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El hábito que protege el corazón de las mujeres menopáusicas

Patricia Matey

Foto: Bigstock

Miércoles 16 de julio de 2025

9 minutos

De todos los factores, dormir es crucial para su salud cardiovascular a largo plazo

bEl hábito que protege el corazón de las mujeres menopáusicas. (Bigstock)
Patricia Matey

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Son ya muchos los estudios actuales que han demostrado que las mujeres de mediana edad enfrentan un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV). La transición a la menopausia, que coincide con la mediana edad, es una etapa crítica para su desarrollo marcada por una disminución del estradiol y cambios adversos en los lípidos, la composición corporal y el metabolismo, como se recoge en una investigación de 'Circulation'.

Durante esta transición, se ha demostrado que las medidas subclínicas de la salud vascular, como el grosor de la íntima-media carotídea (gIMC), la velocidad de la onda de pulso (VOP) y la presencia de placa carotídea, que son marcadores tempranos de riesgo de ECV, aumentan, y estos aumentos no se explican únicamente por el envejecimiento, ilustra un trabajo de 'British Medical Journal'. 

Por lo tanto, la mediana edad en las mujeres representa una oportunidad para la detección del riesgo de ECV y para la implementación de estrategias de prevención temprana.

Life's Essential 8

Mantener un estilo de vida saludable es crucial para prevenir las patologías del corazón. En 2022, la Asociación Americana del Corazón (AHA) introdujo una métrica de salud cardiovascular conocida como Life's Essential 8 (LE8), para clasificar el riesgo de ECV y mejorar la salud cardíaca de todos los estadounidenses. LE8 comprende cuatro hábitos de salud modificables (dieta, actividad física, exposición a la nicotina y sueño saludable) y cuatro factores de salud: índice de masa corporal (IMC), presión arterial, niveles de colesterol y niveles de glucosa en sangre.

Cada componente de LE8 tiene una puntuación de 0 a 100, donde las puntuaciones más altas indican una mejor salud. Desde la publicación de la métrica LE8, los estudios han demostrado que puntuaciones totales LE8 más altas protegen contra eventos cardiovasculares, como ictus e infarto de miocardio (IM), y mortalidad por cualquier causa en la población general de 30 a 79 años, según los estudios NHANES8 y UK Biobank9, respectivamente. 

Sin embargo, pocos han examinado la asociación entre las puntuaciones totales LE8 y los marcadores tempranos de ECV, incluyendo medidas subclínicas de salud vascular. Hasta la fecha, la salud cardiovascular de las mujeres de mediana edad en transición a la menopausia no se ha caracterizado adecuadamente utilizando LE8.

De igual manera, no se han caracterizado las contribuciones relativas de los componentes individuales al riesgo de ECV en mujeres de mediana edad. Por lo tanto, la transición a la menopausia podría tener implicaciones importantes en la predicción del riesgo de ECV, lo que contribuiría a la identificación de estrategias de prevención relevantes para mujeres de mediana edad.

Nuevas evidencias

Ahora se ha constatado que durante el camino a la menopausia, solo 1 de cada 5 mujeres obtiene puntuaciones óptimas según la herramienta de evaluación de la salud de la Asociación Americana del Corazón, conocida como Life's Essential 8 (LE8). Entre los ocho componentes de la herramienta, cuatro de ellos (glucemia, presión arterial, calidad del sueño y consumo de nicotina) son clave para determinar el riesgo cardiovascular futuro, siendo el sueño particularmente crucial para la salud cardiovascular a largo plazo.

 

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Los hallazgos, publicados en 'Menopause', fueron realizados por investigadores de la Universidad de Pittsburgh, la Facultad de Medicina Albert Einstein y la Universidad de Baylor.

"Anteriormente hemos demostrado que la transición a la menopausia es un momento de mayor riesgo cardiovascular", ha afirmado en un comunicado la autora principal, Samar R. El Khoudary de la Universidad de Pittsburgh, que ha reconocido que "este estudio subraya que también representa una oportunidad para que las mujeres tomen las riendas de su salud cardíaca".

El equipo analizó datos de salud recopilados de aproximadamente 3.000 mujeres que participaron en el Estudio de la Salud de la Mujer en Todo el País (SWAN), un estudio longitudinal, multicéntrico y multiétnico en curso sobre mujeres de mediana edad que comenzó en 1996.

Los investigadores compararon las puntuaciones LE8 de las mujeres al inicio, alrededor de los 46 años, con sus trayectorias de salud evolutivas a lo largo del tiempo, desde medidas de enfermedad cardiovascular subclínica, como el aumento del grosor de la arteria carótida, hasta eventos cardiovasculares, incluidos ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, y mortalidad por todas las causas.

Los investigadores también examinó los impactos de cada uno de los componentes individuales de LE8: nutrición, actividad física, abstinencia de tabaco, sueño, índice de masa corporal, lípidos en sangre, azúcar en sangre y presión arterial.

Los datos

El análisis mostró que cuatro componentes de LE8 (glucosa en sangre, presión arterial, calidad del sueño y consumo de nicotina) eran los factores más importantes que impulsaban los riesgos cardiovasculares futuros de los participantes del estudio. Sobre todo, el sueño se reveló como un posible predictor de los efectos a largo plazo de las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad por cualquier causa, aunque no se relacionó con los efectos a corto plazo del engrosamiento de la arteria carótida.

El equipo descubrió que, en la mediana edad, alcanzar el nivel de sueño saludable definido en Life's Essential 8 como un promedio de siete a nueve horas para la mayoría de los adultos , puede contribuir a la salud cardíaca y la longevidad de las mujeres, una hipótesis que debería evaluarse en un futuro ensayo clínico, ha destacado Ziyuan Wang, candidata a doctorado en Salud Pública de Pitt y coutora del ensayo.

Las puntuaciones totales bajas de LE8 se correlacionaron con un mayor riesgo cardiovascular, como se esperaba; sin embargo, solo el 21 % de las mujeres de mediana edad estudiadas tenían una puntuación LE8 ideal.

"Dado que las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte en las mujeres, estos hallazgos apuntan a la necesidad de intervenciones médicas y de estilo de vida para mejorar la salud cardíaca durante y después de la menopausia entre las mujeres de mediana edad", ha recalcado El Khoudary.

Sobre el autor:

Patricia Matey

Patricia Matey

Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.

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