Economía

Mercedes, desempleada de 62 años: "En las entrevistas, de lo que menos hablo es de la edad"

Marta Jurado

Martes 19 de julio de 2022

5 minutos

En la pandemia se quedó sin trabajo y desde entonces no ha logrado un nuevo contrato

mercedes
Marta Jurado

Martes 19 de julio de 2022

5 minutos

Las estadísticas lo dejan claro: los mayores de 55 años desempleados son los que tiene más riesgo de estar en paro de larga duración, según un reciente estudio de la Fundación Adecco (@fund_adecco), y dentro de ese grupo, las mujeres son las que más difícil lo tienen. Una prueba de ello es Mercedes, de 62 años, que cuando empezó la pandemia se quedó sin trabajo y desde entonces no ha vuelto a encontrarlo. "En 2020 cerró el restaurante donde trabajaba, y desde entonces no he conseguido tener ningún otro contrato. Me ofrecen cosas en B, pero yo no me puedo arriesgar a trabajar sin seguro", cuenta a 65YMÁS.

Mercedes vive sola en una casa de alquiler de Tarragona y nos explica que subsiste gracias a las ayudas para desempleados mayores de 52 años, que apenas llegan a 600 euros al mes, y al apoyo de sus cuatro hijos. "Yo, que he llegado a ganar hasta 3.000 euros en mi mejor época, ahora tengo que ajustar mucho el gasto cada mes. No pongo ni ventiladores ni estufas y tengo que mirar bien los precios de todo, especialmente ahora que todo sube".

A pesar de ello, Mercedes no pierde la esperanza de encontrar un trabajo, y no quiere ni oir hablar de la jubilación. "Yo me encuentro bien física y mentalmente, quiero seguir trabajando, y además tengo que seguir cotizando". El problema, explica, es que no surgen oportunidades. "Desde que tengo 50 años noto que siempre contratan a gente más joven que yo. No te lo dicen directamente, pero casualmente, nunca te llaman". 

"Cuando tenía 30, me llovían las ofertas"

Una situación que sorprende a Mercedes, ya que cuando se incorporó por primera vez al mercado laboral, con 30 años y sin apenas experiencia, le llovían las ofertas. "Yo fue madre a los 18 años y apenas tenía el graduado escolar. Estuve criando a mis hijos hasta que mi marido tuvo un accidente y me tuve que poner a trabajar. Entonces pensaba que nadie me contrataría, pero empecé a trabajar en limpieza, hostelería y me gustó tanto que monté mi propio local".

La carrera de Mercedes evolucionó entonces hasta llegar a ser directora de una conocida franquicia de restaurantes italianos. "Pasé de chica de la limpieza, camarera, jefa de servicio, hasta directora y fui abriendo nuevos restaurantes en Andorra, Tarrasa, Igualada... Hasta mis 45 años, lo recuerdo porque es cuando tuve a mi primera nieta, estuve en pleno apogeo y me iba muy bien".

Todo se truncó cuando cumplió los 50 años

"Cuando tenía 50 y algo, me despidieron, hubo un cambio de grupo empresarial y justo rondaría la crisis de 2008". Fue entonces cuando empezó a sufrir en sus carnes la discriminación por edad o edadismo. "Aún con mi curriculum y mi experiencia, no volví a tener acceso a trabajar de encargada de tan alto nivel. En los procesos de selección yo siempre era la mayor".

"Tengo más experiencia que otros, pero yo siento que eso lo ven como algo negativo, piensan que no me sé manejar con los ordenadores, y no es así", alude en referencia a los estereotipos que vinculan a los mayores con la brecha digital. Y nos cuenta, que tras ese lapso en el paro, logró otro trabajo en hostelería, pero con salario de ayudante de camarera. "Con la crisis ya no fue lo mismo, tenía funciones de responsabilidad, pero no se pagaba igual que antes".

bar restaurante autonomos

La pandemia terminó por rematarla

En 2020 cerró el restaurante donde trabajaba y con 60 años, se quedó en la calle. "Justo con el confinamiento, me quedé sin empleo y eso fue muy duro. Si antes tenía la sensación de que tenía una vida laboral contada, ahora siento que estoy en la antepuerta de no trabajar más. Va a ser muy difícil dar la vuelta a esto", confiesa. Aún así, cada día se levanta para echar curriculums en portales de empleo online y en directo.

"He hecho alguna entrevista en estos dos años, pero ahora te ponen como excusa la pandemia para no contratarte o te ofrecen contratos en B". En el fondo, ella cree que la edad pesa mucho para descartarla respecto al resto de candidatos. "Tengo el pelo blanco, y aunque en las entrevistas de lo que menos hablo es de la edad, creo que es evidente".

Su familia, su gran apoyo

Pero no se cansa de luchar y nos cuenta que su familia es su gran apoyo. "Me dan muchos ánimos, me dicen que yo valgo", señala en referencia a que sus cuatro hijos hacen de soporte moral, pero también económico con alguna cantidad al mes. Pero ellos tienen hijos, también lo tienen complicado para pagar las facturas. Yo no quiero sobrecargarles, por eso quiero trabajar", insiste.

De ahí que Mercedes se haya apuntado recientemente a un programa para mejorar la búsqueda de trabajo al que se apuntó desde la oficina de desempleo. "Nos hacen test, nos dan clases y nos ayudan a preparar cartas de presentación. También me estoy abriendo a más sectores, a trabajar en fábricas, por ejemplo. Vamos a ver si hay suerte", desea.

Sobre el autor:

Marta Jurado

Marta Jurado

Marta Jurado es periodista especializada en Sociedad, Economía, Cultura, Política y redactora en el diario digital 65Ymás desde sus inicios. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III y en Filología Inglesa por la UNED, ha trabajado en medios de tirada nacional como El Mundo Público y las revistas Cambio16 y Energía16. Tiene además experiencia en comunicación corporativa de empresas e instituciones como BBVA o INJUVE.

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