Frías, al norte de la provincia de Burgos, en la Comunidad de Castilla y León (@CyLesVida) se impone con su silueta “imposible” haciendo equilibrios sobre uno de los peñascos que dan forma al Parque Natural de los Montes Obarenes. Enclavado en el Valle del Ebro, su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico invita a hacer un recorrido desde el antiguo Castillo Fortaleza de los Velasco, reconstruido en el siglo XV por Alfonso VIII, hasta la iglesia de San Vicente, al otro extremo de la ciudad (que no pueblo).
Cuando veas los paisajes que rodean a este lugar y compruebes la cultura y la historia que encierran sus murallas medievales, un día en Frías te sabrá a poco. Recorrer las calles principales, como la del Mercado, que termina en la plaza del ayuntamiento, o la de Abundio Fernández, que escala por la ladera y te lleva al corazón de Frías es un verdadero placer. Luego, solo tienes que dejarte llevar por el encanto de una ciudad de calles empedradas y casonas de piedra y entramado de madera que se asoman al risco, sin complejo alguno respecto a las famosas casas colgadas conquenses.
En el paseo hay tres paradas imprescindibles que no puedes pasar por alto:
Además de disfrutar del recorrido, tienes que aprovechar para saborear la rica gastronomía de la zona (ese cordero y esas morcillas) y si dispones de tiempo, descubrir alguno de los parajes naturales más bellos de los Montes Obarenes, en el extremo occidental de la Cordillera Cantábrica. Hacerlo es fácil tomando alguno de los múltiples senderos que parte de esta bonita ciudad burgalesa con siglos de historia.