Anatolio Díez: "El colectivo de pensionistas y jubilados ha sido vilipendiado en los últimos años"

Anatolio Díez Merino (Orzonaga, León, 1953), Secretario General de la Federación de Pensionistas y Jubilados de UGT-UJP, se afilió en 1976 y lleva casi toda su vida en el sindicato. Minero de profesión, su actividad comenzó en el carbón. “Allí estuve ligado a UGT y fui miembro del comité de empresa de Comercial Minera del Carbón. Antes de tener responsabilidades de ámbito estatal pasé por todos los eslabones del sindicato. En 2008 me jubilé y en 2009 regresé para hacerme cargo de la Federación de Pensionistas de Castilla y León y desde 2015 estoy aquí, en la estatal. En resumen, una vida dedicada al sindicato en cuerpo y alma”.

Anatolio Díez asegura “estar muy decepcionado” con la ruptura del Pacto de Toledo “porque se ha perdido un tiempo precioso para lograr hacer sostenible el sistema público de pensiones. Estábamos muy esperanzados en que se consiguiera ese acuerdo y esto nos ha sorprendido totalmente y muy negativamente. Creo que el Gobierno aún tiene armas para poder articular mecanismos que por lo menos hagan más suave esa ruptura y no poner en peligro el propio sistema”, explica Díez antes de añadir que hemos decidido movilizarnos y vamos a presionar hasta última hora, porque es mucho lo que hay en juego”.

Díez insiste: "El Gobierno tiene aún posibilidades de hacer cambios. Existe el decreto ley que puede utilizar para, al menos, salvar las tres o cuatro cuestiones más importantes como el factor de sostenibilidad, consolidar de manera definitiva la revalorización, etc. Estamos hablando de justicia y de legalidad, si el PSOE aplica la normativa actual no estará incurriendo en ninguna ilegalidad y hará justicia con un colectivo, el de pensionistas y jubilados, que la necesita. La reforma de 2011 es la que debemos de tomar como punto de referencia”.

Pensionistas pobres

“Con la ruptura del Pacto se ha perdido una oportunidad histórica de recuperar los derechos perdidos en estos últimos años de gobierno del PP, que fueron desastrosos tanto para trabajadores como paras pensionistas. Por primera vez los políticos tenían la oportunidad de recuperar parte de todo esto porque el destrozo es mayúsculo. Hoy tenemos un enorme problema con pensionistas que son pobres y trabajadores que también lo son. En torno al 50% de las pensiones están alrededor de los 600 euros. Nosotros teníamos propuestas para paliar esa situación, lo mismo que se hizo con las pensiones de viudedad, cuando se pasó del 52 al 60% en una etapa transitoria. En vez de hablar de porcentajes, se podía hablar de cantidades. Nuestro objetivo es que las pensiones mínimas no suban sólo el 3%, porque así nunca vamos a llegar. Queremos hablar de cantidades contantes y sonantes que todos los años van a subir de manera transitoria hasta que se alcance el salario mínimo interprofesional, que sería el punto de referencia”, explica.

Ante la posibilidad de que la situación cambie tras las próximas elecciones, Díez comenta que “si tenemos en cuenta las políticas que se han llevado a cabo hasta ahora por parte de los partidos de derecha que han estado gobernando, no tenemos ninguna opción de recuperar los muchos derechos perdidos que repercuten directamente sobre el estado del bienestar y en la forma de vida de jubilados y pensionistas. Corremos el peligro de que no se tenga en cuenta la situación de la dependencia o el tema de los copagos, donde estamos hablando de personas que abandonan tratamientos para poder comer, otros que dejan de ir a las consultas y de muchas personas dependientes se mueren esperando una pensión reconocida que no han cobrado”.

“Socialmente el colectivo de pensionistas y jubilados ha sido vilipendiado en los últimos años -continúa Anatolio Díez-. Uno de nuestros caballos de batalla más importantes es que las pensiones de viudedad. Deben subir y más si tenemos en cuenta que la brecha de género hace imprescindible reconducir este tema que con la ruptura del Pacto a vuelto a quedar en el tintero, a pesar de ser imprescindible que de una vez mejore la pensión de viudedad e ir eliminando la discriminación de género en relación a las mujeres, porque estamos hablando de mujeres que en igualdad con el hombre, en el mismo puesto de trabajo, tienen pensiones más bajas que sus compañeros”.

Recaudar más y no malgastar

Para el secretario general de UGT-UJP “es indignante que el artículo 50 de la Constitución -que recoge el derecho a pensiones dignas-, no se aplique" y matiza que sucedió lo mismo cuando se vulneró el artículo 48 de la Ley General de la Seguridad Social donde nos quitaban la paga compensatoria. Pero esto también lo vamos a denunciar y lo vamos a combatir, porque sí hay dinero para las pensiones, pero hay que gestionarlo de otra forma. Se tiene que derogar la reforma laboral para que los trabajadores empiecen a tener salarios dignos que les permitan vivir y aumentar sus cotizaciones a la Seguridad Social. En segundo lugar, a día de hoy la Seguridad Social está pagando cosas que no debe pagar y que están repercutiendo en sus cuentas. Por ejemplo, las ayudas a la contratación que salen de las arcas de la Seguridad Social cuando deberían salir de los Presupuestos Generales del Estado, porque no tienen nada que ver con las pensiones. Si los gastos de funcionamiento de todos los ministerios funcionan a través de los PGE, ¿porque los gastos de funcionamiento del Ministerio de Trabajo lo paga la Seguridad Social?”.

“Y en tercer lugar, hay que destopar las cantidades máximas para que cada uno cotice por lo que de verdad cobra. No es admisible que sólo los trabajadores coticen de verdad por lo que cobran y aquellos que tienen sueldos muy importantes tengan un tope máximo a la hora de cotizar. Sólo con estas tres medidas estaríamos hablando de unos 14, 15 o 16.000 millones. Si contamos con que la deuda de la Seguridad Social son 18.000 millones, casi habríamos equilibrado la situación”, concluye Antolio Díez para quien “simplemente se trata de recaudar más dinero y no gastar lo que no debes”.

Intereses compatibles

Respecto a otro tema candente, el de la compatibilidad de las pensiones con otros ingresos procedentes del trabajo, como por ejemplo es el caso de escritores, músicos y artistas, Díez mantiene que “este es un problema que tiene difícil encaje". Explica que en una situación con un 14 o un 15% de paro, "no es posible que una de las alternativas sea que la gente siga trabajando. Hay que fijar una edad de jubilación y a partir de ahí todo el mundo se tiene que jubilar para que la gente joven no tenga que emigrar y consiga su puesto de trabajo aquí, sin necesidad de marcharse a ningún lado. Pero, por otra parte, una persona que es escritor puede seguir escribiendo después de jubilarse, pues claro que sí. Yo creo que son intereses compatibles. Una cosa es la norma y otra las excepciones”.

Y es que en la cuestión de si la jubilación es un derecho o una obligación, Anatolio Díez lo tiene muy claro: “Es un derecho, lo que sucede es que en España todo el mundo tiene también derecho a comer y mientras esa situación no se pueda dar para todos, habrá que regular y marcar normas, plazos y compromisos, porque si estuviésemos con 3% de paro podría ser razonable, pero como no es así, lo principal es asegurarnos de que todos puedan vivir y tener sus principales necesidades cubiertas”.