Primera medida del Gobierno de coalición: sube las pensiones un 0,9%
El nuevo ministro de Seguridad Social, Escrivá, promete revalorizar las pensiones con el IPC
El economista Israel Arroyo, nuevo secretario de Estado de la Seguridad Social
La primera medida de calado del Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos ha sido revalorizar las pensiones en un 0,9%, según el IPC previsto, pero solo para el año 2020, sin anunciar una próxima subida de las pensiones mínimas y no contributivas (aireada durante la campaña electoral por ambos partidos), sin prometer el tantas veces reclamado blindaje de las pensiones, sin comprometerse a derogar la reforma del año 2013, que pensionistas y sindicatos exigen, sin garantizar, por tanto, que en próximos años los pensionistas vayan a mantener el poder adquisitivo, ya que, como el mismo presidente, Pedro Sánchez, reconoció este lunes, sigue vigente el índice de actualización del 0,25% ya que lo que de momento se ha hecho es "orillar" el cumplimiento de la ley en vigor, que es la que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy en 2013.
Esta actualización del 0,9% se aplicará con efecto retroactivo desde el 1 de enero y beneficiará a más de 11 millones de pensionistas, ya que incluye tanto las pensiones contributivas como contributivas, y también de clases pasivas.
En definitiva, por ahora, Sánchez ha devuelto la pelota al Pacto de Toledo, para que sea el "consenso político y de los agentes sociales" el que decida las medidas a adoptar para hacer sostenible el sistema de pensiones en el futuro. "Vamos a tender la mano a todas las fuerzas políticas" para acordar "medidas justas, equilibradas, que permitan mejorar la protección de nuestros jubilados" y que ello sea "compatible" con la estabilidad presupuestaria, declaró el presidente tras el primer Consejo de Ministros del nuevo Ejecutivo.
A la Federación de Pensionistas y Jubilados de UGT-UJP (@UJP_UGT) les preocupa que el estreno del Gobierno de coalición en materia de pensiones haya sido "solo para aprobar un aumento del 0,9% con carácter general a todas las pensiones y que el presidente Sánchez no haya realizado ninguna alusión a un incremento mayor de las pensiones mínimas". Según su secretario general, Anatolio Díez, les parece adecuado que el Pacto de Toledo sea quien canalice los pasos hacia la sostenibilidad del sistema público, pero confiesa que tienen "muchas reservas sobre la constitución del nuevo Pacto de Toledo por los representantes que lo conforman", puesto que en el nuevo Parlamento han entrado nuevos grupos, y uno de ellos, "Vox, que tiene un discurso para nada social ni de acuerdo con lo que los pensionistas reclamamos".
Díez exige además al nuevo Ejecutivo que "se refuerce el papel de las mesas de diálogo social para establecer futuros mecanismos", y que junto al Pacto de Toledo sea la vía para encauzar las reformas que precisa el sistema.
A la espera de las medidas de calado
Si bien pensionistas y sindicatos saludan la positividad del alza de las pensiones este año, recuerdan que faltan por cumplir muchas otras medidas, rubricadas en el acuerdo alcanzado por PSOE y Unidas Podemos. Por ejemplo, el presidente Sánchez no ha desvelado si cumplirá (y cuándo) en su totalidad el citado alcanzado, que incluye eliminar el factor de sostenibilidad (que ajusta la cuantía de la prestación a la esperanza de vida), suprimir por ley el índice de revalorización del 0,25% (el IRP, aprobado por Rajoy y que continúa siendo la norma legal para ajustar las pensiones cuando el sistema está en déficit), aprobar una ley que obligue a actualizar las pensiones en función del IPC “de forma permanente” y aumentar el poder adquisitivo de las prestaciones mínimas y no contributivas.
Ni el presidente ha concretado en su comparecencia, ni su nuevo ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá (@joseluisescriva), ha hablado al respecto, así que permanece la duda de cuál será (se da por supuesto, ya que tanto PSOE como Podemos lo esgrimen en sus programas electorales) ni cuándo se producirá el aumento de las pensiones más bajas para este ejercicio. El año pasaso, las prestaciones se incrementaron de manera general un 1,6% (1,7% finalmente con el ajuste de la denominada paguilla), en tanto las mínimas y no contributivas se incrementaron un 3%.
10 euros para el jubilado medio, gasto de 1.406 millones para el Estado
El pensionista medio apenas notará la subida en su bolsillo, ya que ajustar el importe de la pensión al IPC estimado implica que no pierden poder adquisitivo, pero tampoco lo ganan. Por ejemplo, un jubilado medio del sistema que cobra 1.143 euros ingresará unos 10 euros más al mes. Y un pensionista medio del sistema (contando todas las categorías de pensiones) que reciba 995 euros pasará a cobrar 9 euros más al mes. En el caso de las pensiones mínimas de viudedad con cargas familiares, que ahora reciben 783,6 euros al mes, percibirán 7 euros más cada mes.
Ahora bien, si para el pensionista ese 0,9% de revalorización no supone en sí mismo una subida, para las cuentas de la Seguridad Social representa un gasto de 1.406 millones de euros en 2020, de los que 1.229 millones de euros corresponden a la subida de las pensiones contributivas, 144 millones a la de clases pasivas, 23 millones de euros a las pensiones no contributivas y 10 millones de euros a las prestaciones familiares por hijo a cargo, que también se revalorizan un 0,9% en 2020.
Y es que ligar las pensiones al IPC tiene efectos colaterales, tal y como se refleja en una serie de cálculos realizados por la AIREF (@AIReF_es), presidida entonces por el ahora ministro Escrivá, según la cual esta medida tendría un coste de más de 7.000 millones en 2023 y de 100.000 millones de euros a lo largo de diez años.
Tal y como detalla el economista José Antonio Herce (@_Herce), director asociado de Analistas Financieros Internacionales (AFI), este año "la actualización con el IPC, gracias a que la inflación ha sido moderadamente baja, solo nos costará unos 1.500 millones de euros, que es casi un punto de lo que nos gastamos al año en pensiones, y hay que saber que ese gasto extra se instala en la base de la pensión. Y si la revalorización se hace en función del IPC también el año próximo, reproduciría la de este año más la que corresponda; y si se hiciera de ese modo dentro de 10 años, reproduciría la de los últimos 9 años más la que corresponda. De manera que, a medio y largo plazo, la actualización con el IPC podría representar unos pocos cientos de miles de millones de euros, dependiendo de cómo se comporte la inflación".
Una subida "insuficiente" para los sindicatos
Tal y como han recordado los sindicatos CCOO y UGT en sendos comunicados de prensa, la revalorización del 0,9% este año es una medida "insuficiente", motivo por el cual exigen al Ejecutivo que vaya más allá y derogue la reforma de pensiones de 2013. Así lo han pedido el secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, Carlos Bravo (@carlosbravofdez), y la secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social, Mari Carmen Barrera (@mcarmenbarrera), de UGT. Ambos instan al Gobierno a "corregir totalmente la reforma de 2013 para garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas a futuro", y ponen de relieve que el Gobierno se ha comprometido a "reforzar la estructura de ingresos de la Seguridad Social para equilibrar el sistema".
Así quedan las pensiones tras subir el 0,9%
-Mínima de jubilados de 65 años con cónyuge a cargo: 843,3 euros al mes (frente a los 835,6 euros actuales, es decir, 7,7 euros más al mes).
-Mínima sin cónyuge: 683,49 euros (677,4 euros actualmente, por tanto, 6,1 euros más).
-Mínima con cónyuge no a cargo: 648,68 euros mensuales (frente a los 642,9 euros actuales).
-Máxima de jubilación: 2.683,34 euros mensuales.
-Mínima de viudedad con cargas familiares: 790,6 euros (actuales 783,6 euros al mes, 7 euros de aumento).
-Mínima de orfandad: 208,8 euros mensuales por beneficiario (antes 207 euros), mientras que si el beneficiario tiene menos de 18 años y cuenta con una discapacidad superior o igual al 65% la cuantía será de 410,96 euros mensuales.