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La 'nueva receta' para mujeres posmenopáusicas: tener más sexo

Patricia Matey

Foto: Bigstock

Domingo 29 de junio de 2025

7 minutos

La actividad sexual regular reduce el dolor, la sequedad y la irritación. Hablamos con una experta

La 'nueva receta' para mujeres posmenopáusicas: tener más sexo
Patricia Matey

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Domingo 29 de junio de 2025

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La revolución sexual de los mayores de 50

 

Es es de sobra, o se dice, que las mujeres suelen perder el interés en el sexo con el paso del tiempo. Pues es necesario recordar que está demostrado científicamente que el orgasmo y la satisfacción no disminuyen significativamente con la edad.

De hecho, en declaraciones a este diario Francisca Molero, directora del Instituto Iberoamericano de Sexología, sexóloga clínica, terapeuta de la Clínica Máxima (Barcelona) y Presidenta de Honor de la Federación española de Sociedades de Sexología (FEES), recalca que al contrario de la edad, "el orgasmo se ve afectado sobretodo cuando hay problemas de salud mental, fundamentalmente la depresión y los tratamientos antidepresivos".

La importancia de una buena atención médica, una esperanza de vida saludable y la longevidad es fundamental en una población mundial en proceso de envejecimiento. Las deficiencias en las hormonas sexuales son un problema de gran repercusión, y en particular, la de los estrógenos durante y después de la menopausia puede reducir la esperanza de vida de las mujeres como refieren algunos trabajos, como el publicado en 'Fronteris', y afectar su calidad de vida (CV),a través de una afección denominada síndrome genitourinario de la menopausia (SGM).

En 2014, el síndrome se definió como un conjunto de síntomas y signos asociados con la disminución de los niveles de estrógenos y esteroides sexuales. Puede presentar síntomas genitales, sexuales y urinarios, como define un ensayo de 'Menopause'  

Los autores ya han publicado dos informes sobre el síndrome : uno sobre el estudio SGM  en Mujeres Japonesas (conocido como GENJA), actualmente en curso, en combinación con investigación etiológica y el otro sobre la asociación entre los síntomas del tracto urinario inferior, la disfunción sexual femenina (DSF) y el síndrome.

Nuevas evidencias 

Como seguimiento de los dos estudios publicados y mencionados anteriormente, se acaba de publicar otra investigación que sugiere que la actividad sexual regular puede limitar el dolor, la irritación y la sequedad vulvares, causas comunes de que las mujeres tengan menos relaciones sexuales a medida que envejecen. Los resultados se publican 'Menopause', la revista de Sociedad de Menopausia de EE.UU.

 

francisca molero

Dra. Francisca Molero, Directora del Instituto Iberoamericano de Sexología.

Como aclara la Dra. Molero, que es también profesora asociada de la Universidad de Barcelona, Presidenta de Honor de la Societat Catalana de Sexologia. ACMCB y miembro de la Academia Internacional de Sexología Médica (AISM): "Efectivamente este estudio corrobora a otros que han ido apareciendo. Uno de los elementos que ayudan a mantener y mejorar la sequedad vaginal y la funcionalidad genital es la actividad sexual periódica en solitario o compartida. La dispareunia por sequedad vulvovaginal referida al síndrome genito urinario es uno de los factores más importantes en el cese de actividad sexual en mujeres menopausicas".

Cuenta, además, que los "problemas sexuales por los que consultan más las mujeres en esta etapa son la dispareunia y el bajo deseo. Mantener la salud vulvovaginal es fundamental. Hay un gran arsenal terapéutico para mejorar la sequedad, el SGM, entre ellos los estrógenos locales son muy eficaces. La satisfacción sexual, comprende muchos aspectos, evidentemente el dolor es un factor negativo, pero si las mujeres tienen actividad sexual, la intimidad emocional, el conocimiento del cuerpo, de los cambios en la respuesta sexual y el cuidado de todo el cuerpo, especialmente genital, podrán conservarla".

900 mujeres de entre 40 y 79 años 

En el nuevo estudio, en el que participaron más de 900 mujeres de entre 40 y 79 años, los investigadores buscaron examinar la asociación entre la regularidad sexual y los síntomas problemáticos de la menopausia relacionados con la vulvovaginación. La vulva se refiere a los genitales femeninos externos, y la vagina a la anatomía interna. Los problemas comunes que se experimentan con la menopausia incluyen picazón, ardor, dolor, disminución de la lubricación y cambios en la apariencia de la piel.

La actividad sexual en los últimos 3 meses se definió como actividad sexual regular, mientras que la actividad sexual en el último año (pero no en los últimos 3 meses) se consideró actividad sexual menor. Como era de esperar, los investigadores confirmaron que la proporción de mujeres con actividad sexual regular disminuyó significativamente con la edad, lo que concuerda con el hecho de que las puntuaciones del Índice de Función Sexual Femenina (FSFI) para el deseo sexual, la excitación y la lubricación también disminuyeron significativamente con la edad. Consta de 19 preguntas sobre la función sexual femenina en seis dominios. Cabe destacar, sin embargo, que las puntuaciones de orgasmo y satisfacción no cambiaron con la edad, como hemos mencionado anteriormente.

Funciones y síntomas sexuales 

Con base en los resultados del estudio, los investigadores determinaron que algunas funciones y síntomas sexuales cambian con la edad, pero podrían persistir en mujeres con una actividad sexual menos regular. Este estudio también reveló que las mujeres con actividad sexual regular mostraron una baja prevalencia de síntomas relacionados con el GSM.

Los hallazgos resaltan la importancia de diagnosticar y tratar el SGM. "Solo el 2,9 % de las participantes reportó usar terapia hormonal. La terapia vaginal local con estrógenos en dosis bajas es segura y altamente efectiva para aliviar los molestos síntomas vulvovaginales que contribuyen al dolor y a la evitación de las relaciones sexuales. Y si bien una salud sexual óptima es fundamental para el bienestar general, también es imperativo reconocer el efecto que estos síntomas pueden tener en las mujeres que no son sexualmente activas. Se debe ofrecer tratamiento a cualquier persona que presente síntomas, ya sea que tenga actividad sexual o no. Se debe normalizar el uso de la terapia vaginal local con estrógenos en dosis bajas”, ha afirmado la Dra. Monica Christmas, directora médica asociada de la Sociedad de la Menopausia de EE.UU, en un comunicado.

Sobre el autor:

Patricia Matey

Patricia Matey

Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.

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