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La campaña El último regalo promovida por el Gobierno de Canarias para concienciar en la prevención de la Covid-19 se ha alzado con el premio Agripina a la mejor campaña institucional de España y se suma al 'Bronce' obtenido hace algunos días en el certamen El Ojo de Iberoamérica.
Besay Fernández, director creativo de la agencia Mientras Tanto, diseñadora de la campaña, ha comentado que surgió en junio, en pleno desconfinamiento, y desde el principio tenían claro que debían dar un "hachazo con el mensaje", siendo "claros y contundentes", pues era un momento en el que muchas las personas no eran del todo conscientes de que pequeñas acciones tenían consecuencias.
La idea era utilizar un "fenómeno traumático" y ser "impactantes" y ahí entra en juego como una "sucesión de errores" por no respetar las medidas acaba en nefastas consecuencias que se simbolizan en el respirador a modo de 'último regalo'.
Fernández comenta a Europa Press que no dudaban de que la campaña iba a tener impacto en las islas pero confiesa que les ha "desbordado" la repercusión, detallando, a modo de ejemplo, que solo en el canal de Facebook del Gobierno de Canarias llevan 27 millones de reproducciones –2 millones en las primeras 24 horas– o ha salido más de 200 veces en medios de comunicación.
"Estalló a nivel nacional, salió en los informativos y se han hecho hasta parodias", señala, subrayando también que la campaña ha llegado a más de 15 países, especialmente en Sudamérica y Argentina, donde han inspirado a otros anuncios.
Aparte del premio Agripina, Fernández se muestra muy orgulloso del premio iberoamericano, que reúne a las grandes compañías de habla hispana. "Somos unos mosquitos al lado de unos elefantes", destaca.
Las piezas audiovisuales de El último regalo, en sus dos versiones: larga de 1,17 minutos y la corta de 0,21 minutos, muestran a una familia que se reúne para celebrar el cumpleaños del padre.
Ninguno de los miembros de la familia se hace lavado de manos, ni lleva mascarilla, ni guarda la distancia de seguridad, ni evita los contactos estrechos como besos y abrazos.
Tras soplar las velas, el anciano cumpleañero abre El último regalo, un respirador, que es lo que necesita en la siguiente escena, pues se le ve ingresado en la Unidad de Medicina Intensiva de un hospital tras haber contraído la COVID-19 porque ninguno de los miembros de su familia cumplió con las recomendaciones sanitarias para prevenir contagios.
La Consejería de Sanidad del Gobierno canario insiste en la importancia de mantener las medidas de seguridad como son la correcta higiene de manos, guardar la distancia interpersonal de 1,5 metros y el uso de mascarillas en ambientes cerrados y cuando no sea posible mantener la distancia.
En este sentido, recuerda que en las reuniones familiares solo están exentos de usar la mascarilla aquellos integrantes de un mismo núcleo familiar conviviente.