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Gracias a estos sencillos trucos no volverás a limpiar mal tu inodoro

Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Miércoles 11 de septiembre de 2019

ACTUALIZADO : Domingo 23 de agosto de 2020 a las 10:24 H

3 minutos

Lo recomendable es tenerlo limpio de forma diaria, sobre todo si viven muchas personas en casa

Trucos para limpiar correctamente el inodoro
Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Miércoles 11 de septiembre de 2019

3 minutos

El baño es una de las estancias de la casa, junto con la cocina, que mayor trasiego diario recibe de todas las personas que viven en una casa. De ahí que la limpieza deba ser habitual y a conciencia, especialmente en lugares como el inodoro, donde se acumulan una gran cantidad de gérmenes y humedad.

Hoy no solo te vamos a dar unos sencillos trucos para dejar impoluto y sin malos olores tu retrete, sino que te explicaremos las claves para que sea completamente seguro y esté desinfectado al 100%. Una forma de desterrar los malos hábitos y errores que cometemos de forma frecuente al pasar la bayeta por este rincón de nuestro aseo. 

No lo limpies solo una vez a la semana

Puede que la falta de tiempo o la pereza te impidan cumplir con esta máxima, pero es importante tener el inodoro limpio cada día, sobre todo si recibes la visita de muchas personas o hay niños o enfermos en casa.

El fin de semana se puede hacer una limpieza algo más profunda, empleando productos con lejía para desinfectar el WC y otros naturales, como el vinagre o el bicarbonato, que combinados serán la solución más eficaz cuando haya restos de cal. Además, no está de más que te pongas unos guantes de plástico para hacer esta tarea.

Trucos para limpiar correctamente el inodoro

Rincones olvidados donde se acumulan las bacterias 

Cuando procedemos a limpiar nuestro inodoro, puede que insistamos con la bayeta en la zona interior del mismo, en el conducto por donde se va el agua. No está mal hecho, pero tampoco es importante detenernos demasiado en este aspecto, ya que cada vez que usamos el aseo, se lava con agua y usamos la escobilla de mano.

Entonces, lo esencial es no olvidarnos de esos rincones que pueden ser foco de bacterias, como el borde interior donde se acumula la suciedad y, sobre todo, la tapa, el asiento (con su parte posterior) y el botón de la cisterna. Este último punto es especialmente significativo ya que accionamos el tirador con las manos todavía sin lavar, por lo que es importante hacer un buen repaso a este elemento que es más susceptible de estar contaminado.

Y ya si queremos ser muy exhaustivos, podemos emplear un cepillo de dientes viejo para limpiar las juntas o la zona donde estén los tornillos de sujeción de la tapa del aseo, como paso final de la higiene de nuestro inodoro.

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Victoria Herrero

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