La lucha de clases es permanente
Viernes 10 de diciembre de 2021
ACTUALIZADO : Martes 4 de enero de 2022 a las 12:18 H
3 minutos
Viernes 10 de diciembre de 2021
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Lees noticias en la prensa sobre la pobreza, no la del tercer mundo que no tiene arreglo porque no conviene, sino la de aquí al lado y te entristece como personas con su vida medio hecha se han visto arrastradas hacia el abismo de quedar sin casa, empleo y familia. Porque una cosa va unida a la otra, entras en una espiral de exclusión sin apoyos que te impidan doblar la rodilla y te abandona tu dignidad, la capacidad de luchar, aparece la soledad y el desaliento.
Por eso veo con preocupación lo que está ocurriendo con los jóvenes, no tan jóvenes y mayores de cincuenta sin empleo, con oportunidades laborales escasas y precarizadas que les impiden generar expectativas de futuro, conseguir una independencia económica para una vivienda, una familia, un proyecto de vida sin estar gorroneando cada fin de semana a tus mayores. O de aquellos que han visto interrumpida su vida laboral por un empresario inconsciente o desafortunado en los negocios y de repente se dan cuenta de que son viejos para trabajar pero jóvenes para jubilarse.
Por eso que tranquilidad para los que hemos tenido la suerte de acabar nuestra vida profesional con una edad próxima a la jubilación, con unos ingresos suficientes para vivir dignamente e incluso ayudar a los tuyos que no pueden llegar a fin de mes. Dentro de nuestro propio mundo, en casa o en la familia, existen “pobres y ricos” marcados por una reconversión industrial mal hecha, una transición verde sin alternativa económica o una reforma laboral que solo atiende a los beneficios empresariales con una cobertura de paro que sirve para comer hoy y pasar hambre mañana…
De ahí que es muy importante, trascendental para nuestras vidas lo que deciden los gobiernos, lo que se discute en el Parlamento, aquello que aprueban en Bruselas sobre nuestra economía, lo que discuten los poderosos en el G7 y las inversiones de los fondos buitre. Aunque miremos para otro lado ellos no lo hacen, decidirán nuestro destino, el camino entre la pobreza o vestirte, comer a diario y salir a tomar una copa. Por eso no podemos permanecer al margen de los avatares políticos, no son todos iguales aunque lo parezcan, no es lo mismo las derechas que las izquierdas –no deben serlo- escuchemos atentamente cuando hablan, no cuando gritan en campaña la palabra “libertad” para hacernos más esclavos del mercado y votemos a quienes no perdonándonos la vida al menos no la harán tan amarga.
Están arruinando una generación que nació para mejorar nuestro nivel de vida y hacer un país más grande. Ya sé que ellos también tienen que luchar, pero no les hemos enseñado porque creíamos que con nuestro esfuerzo ya era suficiente. Tremendo error, la lucha de clases es permanente.