Música

16 de agosto, el día que murió Elvis y pervivió la leyenda del Rey

Carlos Losada

Foto: Paramount Pictures

Viernes 16 de agosto de 2019

ACTUALIZADO : Lunes 3 de agosto de 2020 a las 17:26 H

4 minutos

Hace 42 años nos dejaba uno de los músicos más influyentes y famosos de todos los tiempos

Elvis Presley en King Creole
Carlos Losada

Foto: Paramount Pictures

Viernes 16 de agosto de 2019

4 minutos

Siempre será el Rey (del rock’n’roll), el hombre que mejor movía la pelvis, el tipo que con guiño de ojo derretía a las (y los) millones de fans que tenía por todo el mundo. Elvis Presley es un mito, un icono del siglo XX y una voz inolvidable que se apagó el 16 de agosto de 1977 a los 42 años, justo los mismos que han pasado desde su fallecimiento.

Elvis era especial

Para corroborar que Presley tenía un especial magnetismo no hay más que verlo actuar. Su manera de cantar y su modo de contonearse –realmente controvertido a finales de los años 50– ya forman parte de la historia de la música.

Precisamente fue ese modo de concebir la música y la actuación lo que llamó la atención de los productores de la época. A fin de cuentas, Elvis era un muchacho de familia humilde al que un grupo de música llamado The Songfellows incluso llegó a rechazar por no cantar suficientemente bien. Quién se lo iba a decir después.

El caso es que vieron en Elvis al cantante perfecto para interpretar música y ritmos propios de la comunidad afroamericana. Eso sí, con el aspecto de un hombre blanco atractivo y capaz de moverse de un modo realmente escandaloso.

Ascenso fulgurante

Después de firmar con RCA Records, sus canciones comenzaron a cosechar números 1 de la lista Billboard. La primera fue Heartbreak Hotel, pero le siguieron otras como Blue Suede Shoes, Hound dog, Don’t be cruel o Love me tender.

En solo dos años se convirtió en la estrella más fulgurante del panorama musical. Y eso que algunas asociaciones ultraconservadoras le llegaron a tildar de peligro para la seguridad de EE.UU. pues avivaba las pasiones sexuales de los adolescentes.

En pleno auge fue reclutado para el servicio militar en 1958, convirtiéndose en la incorporación al ejército más mediática de todos los tiempos.

De plató en plató

Tras su vuelta, sus agentes le plantearon una carrera basada en el cine. En Hollywood se dedicó a participar en películas de bajo presupuesto, centradas en su protagonismo, en sus canciones (que componían la banda sonora) y carentes de calidad, tal y como se hacía en España con estrellas musicales como Marisol, Raphael o incluso el Dúo Dinámico.

Excepto por alguna canción como Can’t help falling in love o Return to sender, esta estrategia le alejó del éxito musical. Había perdido fuelle pues no agasajaba a sus seguidores con conciertos en los que dar lo mejor de su voz y su cuerpo. Finalmente volvió a sacar un disco de estudio casi 6 años más tarde.

From Elvis in Memphis volvía a traer lo mejor del cantante nacido en Tupelo. En él se podían escuchar dos de sus mejores creaciones: In the ghetto y Suspicious Minds.

Descenso a los infiernos

Había una paradoja en la relación de Elvis con las drogas. Mientras que las repudiaba y no estaba de acuerdo con su consumo, estaba totalmente enganchado a los medicamentos. Sin embargo, el genio de Memphis no los consideraba como tal, a pesar de que ya en los años 70 le hacían enfermar habitualmente e incluso le provocaron dolencias como el glaucoma o la hipertensión arterial.

Finalmente, el 16 de agosto de 1977 sufrió un infarto de miocardio y falleció. Solo tenía 42 años pero su cuerpo estaba muy deteriorado. Había muerto el Rey y había nacido un mito que aún hoy pervive. No en vano, su mansión Graceland es la segunda casa más visitada de Estados Unidos tras la Casa Blanca.

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Carlos Losada

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