Amalia Rivas Orejón
Opinión

¿Por qué es importante cuidar la salud mental de quienes cuidan?

Amalia Rivas Orejón

Viernes 10 de octubre de 2025

4 minutos

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Viernes 10 de octubre de 2025

4 minutos

En el mes donde se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, concretamente el día 10 de octubre, no podemos olvidar a las personas que cuidan y su salud mental. Una realidad muchas veces invisibilizada y callada que sufren muchas personas en su rol de cuidadores. De ahí que podamos reflejar algunos datos que nos ayuden a identificar este problema del que poco se habla, pero que sin duda afecta a muchas personas. 

Cuidar nuestra salud mental es una obligación, pero también un derecho que debería ser reconocido, respetado y apoyado no solo por la sociedad en general, sino también por políticas sociales y de salud pública, ofreciendo recursos y alternativas que den respuesta a este problema. 

Según un estudio de investigación sociosanitaria sobre cuidadores de personas mayores dependientes promovido por la SEGG (Sociedad Española de Geriatría y Gerontología), se refleja que los cuidadores desarrollan una importante carga física, psíquica y emocional; se responsabilizan de la vida de la persona dependiente: medicación, higiene, alimentación y cuidados, y hasta deben tomar decisiones por ella. Cada vez van necesitando más horas para el cuidado y acaban perdiendo paulatinamente su independencia; se van descuidando y desatendiendo a sí mismos, salen menos, se relacionan menos, etc.; en definitiva, paralizan o aparcan durante algunos años su “proyecto vital”.

El estudio refleja que la tarea de cuidar afecta al estado de salud mental del 49,5 % de los cuidadores, con una intensidad considerable. El 76,5% lo puntúa entre 5 y 8 en una escala del 1 al 9. Los problemas más relevantes son: a) Frustración e impotencia (73%). b) Ansiedad (61,5%). c) Irritabilidad y enfado (60%). d) Depresión y tristeza (57,5%).

El 41,5% de las personas consulta al médico o psiquiatra por estos problemas. Los cuidadores de personas mayores dependientes desearían predominantemente: tener tiempo para cuidarse, poder hacer ejercicios y técnicas de relajación, saber decir “no”

 

Relacionan el estrés en los cuidadores de personas con demencia con ansiedad y depresión. Foto: Bigstock

 

Al inicio, la tarea de cuidar les reporta satisfacciones e incluso llegan a rechazar las ayudas que se les ofrecen; sin embargo, a medida que avanza el tiempo, comienzan a darse cuenta de la realidad: la enfermedad se alarga en el tiempo, la situación es cada vez más dura y comienzan a necesitar cada vez más ayuda y no la encuentran; las dificultades se acumulan y lo peor de todo es que no encuentran respuestas para ellas y ven cómo la persona cuidada se deteriora, llegando en algunos casos a sentirse culpables por ello y desarrollando el síndrome del cuidador. Respuesta inadecuada a un estrés emocional crónico cuyos rasgos principales son un agotamiento físico y/o psicológico, una actitud fría y despersonalizada en la relación con los demás y un sentimiento de inadecuación a las tareas que tiene que realizar y, por tanto, de culpabilidad.

La salud mental de quienes cuidan es una alarma social que repercute, no solo en las personas cuidadoras, sino en toda la sociedad, que debe articular mecanismos de apoyo y ayuda a esta realidad que sin duda no está alejada de nuestros entornos más inmediatos, siendo inevitable reclamar apoyos y atención en una sociedad cada vez más envejecida, y donde el cuidador se puede ver gravemente afectado.

5 principios básicos de autocuidado

Una propuesta para combatir la salud mental del cuidador es trabajar en el autocuidado y para ello propongo 5 principios de autocuidado:

  1. Escribe tus límites: haz una lista de situaciones donde te cuesta decir “no” y lo que te gustaría decir en su lugar.
  2. Reemplaza la culpa por autocuidado: cada vez que digas “no”, recuerda por qué lo hiciste y qué estás priorizando (tu descanso, tu tiempo, tus emociones).
  3. Empieza con cosas pequeñas: rechaza asistir a un plan que no te apetece.
  4. Usa el “no” sin justificarte demasiado: evita dar largas explicaciones. Ejemplo: “No me va bien esta vez, gracias por pensar en mí.”
  5. Aprende a detectar la manipulación emocional: identifica frases que te hacen ceder (ej. “con todo lo que he hecho por ti...”) y prepárate con respuestas claras.

Sobre el autor:

Amalia Rivas Orejón

Amalia Rivas Orejón

Amalia Rivas Orejón es coach y gerontóloga experta en gestión emocional de cuidadores. Fundadora de Older: El arte de cuidar-t, con más de 20 años de experiencia en el ámbito de la dependencia y el acompañamiento a familias. A lo largo de su trayectoria ha creado espacios, talleres, cursos y conferencias destinados a ofrecer herramientas prácticas y emocionales a personas dependientes, familiares, profesionales y voluntariado.

Su enfoque se centra en la gestión emocional de los cuidados, abordándolos desde una mirada integradora y transformadora, desde la metodología de cuidados conscientes, que promueve un impacto positivo en los entornos donde las personas viven y conviven.

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