Con la llegada de las altas temperaturas, no solo llega el sol, las terrazas de verano y la playa. Con el calor es precioso adaptar al cuerpo a esa nueva situación e hidratarse correctamente es una de las máximas que debemos cumplir. Especialmente, cuando nos encontramos en una franja de edad mayor en la que somos más propensos a sufrir las consecuencias de ese clima extremo.
El agua forma aproximadamente el 60% de nuestro cuerpo por lo tanto sobra decir la importancia que tiene para nuestro organismo y la necesidad de beber líquidos para hacer frente a esa deshidratación que puede llegar a ser peligrosa en ciertas edades. Es cierto que acostumbrarnos a beber más de dos litros de agua al día puede parecer tedioso para algunas personas, especialmente para las de mayor edad que no tienen tanta sensación de sed, por eso podemos ayudarnos de estos alimentos que nos aportan nutrientes y mantienen nuestro cuerpo con un estado de hidratación óptimo.
Con el calor, nos apetece tomar comidas más ligeras y frescas por lo que es el momento ideal para incluir en nuestra dieta diaria una mayor cantidad de hortalizas en forma de cremas frías, ensaladas, así como una buena ración de frutas. Eso sí, destierra esa idea de abusar de helados, mejor si solo son caseros, granizados o refrescos. Lo único que te aportarán serán azúcares innecesarios. Olvídate también de tomar en exceso bebidas alcohólicas ya que son muy deshidratantes.
Por tanto, en tu lista de la compra no deben faltar:
No hay discusión alguna, lo mejor para hidratarnos es el agua. Es lo más sano. Pero, si te apetece a esa jarra de agua le puedes añadir unas fresas, limón o unas ramas de menta para hacerla más atractiva y refrescante. El té helado es otra opción saludable, siempre y cuando lo hagamos nosotros y no tiremos de latas azucaradas.