
Los precios siguen subiendo: ¿Cómo afectará esto a mi pensión?
El IPC sube dos décimas en julio, hasta el 2,9%, la tasa más alta desde febrero de 2017

El Índice de Precios de Consumo (IPC) cayó un 0,7% en julio en relación al mes anterior y situó su tasa interanual en el 2,9%, dos décimas por encima de la de junio y la tasa más alta desde febrero de 2017, según los datos avanzados publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Con el dato de julio, el IPC interanual encadena su séptima tasa positiva consecutiva y continúa en sus niveles más altos desde 2017. Según Estadística, en el dato interanual de julio influyeron los servicios de alojamiento y el gas, cuyos precios aumentaron este mes frente a las bajadas del año pasado, y los alimentos y bebidas no alcohólicas, que disminuyeron más en julio de 2020 que este mes.

¿Cómo influirá en mi pensión una subida del IPC?
La aprobación del primer bloque de la reforma de pensiones lleva aparejada la revalorización anual de las prestaciones conforme al IPC (índice de Precios al Consumo), que entrará en vigor a partir del año que viene. Es decir, que los pensionistas pueden estar tranquilos, ya que su pensión no se estancará, aunque solo subirá en la medida en que lo haga la inflación.
La revalorización se llevará a cabo a partir de 2022 mediante una nueva fórmula que tendrá en cuenta el IPC del año anterior y, frente a lo que se propuso en un inicio, no se verá recortada en los años como 2020 en los que éste sea negativo. Es decir, que podrá subir o quedarse como estaba, pero nunca, bajar, según acordó el Ejecutivo con sindicatos y patronal.
La fórmula será revisada cada 5 años por el Pacto de Toledo y esta revalorización se aplicará a todas las modalidad de pensión contributiva; cómo la jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y en favor de familiares.
Aunque todavía no hay nada seguro, se estima que la pensión de jubilación subirá de media en unos 23 euros mensuales en 2022. Así se deduce de la letra pequeña del cuadro macro que acaba de actualizar el Gobierno y que dibuja una inflación del 1,9% en 2021, lo que apunta a un incremento de las pensiones en igual proporción para el próximo ejercicio. El Ejecutivo prevé un deflactor del consumo privado del 1,9% en 2021. Es el indicador que más se asemeja al IPC, ya que el Gobierno no realiza previsiones de inflación.
A la espera del desarrollo del contenido de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022, se trata de la primera referencia numérica que ha puesto negro sobre blanco el Ejecutivo para la revalorización de las nóminas de cerca de nueve millones de pensionistas en base al IPC a partir del día 1 de enero de 2022, cuando entrará en vigor la reforma de las pensiones pactada recientemente.

Último año de 'paguilla' extra
En 2022 se pondrá fin al actual sistema de cálculo, una fórmula provisional que sustituye al polémico Índice de Revalorización de Pensiones (IRP) aprobado en la reforma de 2013. Esta fórmula determinaba la evolución anual de las pensiones conforme a la situación financiera de la Seguridad Social. Dado su déficit estructural, la revalorización se quedaba en un incremento mínimo fijado en el 0,25%, que se ha ido actualizando a golpe de decreto.
2021 será la última vez que los pensionistas reciban una la conocida como 'paguilla'. No obstante en 2022 los pensionistas recibirán una paga compensatoria, ya que el IPC de este año será más alto de lo previsto. Con la nueva fórmula las pensiones no se devaluarán, pero tampoco ganarán poder de compra cuando los precios crezcan menos de lo previsto a comienzos de año.