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¿Cuándo y por qué deberías cambiar tu colchón?

Mariola Báez

Foto: Bigstock

Viernes 8 de noviembre de 2019

6 minutos

Este elemento esencial para un buen descanso influye en la salud y hasta en el estado de ánimo

¿Cuándo y por qué deberías cambiar tu colchón?
Mariola Báez

Foto: Bigstock

Viernes 8 de noviembre de 2019

6 minutos

No hace falta ser un entendido en la materia para comprobar en primera persona que cuando no se duerme bien y el organismo no ha tenido el suficiente descanso, el día que se presenta no suele ser el mejor de nuestra vida. El insomnio es un problema de salud que afecta a más del 15% de la población, según señalan expertos de la Sociedad Española del Sueño (@Sociedad_SES), una cifra preocupante teniendo en cuenta la función esencial que el sueño nocturno cumple en nuestro ciclo vital.

Como recuerda la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (@seggeriatria), a medida que la edad avanza las pautas del sueño cambian, pero aunque las siestas cortas durante el día, empiecen a formar parte de los hábitos cotidianos, el descanso reparador nocturno, sigue siendo fundamental para una persona mayor. Existen muchas causas que pueden hacer que no se descanse todo lo deseable, pero si una de ellas es un colchón, que ya no cumple de manera idónea su función, cambiarlo es una sencilla prioridad que puede reportar múltiples beneficios.

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¿8, 10, 12… cuántos años dura un colchón?

No tienen fecha de caducidad, pero hasta el de mejor calidad sufre el lógico desgaste del paso del tiempo. Además, la duración del colchón va a depender de dos factores importantes: su uso, más o menos frecuente o esporádico, y también los cuidados de mantenimiento que haya recibido.

Aunque cada fabricante suele indicar la vida útil estimada de su producto, como idea general, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU @consumidores) estima que un colchón de buena calidad y conservado de forma adecuada, puede durar en óptimas condiciones para el descanso unos 10 años.

Por supuesto, hay señales muy claras que avisan de la conveniencia del cambio incluso antes de la fecha prevista. Entre las más importantes, que debes tener en cuenta, destacan:

  1. Deformación. Un colchón que no presente una superficie uniforme, sino que, al contrario, muestre zonas hundidas o "sospechosas" protuberancias (un muelle fuera de lugar) debe ser sustituido lo antes posible, por mucho que te puedas haber “acostumbrado” a su forma llena de irregularidades.
  2. Reacciones alérgicas. Las alergias tardías, que aparecen superados los 60 años, no son algo excepcional. Si notas que, desde hace unos meses, al acostarte desarrollas síntomas de alergia (estornudos, picor nasal, lagrimeo...) puede que el problema esté en el colchón. También es posible que el colchón, quizá por un inadecuado mantenimiento, se haya convertido en lugar favorito de proliferación de ácaros, en cuyo caso, necesita una limpieza en profundidad o quizá, si ya tiene unos años, haya llegado el momento del cambio.
  3. Dolor. Es el aviso más claro. Si no padeces patología alguna que cause síntomas dolorosos durante el día te encuentras bien, pero, tras el descanso nocturno, te levantas con molestias generalizadas o con dolores perfectamente localizados (especialmente de espalda) tal vez la causa esté en ese colchón que ya no es el más adecuado para ti.
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¿Cómo puede afectar el estado del colchón a tu salud?

Existen multitud de modelos de colchones y es importante encontrar el que mejor se adapte a tus necesidades. Muelles, látex, viscoelástica… lo más importante es que ese soporte, en el que descansas tantas horas, mantenga la alineación natural de la columna vertebral, sin provocar tensión en las cervicales y sin forzar“curvas” por  la presencia de zonas hundidas.

Los elementos pensados para el descanso nocturno (colchón, almohada y base) deben formar un tándem perfecto que haga posible cumplir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (@OMS_es) que aconseja dormir por la noche una media de 7 – 8 horas. Con un colchón inadecuado va a resultar algo complicado.

Dolor de cuello y/o espalda, molestias musculares (calambres), dificultades respiratorias que se acentúan durante la noche… son muchas las dolencias que podrían mejorar con un colchón en condiciones óptimas, todo ello sin olvidar que algunos estudios relacionan la falta de un descanso reparador con un empeoramiento de la salud cardiovascular.

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Colchón nuevo: medidas básicas para mantenerlo impecable por más tiempo

Una vez que hayas adquirido el colchón que más te conviene teniendo en cuenta aspectos importantes como el material en el que esté elaborado y su nivel de dureza, toca poner en práctica tres sencillos consejos que te ayudarán a mantenerlo en buenas condiciones, para que pueda proporcionarte un buen descanso durante muchos años, por ejemplo:

  • Una funda lavable aumentará su durabilidad de la manera más simple.
  • Si tu colchón tiene dos superficies diferenciadas (verano – invierno) recuerda darle la vuelta en el momento oportuno. Cada una de ellas está acabada en un tejido diferente (más fresco y ventilado o más mullido y abrigado) para que descanses mejor teniendo en cuenta la temperatura ambiente.
  • Retira cada cierto tiempo las posibles partículas de polvo o suciedad, bien con un cepillo suave o con un aspirador de boquilla estrecha.

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Mariola Báez

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