Anna Blanco
Practicopedia
El arco senil en los ojos, muy habitual a partir de los 60 años
Se trata de una especie de anillo de color alrededor del iris
Hay personas que parece que tengan el iris de dos colores pero, en realidad, se trata del arco senil, una decoloración de la córnea que se da por la acumulación de sustancias grasas, denominadas lípidos. El aspecto resultante es un anillo alrededor de la córnea que puede ser de color blanco, gris suave o azul. Así, como la córnea es transparente y vemos el iris a través de ella, da la sensación de que este tenga dos colores, pero en verdad, está intacto.
El anillo senil, en el ámbito médico conocido como gerontoxon, es algo habitual si vamos cumpliendo años y, de hecho, se produce aproximadamente en el 70% de las personas de más de 60 años, llegando al 100% de los mayores de 85 años y afectando en mayor medida a los hombres. Lo habitual es que comience siendo una línea blanca o gris en forma de media luna en los márgenes superior e inferior de la córnea. A medida que va progresando, se completa la circunferencia con una banda de aproximadamente 1 mm de ancho alrededor de la córnea.
Pero ¿debemos preocuparnos si lo tenemos? A partir de los 45 años, su aparición se considera un proceso natural por lo que no implica ningún problema de salud o complicación. Normalmente, el oftalmólogo puede diagnosticarlo con una simple observación visual, no tiene síntomas, ni genera problemas de visión o precisa de tratamiento, por lo que, si tenemos el arco senil en nuestros ojos, no debe preocuparnos.
Solo debemos estar atentos, en los casos en los que el arco senil se dé en gente más joven porque su aparición puede estar relacionada con casos de colesterol alto y triglicéridos. Y es que, como hemos comentado, el arco senil es una acumulación de depósitos de grasa de cierta profundidad en el borde de la córnea. Por tanto, cuando aparece un anillo senil en personas menores de 45 años puede estar vinculado a niveles de colesterol severos, muchas veces debido a una causa genética al haber sido transmitida de padres a hijos (hiperlipidemia familiar) y se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca. Por supuesto, en cualquier situación o edad es aconsejable confirmar con el especialista para que valore si estamos ante este tipo de casos.