Todos conocemos a las napolitanas como esas crujientes galletas de tres colores que, si sabemos cómo hacerlas, están deliciosas y suelen ser de los dulces estrella en todas las pastelerías. En las napolitanas (no confundir con el bollo de mismo nombre), cada capa tiene un sabor distinto, por eso es esencial elegir bien para que se complementen.
Vemos, paso por paso, ingrediente tras ingrediente, cómo obtener unas napolitanas perfectas de la manera más sencilla.
Moja ligeramente de algún tipo de aceite o mantequilla suave un molde para pan de unos 20x12 centímetros y luego cúbrelo con papel de horno. Luego prepara la masa más oscura y la ligera siguiendo las instrucciones que detallamos a continuación.
Divide la masa oscura por la mitad. Coloca la mitad de la masa en el fondo del molde para pan, envolviéndola de manera uniforme. Agrega la masa más ligera, y envuélvela sobre la masa oscura. Agrega la masa oscura restante, volviéndola a envolver sobre la masa clara. Cubre con una envoltura de plástico y refrigera varias horas o incluso toda la noche.
Cuando estés listo para hornear, vuelve a calentar el horno a 200 grados centígrados. Moja de nuevo un poco las bandejas para hornear o cubre las bandejas con papel de horno. Agarrando los bordes superiores del papel, levanta la masa del molde, retira el papel y deséchalo.
Corta la masa a lo largo en tercios. Mantén un tercio de la masa fuera, envuelve la masa restante en una envoltura de plástico y llévala al frigorífico hasta que esté lista para usar. Luego corta la masa en rodajas de seis centímetros y colócalas a cinco centímetros de distancia en bandejas para hornear.
Hornea aproximadamente de 12 a 15 minutos minutos o hasta que las galletas estén listas. Retíralas de las bandejas para hornear y deja que se enfríen.