
Miércoles 6 de enero de 2021
2 minutos

No os lo vais a creer, pero esta mañana el zapato que había dejado detrás de la puerta estaba vacío. A su lado, como tirada por descuido, había una carta. ¡Era de los Reyes Magos! Lamento no reproducirla, porque lo ordena a pie de página: “Prohibida su reproducción literal”. Queda, por tanto, como un secreto entre Melchor, Gaspar, Baltasar y este escribidor. Pero los Servicios Jurídicos de 65Ymás me dicen que nada impide resumir su contenido, atribuyéndolo a “fuentes próximas a los Magos”. Sus Majestades leyeron ayer lo que les pedían las asociaciones de mayores con Antonio Castillejo como médium, se reunieron en Consejo y acordaron dirigirse al Comité Editorial de este diario. Lo que vienen a decir es que cuanto les piden los mayores no solo es lógico, sino justo. Pero la visibilidad, el respeto o las pensiones dignas no son asuntos de su ventanilla. Podrían resolverlos, pero Pablo Iglesias los acusaría de salirse del marco constitucional de los Magos. Así que sutilmente sugieren que presentemos esas peticiones en Moncloa o que esperemos a la Ley de la Corona, a ver si amplía las competencias reales. Me quedé algo hundido: si los Reyes Magos no pueden arreglar lo nuestro, ya no sé a quién nos podemos encomendar.