Ramón Sánchez-Ocaña
Opinión

¿Qué es imprescindible que contenga un botiquín?

Ramón Sánchez-Ocaña

Martes 28 de julio de 2020

4 minutos

Botiquín básico para las vacaciones

Martes 28 de julio de 2020

4 minutos

Seguramente se lo ha preguntado más de una vez. ¿Qué debe llevar en el botiquín?

- Alcohol

- Tintura de yodo: revisada con mucha frecuencia, porque tiene una caducidad muy rápida.

- Tijeras y pinzas: recuerde que las tijeras deben ser sólo para el botiquín. Si las usa para otra cosa, cuando las necesite con cierta urgencia no las encontrará.

- Gasas esterilizadas y esparadrapo de varios anchos

- Jeringuillas: varias y desechables. Y cuando tenga que usar una, repóngala en cuanto pueda.

- Antiséptico y pomada para alguna pequeña quemadura: si la quemadura es grande, ponga la parte afectada sobre agua fria y acuda a un centro sanitario sin ponerle nada. Si se echa una pomada, cuando llegue a manos del médico tendrán que quitársela para valorar la quemadura. Un dolor inútil..

- Termómetro.

- Una pomada hidratante para tratar pequeños problemas dermatológicos.

- Antiácidos y sales de frutas para neutralizar una posible y frecuente acidez de estómago

- Analgésicos con cierta variación en su composición, por si quien tiene que tomarlos padece algún problema gástrico y no tolera los más comunes.

- Polvos o pomadas para los hongos.

- Un tarrito de sal común: los expertos dicen que  si hay alguna afección de garganta, gárgaras de sal y agua templada son una solución tradicional y efectiva. También se puede utilizar si hay infecciones nasales. Y para lavar el ojo en caso de inflamación ocular. 

- Una pomada de hidrocortisona: para dermatitis de contacto o picadura de algún insecto. Esta pomada nunca debe aplicarse se hay herida abierta.

- Un antidiarréico para cortar algún problema intestinal, sobre todo si hay viajes o cambio de agua. (NO se debe tomar si aparece sangre en las heces o si hay fiebre. Si una diarrea dura mas de tres días acuda a un especialista).

- Y una bolsa para el hielo: una torcedura de tobillo o cualquier inflamación se ve rápidamente aliviada por el hielo Y no siempre se dispone de una bolsita de plástico impermeable.

Tenga todo  ello a mano y en lugar inaccesible para niños. Y revise su contenido cada cierto tiempo: fechas de caducidad, estado de las gasas, etc. Y ojalá no tenga que necesitarlo.

Y ya para completar, pegue en la puerta del botiquín, por dentro, una lista con los teléfonos de urgencias: médico, hospital que le pertenece, bomberos, ambulancias, intoxicaciones. Si por desgracia un día los necesita y tiene que empezar por buscarlos, perderá un tiempo que puede ser precioso.

También es útil disponer de guantes estériles desechables, y una linterna, por si acaso.

Botiquín básico para las vacaciones

Si va de viaje

Desde luego, si tiene niños, algo para el mareo. Algún analgésico, algún antiinflamatorio, lo que le recomiende su farmacéutico para controlar una diarrea y algo para las picaduras.

En muchas ocasiones se aconseja anotar el grupo sanguíneo de los ocupantes, pero no merece la pena porque si hay que poner sangre a alguno de ellos, nadie se va a fiar de lo que lleve anotado. El riesgo puede ser tan grande que, como no se pierde ningún tiempo, le harán un análisis del grupo sobre la marcha.

Importante: si tiene alergias o incompatibilidades con algún fármaco, anótelo.

Lleve consigo la documentación necesaria para ser asistido en el lugar de destino (cartilla de la seguridad social o la de su seguro privado, si lo tiene).

Si va a una zona alejada, su botiquín de viaje ha de convertirse en el botiquín de urgencia, como el que debe tener en casa. Así que debe releer lo dicho anteriormente. 

Sobre el autor:

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña (Oviedo, 1942) es miembro del Comité Editorial de 65Ymás. Estudió Filosofía y Letras y es licenciado en Ciencias de la Información. Fue jefe de las páginas de Sociedad y Cultura de El País, y profesor del máster de Periodismo que este periódico organiza con la Universidad Autónoma de Madrid. 

En 1971 ingresa en TVE. En una primera etapa se integra en los servicios informativos y presenta el programa 24 horas (1971-1972). Entre 1972 y 1975 continúa en informativos, presentando el Telediario. No obstante, su trayectoria periodística se inclina pronto hacia los espacios de divulgación científica y médica, primero en Horizontes (1977-1979)​ y desde 1979 en el famoso Más vale prevenir, el cual se mantiene ocho años en antena con una enorme aceptación del público.

Tras presentar en la cadena pública otros dos programas divulgativos, Diccionario de la Salud e Hijos del frío, fue fichado por Telecinco para colaborar primero en el espacio Las mañanas de Telecinco y posteriormente en Informativos Telecinco.

Es colaborador habitual de radio, periódicos y revistas, y autor de una veintena de libros, entre los que destacan Alimentación y nutrición, Francisco Grande Covián: la nutrición a su alcance, El cuerpo de tú a tú: guía del cuerpo humano, Guía de la alimentación y Enciclopedia de la nutrición

En 2019 entró en el Comité Editorial del diario digital 65Ymás, en el que colabora actualmente.

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