
Así vivieron agricultores y ganaderos los incendios: "Fueron los primeros en defender sus pueblos"
Desde UPA consideran que las ayudas "son un parche, no la solución"

Las ayudas del Gobierno por los incendios, insuficientes para quienes lo han perdido todo
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Este año 2025 podría convertirse en el año más devastador en cuanto a incendios forestales en España de los últimos 30 años, ya que, según los datos que maneja el Gobierno, la superficie quemada es de 362.472,82 hectáreas, la mayoría de carácter forestal, mientras que la superficie agraria afectada es de 35.421 hectáreas, un 9% de la superficie.
Para la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha sido una ola de incendios "terrible" que ha afectado a numerosos municipios, según ha destacado a 65YMÁS Aurelio González, secretario general de UPA Castilla y León y UPA Zamora, que considera que las ayudas "son un parche, no la solución".

"Fueron los primeros en defender sus explotaciones y pueblos"
"En general, todos los habitantes del medio rural de estos pueblos, y más los ganaderos, por supuesto, lo han vivido con una gran preocupación", explica González, que destaca que, ante la "gravedad" de la situación, en algunos casos incluso "se han puesto manos a la obra para salvar sus pueblos". "Los ganaderos y los agricultores han sido los primeros en defender sus explotaciones y sus pueblos con la maquinaria que disponían", afirma.
La situación es diversa, y las pérdidas son numerosas, y es que, según explica, "hay agricultores y ganaderos que están muy afectados y otros menos". Explotaciones ganaderas, instalaciones, maquinaria, provisiones de paja y forrajes, cultivos por cosechar, alimentación del ganado, colmenas, pastos... todo ello son "daños directos" a los que tendrán que hacer frente. De hecho, en el caso de los pastos "la preocupación es máxima porque hay muchos ganaderos que estaban teniendo los pastos de verano y tenían reservados los pastos de invierno. Ahora se va a juntar todo el ganado a la vez en el mismo sitio, lo cual es un problema bastante serio".
Las ayudas "son un parche, no la solución"
Galicia, Castilla y León, Extremadura y Asturias ya han dado los primeros pasos para poner en marcha un paquete de medidas por los incendios forestales que han azotado a estos cinco territorios en el mes de agosto. Los respectivos gobiernos autonómicos han anunciado ya las primeras ayudas directas dirigidas a familias, viviendas, sector agrícola y ganadero y a empresas afectadas por las consecuencias de las llamas.
Por su parte, y una vez se han declarado zonas afectadas por emergencia, el Gobierno habilitó el procedimiento para que todos los damnificados por las 121 emergencias de protección civil registradas en España soliciten las ayudas de distinto tipo previstas en la Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil.
Según los datos que maneja el Gobierno, en total, se han visto afectados 440 términos municipales, de ellos 218 con explotaciones ganaderas, aunque por ahora el número de cabezas afectadas ha sido "limitado" con unos 526 animales afectados, aunque sí se ha visto gravemente afectada una explotación avícola de Ourense con la pérdida de 19.000 aves, tal y como ha detallado el ministro de Agricultura, Luis Planas.
En concreto, en Castilla y León, según los datos de Copernicus, se han quemado entre el 1 y el 21 de agosto 150.000 hectáreas de terrenos, se han evacuado a 26.274 personas y se ha producido el fallecimiento de tres bomberos.
El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publica en su edición de este lunes, 1 de septiembre, la Orden de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural por la que se dispone la concesión directa de subvenciones a los agricultores y ganaderos titulares de explotaciones agrarias dañadas y ubicadas en los municipios afectados por los grandes incendios forestales acaecidos en Castilla y León este verano.
Se trata en concreto de ayudas directas de 5.500 euros por un importe total de 2,53 millones de euros que llegarán a 460 agricultores y ganaderos profesionales titulares de explotaciones agrarias dañadas y ubicadas en los municipios afectados por los grandes incendios forestales del verano. Agricultura ha precisado que este importe se podrá incrementar en próximos acuerdos, en función de la superficie agrícola afectada, número de animales fallecidos, perdidos o sacrificados, colmenas destruidas, así como daños en instalaciones agrícolas, ganaderas y apícolas o cercados, en caso de que la cuantía derivada de la aplicación de los baremos supere los 5.500 euros.
La Junta de Castilla y León adoptó un acuerdo el pasado 20 de agosto para programar actuaciones para la recuperación de las zonas afectadas por incendios forestales que prevé ayudas directas a ganaderos, apicultores y agricultores para proteger la viabilidad de las explotaciones mediante la concesión directa de subvenciones en caso de pérdidas de producción agrícola y ganadera, muerte de ganado o la pérdida de colmenas.

Para hacer frente a la emergencia, la Junta autorizó este pasado jueves el pago de ayudas de 500 euros a 69 familias desalojadas. Y para agricultores y ganaderos, la Junta ha gestionado el suministro de más de 2.700.000 kilos de paja, forraje y pienso para 215 ganaderías de la Comunidad, atendiendo hasta el momento a 40.000 animales; y también alimento para 260 colmenas.
En cuanto a ayudas directas para los afectados, se compensarán la pérdida o el daño a viviendas con ayudas para la reconstrucción de hasta 185.000 euros. Según los datos facilitados por la Junta de CyL, se han contabilizado ya 42 viviendas con daños de distinto tipo, además de 20 en ruina o desuso y 155 edificaciones de otro tipo, como almacenes, patios, corralas o cobertizos, y 18 naves. Hasta el momento, se han aprobado ayudas para reparación de edificaciones y enseres por importe de 255.000 euros.
En Galicia, las industrias agrícola, ganadera y forestal recibirán ayudas para sufragar los daños. En el sector agrícola contempla: un máximo de 200.000 euros para reparar maquinaria o equipos afectados y un máximo de 750.000 euros por la pérdida total o parcial de producción (que en los viñedos será de 12.700 euros por cada hectárea quemada y en la producción de castaña 1,22 euros por kilo).
En Extremadura, en el ámbito agrario, las compensaciones serán también de 3.000 euros por hectárea de cultivo perdida, 500 euros por unidad de ganado mayor, 100 euros por colmena y 37 euros por metro lineal de cerramiento dañado. En cuanto al sector agropecuario, se pondrán en marcha ayudas directas a las explotaciones afectadas, en concreto a aquellas de cultivos permanentes inscritos como tales en el Registro de Explotaciones Agrarias (REXA) afectadas por los incendios. Se trata de cerezo, olivo, castaño declarado como frutal y cultivos asociados, así como las explotaciones apícolas dañadas que estuvieran asentadas en la superficie afectada por los incendios. A través de esta línea de ayudas, recibirán una compensación por pérdida de cultivo, pérdida de colmenas, pérdida de ganado o cerramientos dañados cifrada en 3.000 euros por hectárea de cultivo perdida, 500 euros por unidad de ganado mayor, 100 euros por colmena y 37 euros por metro lineal de cerramiento dañado. Además, Extremadura bonificará el 100% en la cuota del Impuesto sobre Aprovechamiento Cinegético para los cotos de caza que hayan perdido sus recursos y donde no se pueda desarrollar la actividad en esta temporada.
En Asturias, el Principado ha habilitado una partida de 800.000 euros para ayudas directas a los titulares de explotaciones cuyo ganado se haya visto afectado por los incendios forestales que han arrasado según Copernicus 2.405 hectáreas. La ayuda alcanzará los 100 euros por unidad de ganado mayor (UGM), de tal forma que será de 100 euros por bovino mayor de dos años o equino mayor de seis meses; 60 euros por bovino de seis meses a dos años; 40 euros por bovino menos de seis meses: y 15 euros por bovino y caprino.
Y en la Comunidad de Madrid, los afectados por el incendio de Tres Cantos, que provocó daños especialmente en Soto de Viñuelas, podrán empezar a pedir las ayudas a mediados de septiembre. Se trata de ayudas para la reparación de viviendas y explotaciones, contratación de empleados destinados a la limpieza y reparación de las zonas afectadas, reposición de ovejas de razas autóctonas de la mano del Imidra o la reducción de la tarifa del agua durante un año.
Con todo, para el secretario general de UPA Castilla y León y UPA Zamora "las ayudas siempre son un parche, pero no la solución. Ya no es la cuestión de más o menos ayudas. La cuestión es que esto pasó hace 3 años y no se ha hecho absolutamente nada. De hecho, todavía hay ayudas de las de hace 3 años que no se han pagado", señala, criticando que "no se ha aprendido nada por parte de la Junta y ha vuelto a pasar". Y, en concreto, en relación a la ganadería, a la valoración del saneamiento ganadero, considera que las ayudas son "totalmente insuficientes" y piden que se utilice la valoración de medioambiente para cuando hay pérdidas por el lobo, que es "más actual".
La necesidad de "un cambio de mentalidad"
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ya reclamaba ayudas directas y "medidas concretas" que respondan a las necesidades de los agricultores y ganaderos afectados por la ola de incendios que ha asolado España, al tiempo que solicitaba participar en el Pacto de Estado para la mitigación y adaptación a la Emergencia Climática para abordar este "gran desafío" que afecta al conjunto de la sociedad y, especialmente, a las explotaciones agrícolas y ganaderas.
UPA ha lamentado "profundamente" las pérdidas humanas y materiales. Ante esta difícil situación, ha puesto a disposición de los agricultores y ganaderos de todo el país su red de oficinas donde se facilitan servicios de apoyo y orientación para hacer frente a las consecuencias de esta tragedia.
Todavía es pronto para evaluar el alcance total de los daños, pero ven necesaria una reacción a la altura de esta tragedia por parte de las administraciones junto a la puesta en marcha de medidas concretas que respondan a las necesidades de los afectados. Así, entre las medidas necesarias en estos complicados momentos destacaban la provisión de alimento y agua de "forma urgente" para los animales que han sobrevivido a los incendios, ayudas directas para agricultores y ganaderos afectados y la revisión de las restricciones autonómicas que impiden el pastoreo en terrenos incendiados durante largos periodos.
"Estamos ante un panorama desolador. Si no se actúa, las consecuencias para miles de familias rurales serán irreparables", subrayaba el secretario general de UPA, que añade a este diario que "lo que tenemos que hacer, y desde luego desde nuestra organización lo que le hemos pedido ya al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, en la reunión que tuvimos hace días, es que queremos tener una reunión directa con medio ambiente para empezar a hablar y planificar lo que se tiene que hacer, cómo se tiene que hacer la gestión en los montes a partir de ahora, porque lo que se ha hecho desde hace muchos años ha sido precisamente echar a los pobladores de los pueblos de los montes, restringir y prohibir en muchos casos la entrada de la ganaderia en esos montes. Y lo que tenemos que hacer es todo lo contrario: facilitar precisamente volver a la gestión que teníamos anteriormente", cuando "la Junta directamente ayudaba a los ganaderos para que compraran maquinaria para desbroces, había colaboración de los forestales para hacer quemás controladas en los inviernos, y se hacía limpieza de esos montes. Eso es a lo que tenemos que volver, la parte más cercana de esos montes a nuestros pueblos tiene que estar limpia, no pueden estar abandonados como están".

"Nosotros hemos dicho muchas veces que si hay un medio ambiente que cuidar es porque lo cuidó alguien antes de que vinieran los ingenieros, y lo cuidaron nuestros abuelos, nuestros bisabuelos y nuestros padres, y a nosotros nos han echado del campo y del monte", explica, pidiendo un "cambio de mentalidad", puesto que, señala, "muchos de los problemas que ha habido con los incendios es que no había accesos, que los antiguos cortafuegos no estaban limpios sino abandonados, no había caminos". Si no se cambia esto, apunta, "volverá a ocurrir dentro de los años".
Detrás de la proliferación de los incendios hay factores que llevan años agravándose como es la reducción de la ganadería extensiva, clave para el mantenimiento del territorio; la falta de gestión eficaz en prevención, que ha dejado al campo en situación de vulnerabilidad y el cambio climático, una amenaza cada vez más evidente, tal y como recuerda UPA.
La organización agraria ha denunciado, sobre todo, el abandono de las explotaciones familiares y lamentado la falta de políticas de apoyo a este modelo productivo, lo que ha provocado que amplias áreas rurales queden desprotegidas y sin el mantenimiento que podría frenar la propagación del fuego, y en zonas de montaña y terrenos pronunciados de difícil acceso, esto es especialmente visible.
La recuperación de las zonas afectadas puede necesitar años, pero en lo que sí se puede actuar ya, insisten, es en la planificación y la prevención, "actuar en lo que no se ha quemado haciendo limpiezas, desbroces y mantenimiento" para que esto no vuelve a ocurrir, al menos no con la misma gravedad.