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Dr. Campayo: "Los mayores de 60 años son más felices que los jóvenes"

Marta Jurado/Patricia Matey

Jueves 6 de noviembre de 2025

9 minutos

El 'pope' español del mindfulness cuenta en su nuevo libro cómo decir adiós al sufrimiento inútil

Dr. Campayo: "Los mayores de 60 años son más felices que los jóvenes"
Marta Jurado/Patricia Matey

Jueves 6 de noviembre de 2025

9 minutos

El Dr. Javier García Campayo  es uno de los psiquiatras con más prestigio de España. Con una extensa carrera en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza y catedrático de la Universidad de Zaragoza, está considerado como el 'pope' español del Mindfulness, con un máster especializado en la misma universidad. Es además autor de libros como La quintaesencia de la meditación o Sueños lúcidos: aprende a desarrollarlos. Ahora nos vuelve a sorprender con su nueva publicación Adiós al sufrimiento inútilen el que explora las partes oscuras de la vida, recordando que el "sufrimiento es aquello que el ser humano rechaza y el dolor es inevitable, pero el sufrimiento innecesario tiene solución. Lo que sucede es que en muchas ocasiones no somos capaces de identificar qué tipos de sufrimiento experimentamos, porque si lo identificamos podemos aplicar soluciones específicas".

En el libro explica que hay tres tipos de sufrimiento:

  • El primero es el dolor físico, asociado a enfermedades o al envejecimiento. Aunque se trata con fármacos, también tiene un componente muy psicológico y disponemos de técnicas psicológicas que reducen el aspecto cognitivo y emocional.
  • Junto al dolor hay dos tipos de sufrimiento psicológico, el inevitable y el que se puede evitar. El inevitable que va ligado a la impermanencia, la vejez, la enfermedad, la muerte que son cosas que van a suceder. El evitable es el que surge de nuestros propios pensamientos que nos llevan a momentos del pasado que nos entristecen o anticipando cosas en el futuro que no tienen por qué suceder. El sufrimiento evitable es el primero que tenemos que trabajar, haciéndonos consciente de que estas son solo ideas, destaca el experto.

También hay técnicas para que hacer el sufrimiento inevitable más soportable, como la aceptación, y, además, nos ofrece herramientas para curar las heridas que nos paralizan, liberarnos de la negatividad y afrontar las dificultades con seguridad y asertividad. Hablamos con él sobre su nueva publicación.

PREGUNTA.- ¿Sufrimos tanto o sufrimos por lo que no debemos?

RESPUESTA.- Sufrimos mucho y la mayor parte del sufrimiento podríamos evitarlo con un buen entrenamiento mental y unas expectativas realistas sobre el mundo.

P.-  Dice usted que la mayoría del sufrimiento se debe a expectativas poco realistas, ¿cómo podemos sobrellevar mejor las incertidumbres que rodean a la jubilación y el camino a la vejez?

R.- Los estudios dicen que las personas mayores de 50-60 años son más felices que los jóvenes de 20-30 años. De forma natural, muchos seres humanos, con la edad, comprendemos que la vida tiene grandes limitaciones, que no hace falta estar persiguiendo cosas fuera, y que la felicidad está básicamente en nosotros mismos. Y entendemos que la vida es maravillosa, aunque tengamos que experimentar cierta cantidad de sufrimiento. Sobre esta base, la vejez y la jubilación implican algunas pérdidas (juventud, salud, trabajo) pero otras ganancias (tiempo, sabiduría, tranquilidad, perspectiva). Hay que centrarse en las ganancias, no en las pérdidas.

P.- Y la soledad, ¿qué nivel de sufrimiento genera y cómo podemos hacerle frente?

R.- Hay una soledad forzada, en la que uno quisiera estar con otras personas, pero no puede o no hay forma de conectar con otros. Las sociedades deberían desarrollar programas para disminuir esta soledad facilitando la convivencia con jóvenes, el reagrupamiento familiar, etc. En países como Gran Bretaña están tomándose esto muy en serio. Pero hay otra soledad buscada por uno, donde se disfruta de estar solo, de meditar o tener tiempo para uno mismo. Esto también es valorado por muchas personas mayores.

 

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P.- ¿Existen herramientas que realmente nos ayudan a superar el sufrimiento inútil?

R.- Todas las que desarrollamos en el libro: mindfulness o atención plena nos vuelve al momento presente y evita el sufrimiento ligado a rumiar el pasado (tristeza y culpa) o el futuro (ansiedad y miedo). La compasión facilita que nos perdonemos a nosotros mismos y a los demás, permite aceptar más fácilmente la separación de los seres queridos. La aceptación, una visión muy activa y nada pasiva, hace que cuando no podemos cambiar las circunstancias externas, modifiquemos nuestra visión del mundo para no continuar luchando estérilmente contra lo que no se puede cambiar. La desidentificación de las etiquetas nos hace más libres, permite soltar progresivamente esas etiquetas o máscaras con las que intentamos que nos quieran. Y la psicología positiva nos reconecta con la felicidad intrínseca de la vida humana, con el milagro de estar vivos.

P.- En su libro habla de la negatividad que nos rodea por todas partes ¿Cómo librarnos de ella?

R.- Con esa visión positiva que comentamos, con la aceptación de las imperfecciones del mundo, pero con el compromiso de intentar ayudar, en la medida que podamos, a que el mundo vaya mejor, porque eso es coherente con nuestros valores y nuestro sentido de la vida.

P.- Hablemos de las etiquetas y de los sénior, ¿cómo desidentificarse?

R.- En todas las edades tenemos unas etiquetas u otras, varían con la edad y el contexto externo, con las que nos identificamos y que intentamos defender, porque sentimos que eso es lo que valora la sociedad en nosotros y la razón por la que nos quieren. La profesión es una etiqueta importante que se pierde con la jubilación, pero hay otras etiquetas más psicológicas (soy sincero, honrado, de tal o cual ideología o los valores). Los seres humanos somos básicamente iguales, todos queremos la felicidad y evitamos el sufrimiento, todos necesitamos que nos quieran y hacemos lo que sea para conseguirlo. Cuando uno comprende eso, aprecia la bondad intrínseca del ser humano, las cualidades que todos tenemos de forma específica y no necesitamos “representar” el papel al que nos someten esas etiquetas.

P.- ¿Cómo diría que se debería combinar el binomio mayor esperanza de vida y salud mental?

R.- Una buena salud mental es la base de una buena salud general y facilita una mayor esperanza de vida. Disfrutar de la vida con espíritu positivo, disminuir el estrés y la rumiación con mindfulness, sentir el afecto de los demás y quererse a uno mismo con compasión, eso es medicina para la mente y para el cuerpo.

P.- Los mayores tienen la virtud de la resiliencia. Eso les convierte en menos vulnerables al sufrimiento ¿verdad? 

R.- La resiliencia no es patrimonio de una edad, sino de la forma en que se afronta la vida. He visto a muchos mayores sin resiliencia y a algunos jóvenes con gran resiliencia. La clave es que, los sucesos negativos o desagradables que necesariamente nos van a ocurrir en la vida, seamos capaces de comprender cómo pueden servirnos de crecimiento, podamos verlos como un desafío y un aprendizaje, de forma que al final de la vida podamos decir que todo lo que me ha ocurrido ha estado bien, aunque existiesen situaciones aparentemente negativas. Al aprender de ellas se han convertido en maestros valiosos, en momentos de crecimiento. Esto es más frecuente que ocurra en personas mayores, pero no ocurre siempre, ni mucho menos. 

P.- Hay una edad límite para iniciarse en el mindfulness? ¿Cómo puede ayudar a los jubilados?

R.- Nunca hay una edad límite para aprender o para empezar a mejorar. Los 65 o los 80 son un buen momento para empezar a practicar mindfulness. A los jubilados les puede ayudar a no estar siempre pensando en el pasado con nostalgia y a centrarse en el presente, en lo mucho que aún les queda por vivir y a degustarlo como si fuese un buen vino. Nunca sabemos el tiempo que nos queda de vida, pero ni siquiera los más jóvenes, por eso debemos agradecer cada momento de nuestra vida, cada sonrisa, cada abrazo.

P.- Como psiquiatra, ¿cómo aconseja afrontar "las sombras" de la vejez: duelos, dependencia, caída de expectativas...?

R.- Todas las edades pueden tener sombras, aspectos que tememos y no aceptamos. Los duelos nos acompañan siempre, vamos a ir perdiendo personas, cualidades físicas, posesiones, toda la vida. En la ancianidad es más evidente pero no es nuevo. El duelo es parte de la vida, el cambio continuo. Por eso es importante vivir la vida sin aferrarse a nada, saber que somos inquilinos de este planeta y que nuestra misión es intentar mejorarlo en lo que podamos. Al final de la vida, una clara sensación de propósito y de sentido, si hemos sido coherentes con él, ayuda a tener una paz de espíritu increíble.

P.- En su libro anterior nos relata ‘Sueños lúcidos. Aprende a desarrollarlos'. ¿Nos puede hablar de ellos?

R.- Son sueños en los que uno sigue durmiendo, pero es consciente de que esta soñando y puede modificar el sueño y sus contenidos.

P.- ¿Qué beneficios tienen en los mayores?

R.- La experiencia de un sueño lúcido, a cualquier edad, es fascinante. Uno sabe que hay una realidad más compleja que la que vivimos en el día a día. Para muchas personas es un reencuentro con su faceta espiritual.

P.- ¿Cómo pueden llevarlos a cabo?

R.- La práctica de mindfulness y la meditación es una buena ayuda. En general, requieren una serie de técnicas como preguntarse continuamente, en el día a día, si lo que estamos viviendo es un sueño o no.

Sobre el autor:

Marta Jurado/Patricia Matey