Alimentación

¿Qué hay de verdad sobre todo lo que se cuenta de la espirulina?

Teresa Rey

Foto: Bigstock

Lunes 23 de diciembre de 2019

6 minutos

Se la atribuyen muchos beneficios, pero de momento las investigaciones científicas no los avalan

Qué hay de verdad sobre todo lo que se cuenta de la espirulina
Teresa Rey

Foto: Bigstock

Lunes 23 de diciembre de 2019

6 minutos

La espirulina es un suplemento alimenticio que se obtiene de dos microalgas verdiazules del género Arthrospira, en concreto de las especies Arthrospira platensis y Arthrospira máxima. Son cianobacterias, una clase de organismos unicelulares que al principio se incluían en el género Spirulina y por ello muchos complementos que la contienen se denominan así. Su uso alimentario data de muchos siglos atrás cuando las tribus africanas que vivían en torno al lago Chad la incluían en su dieta o las poblaciones aztecas de México la empleaban en sus platos.

Esta alga crece en condiciones muy extremas a una temperatura de entre 30 y 40 ºC, y en aguas saladas. A día de hoy, la que se destina a su comercialización se cultiva mayoritariamente en estanques especiales o en aguas controladas, para evitar la contaminación de las especies. Después se limpia con agua dulce y el agua que queda impregnada se elimina por secado natural, de modo que se preservan sus cualidades.

Propiedades nutricionales

La planta en sí tiene unas propiedades nutricionales muy destacables, ahora bien otra cosa diferente es que ingerirla implique todos los beneficios que se la asocian. No hay que olvidar que los superalimentos no existen, por lo que es necesario ser cautelosos con este producto que además tiene contraindicaciones e interacciones medicamentosas.

Desde un punto de vista nutricional aportan cantidades importantes de proteína dietética, entre el 50% y 70% (en peso seco el 57%), y son muy digeribles, más que las proteínas animales, ya que son fibrosas. Destacan sus aminoácidos esenciales, las vitaminas y los minerales que contiene.

Aunque posee vitamina B12, no tiene la cantidad suficiente para usarse como complemento de la misma. Por ello, los vegetarianos o veganos, que suelen tener carencias de esta vitamina, tendrán que recurrir a otros suplementaciones. Incorpora además vitamina E, betacaroteno y clorofila.

Al mismo tiempo, hay que ser cuidadosos con el contenido de yodo que puedan tener los suplementos de espirulina, que en ocasiones pueden ser elevados. Otros minerales que la componen son el zinc y el selenio.

Espirulina

Los beneficios que se le atribuyen a esta sustancia son una mejora del rendimiento deportivo, intelectual y sexual. En concreto, se considera que es buena para los deportistas porque contiene proteínas de alta calidad por lo que contribuye al desarrollo muscular y además aumenta la hemoglobina en sangre con la que se obtiene una mayor resistencia ante el esfuerzo.

En ocasiones se vende como un suplemento que fortalece el sistema inmune o que tiene un efecto antitóxico contra los metales pesados y otras sustancia químicas que nos rodean. Igualmente se dice que es beneficiosa para la piel, que controla el colesterol o protege de la hipertensión arterial.

Sin evidencias

Sus bondades son infinitas para aquellos que la comercializan, algo que se hace en Estados Unidos desde finales de la década de los años 70. Ahora bien, a pesar de usarse para muchos trastornos no hay suficiente evidencia científica que avale estos supuestos beneficios ni para determinar si son o no eficaces en cada uno de ellos.

No se ha demostrado con los suficientes estudios pertinentes, que sea buena para mejorar el rendimiento físico, disminuir la fatiga o controlar el colesterol alto. Ni que ayude en la diabetes, para la enfermedad de las encías o gingivitis o en la depresión y ansiedad. Tampoco que favorezca la pérdida de peso, combata la presión arterial alta, intervenga en la cicatrización de heridas, etcétera…

¿Quién no debería tomarla en ningún caso?

Hay que destacar que en un principio si la espirulina se toma según las indicaciones, por un tiempo breve y con suplementos no contaminados, resulta “posiblemente segura” para la mayoría de las personas. Entre sus efectos secundarios pueden presentarse vómitos, diarreas, fatiga, cefaleas, malestar abdominal…

Los expertos indican que hay algunas personas que deberían de abstenerse de tomar esta sustancia. Este es el caso, de las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, ya que no se sabe el efecto que puede causar en estas situaciones.

suplementos nutricionales

En enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple (EM), el lupus (lupus eritematoso sistémico, LES), la artritis reumatoide (AR), el pemphigo vulgaris (un trastorno a la piel) y otras, se cree que podrían aumentar la actividad del sistema inmunológico, y por ello los síntomas de estos trastornos.

Al mismo tiempo, es posible que reduzca la coagulación, de modo que en personas con trastornos sanguíneos su consumo podría incrementar el riesgo de hematomas y sangrado. Como estas microalgas poseen una sustancia química llamada fenilalanina, podrían empeorar la fenilcetonuria, una alteración congénita del metabolismo.

¿Qué interacciones puede producir?

Si estamos tomando medicamentos para algún trastorno crónico o puntual hay que tener en cuenta posibles interacciones. En concreto, con fármacos que debilitan el sistema inmunológico o inmunosupresores, ya que si la ingesta de estas algas incrementa el sistema inmune, pueden disminuir su eficacia. En cualquier caso, si tenemos dudas o estamos ingiriendo cualquier otra medicación, debemos consultar siempre con nuestro médico para saber si es posible combinar la espirulina con el tratamiento que estamos tomando.

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Teresa Rey

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