la mujer les enseñó la técnica de los bolillos que enseguida se extendió por toda Galicia.

Fuera o no así, lo cierto es que este trabajo manual es actualmente unos de los motores turísticos del lugar. Desde el año 1981, durante la Semana Santa se celebra "A Mostra do Encaixe de Camariñas", un certamen comercial y cultural de ámbito internacional, catalogado como Interés Turístico de Galicia. Además, la localidad posee el Museo do Encaixe de Camariñas donde este arte se puede ver plasmado en todo tipo de muestras textiles como mantelerías, paños, sábanas, flecos, colchas, etcétera.

Almagro

En Almagro (Ciudad Real, Castilla-La Mancha) y otros municipios del Campo de Calatrava, el encaje de bolillos es tradición desde hace cientos de años. Tampoco se sabe a ciencia cierta cómo llegó a esta región, pero todo apunta al vínculo lanero de Castilla con los Países Bajos, donde la práctica encajera estaba muy asentada, a lo largo del siglo XVI. En esta época ya era una labor remunerada y extendida, tal y como se puede constatar en un par de menciones que Miguel de Cervantes realiza en El Quijote al respecto de este oficio.

En el Museo del Encaje y la Blonda de Almagro se recogen todos los detalles de este arte, además de distintas piezas y utensilios con los que se realizan las mismas. Igualmente se desarrolla un Encuentro Anual de Encajeras.

Encaje de bolillos

Cataluña

En Cataluña el encaje de bolillos es conocido como “puntas al coixi” o “puntaires”, y pervive con más intensidad en las poblaciones de Arenys de Munt y Arenys de Mar, en la provincia de Barcelona. Su especialidad es la blonda, un tipo de patrón que se usa principalmente para cuellos, puños y mantillas. En esta zona también realizan encuentros y actividades diversas para promocionar sus trabajos artesanales.

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