Tristemente, con la llegada del invierno empezamos a oír desagradables noticias de personas mayores que han sufrido un accidente o han fallecido como consecuencia de un brasero o una estufa mal apagada.
Y es que estos útiles aparatos, sobre todo en las casas antiguas que no cuentan con calefacción por medio de radiadores o esas personas que no pueden permitirse este sistema de calor, resultan muy eficaces para calentar la vivienda en los días más crudos del invierno. Y es que estamos hablando de una forma barata y sencilla de calentarse durante la época invernal. Sin embargo, si no tenemos cuidado con su mantenimiento, pueden resultar muy peligrosos.
Si quieres poner el clásico brasero eléctrico debajo de una mesa para calentarte mientras estas cómodamente sentado o comiendo, debes evitar que esté próximo a objetos y tejidos fácilmente inflamables, además de ventilar de vez en cuando la zona donde lo hemos ubicado. Así que, aleja las faldas de las camillas, los cojines, las mantas, las cortinas y ni se te ocurra poner ropa cerca con la idea de secarla con el calor.
Eso sí, cuando nos vayamos a dormir o salgamos de casa, no podemos olvidarnos de apagarlo correctamente. Además, es mejor no dormir en la misma habitación que este tipo de aparatos, por muy desenchufados que estén.
Otra de las recomendaciones pasa por tener especial precaución si nuestra casa tiene varias plantas ya que es necesario que sepas que los gases como el monóxido de carbono pesan menos que el aire. Es decir, se irán acumulando rápidamente en las zonas altas de tu casa. Hablamos de un elemento muy peligroso que cada año se cobra la vida de varias personas en los meses más fríos, debido a malas combustiones o bien por el efecto de ocupar el espacio que necesitamos para respirar.
Algo que se produce sin que nos demos cuenta, ya que es un gas que no tiene ni olor ni color y cuando ya es demasiado tarde sufrimos dolor de cabeza, vómitos, mareos o pérdida del conocimiento. Pasos previos al fallecimiento por lo que se conoce como la "muerte dulce", si no se recibe una atención médica de inmediato. Lo que sucede cuando inhalamos el monóxido de carbono es que el sistema de alerta de nuestro organismo falla y nos deja los sentidos adormecidos. Por ejemplo, las piernas pueden llegar a no respondernos pese a que sintamos que estamos en una situación de gravedad.
Algo que puede suceder en menos de una hora. Es el tiempo que pasa hasta que se desencadena un fatal desenlace.
Y todo debido a aparatos que están sucios, obstruidos o tienen tal acumulación de residuos que provocan una mala combustión en un espacio que está cerrado y donde no hay ventilación. Un consejo para este tipo de aparatos: si observas que las llamas son cada vez más amarillas, esto quiere decir que la combustión cada vez es peor.
En definitiva, como recomiendan desde el Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid (@MADRID), todos estos electrodomésticos (braseros electricos, estufas, calefactores...) "se han de utilizar de acuerdo a las normas de seguridad recomendadas por los fabricantes, evitando la manipulación de los equipos y realizando una conexión adecuada a la red eléctrica".
El uso de mantas eléctricas es algo muy tradicional, sobre todo en las casas de pueblo o en las que no hay calefacción. Sin embargo, como recomiendan estos expertos, el empleo de esta ropa de cama especial debe hacerse antes de irnos a dormir, para que su interior esté confortable y caliente cuando nos acostemos. Pero no podemos dejarla encendida toda la noche mientras dormimos. Así pues, en el caso de las mantas eléctricas se deben tener en cuenta otra serie de consejos, sobre todo si las usan las personas mayores: