Uno de los elementos que mejor cuidan de tu piel es el body milk (o leche corporal) pues la hidrata y la nutre. Si además está hecho por ti, las ventajas serán incluso mayores pues sabrás a ciencia cierta que no contiene elementos nocivos para tu salud ya que conoces todo lo que le estás poniendo a tu cuerpo. Otra de las ventajas de preparar body milk en casa es la facilidad para hacerlo y que no son necesarios muchos ingredientes.
En primer lugar, se necesita agua, que puede ser de rosas, de lavanda, de hamamelis…. Eso sí, si quieres que te salga más económico, siempre puedes optar por hacer una infusión de lavanda, rosas, manzanilla, etc.
El segundo ingrediente clave es la Cera Lanette N, un emulsionante de origen vegetal que resulta clave en la elaboración de cremas y pomadas para darles consistencia. Este tipo de emulsionante destaca porque no deja en el cuerpo sensación grasa y además resulta apto para todo tipo de pieles.
Los aceites son la tercera pata de la ecuación. Los hay muy diversos, pero los más recomendables son los siguientes:
Finalmente, el último de los ingredientes es el aceite esencial. Al igual que en los anteriores, podemos elegir el que más nos guste por sus propiedades y por su olor. Unos ejemplos recomendables son:
En primer lugar debes disolver la Cera Lanette N en el aceite caliente al baño maría. A continuación echas poco a poco el agua y lo vas batiendo hasta obtener la textura deseada. En este punto incluso tienes la opción de añadir unas gotas de vitamina E como conservante.
Tras este proceso, debes envasarlo en un frasco (obviamente limpio) y ya estará listo para usarse con la certeza de que has elaborado un body milk adecuado a las necesidades de tu piel y, lo más importante, sabiendo que la composición del mismo es natural.