La crema perfecta: los ingredientes que sí funcionan según los dermatólogos

A pesar de que en el mundo de la estética el número de productos que superen las fases de comprobación sean reducidos, algunos lo han logrado, y el nivel de evidencia científica los ha convertido en las estrellas de la prescripción cosmética dermatológica. En esta línea encontramos ciertos derivados de la vitamina A (el ácido retinóico), los alfahidroxiácidos, la vitamina C, el ácido ferúlico y los protectores solares, que pueden utilizarse tanto por su su eficacia contrastada como seguridad, tal y como indica el Dr. Jorge Soto de Delás, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (@aedv_es). Todos ellos están presentes en muchas de las cremas que podemos encontrar en el mercado. Veamos cómo funcionan y cuáles nos interesan más.  

Vitamina A o ácido retinóico

El retinol es un activo que proviene de la vitamina A y cuenta con numerosos beneficios como la estimulación de la renovación celular, evita que las células envejezcan rápido y ayuda a la producción del colágeno. Además de suavizar las líneas de expresión y las arrugas existentes; también exfolia la piel a nivel celular, lo que da como resultado una piel nueva más luminosa y suave.

Los alfahidroxiácidos (AHA)

Los alfa hidroxiácidos (AHA) son moléculas hidrosolubles que ayudan a exfoliar la piel, eliminando las células muertas y produciendo una transformación epidérmica. Dentro de los alfa hidroxiácidos hay diversos tipos de ácidos, y el más conocido es el glicólico, que se extrae de la caña de azúcar, principalmente.

La vitamina C

Cuandp hablamos de vitamina C pensamos en luminosidad, pero uno de sus puntos fuertes es que favorece la creación de colágeno, esencial para mantener la firmeza de la piel y contribuye a la reducción de las manchas al rebajar la formación de melanina. También puede ayudar a reparar y prevenir la piel seca.

El ácido ferúlico

El ácido ferúlico es un potente antioxidante que se encuentra principalmente en las hortalizas, las legumbres, las frutas, los cereales y las semillas. La función del ácido ferúlico en las plantas para otorgar rigidez en la estructura y resistencia a la degradación por parte de microorganismos.  En los productos dermatológicos, es un potente activo que previene el envejecimiento y contribuye a frenar los efectos nocivos de las radiaciones solares, realizando una función similar que en la naturaleza: ayuda a proteger la integridad general de la piel.

Los protectores solares

Hay dos tipos de protectores solares:  los filtros físicos (sintéticos) que reflejan toda la radiación solar impidiendo que esta penetre en la piel y produzca enrojecimiento y quemaduras; y los filtros químicos (minerales) que actúan absorbiendo la radiación solar y transformándola en otro tipo de energía no nociva a la piel dando lugar a los factores de protección solar (FPS). La Comisión Europea permite el uso de filtros químicos en cremas solares, pero sólo en concentraciones reguladas que se consideran seguras. En cualquier caso, proteger nuestra piel de los efectos nocivos del sol es una inversión a largo plazo.

Algunos objetivos las cremas cosméticas como mejorar la textura de la piel, incrementar su luminosidad o disminuir las arrugas finas están en el fondo relacionados con la capacidad de hidratar la piel. Podemos encontrar sustancias que forman una película sobre la piel para retener el agua que se evapora, otras que atraen al agua como una esponja y las que permiten a la piel alcanzar temporalmente el estado de correcta hidratación. Pero una piel hidratada es una piel sana y bonita, por ello la hidratación de las pieles secas y maduras es la mejor inversión.