Teresa Rey
Consejos
Cómo aliviar el miedo de tu perro a los fuegos artificiales
Es una de las fobias más comunes de estos animales, pero no hay que regañarles o castigarles
Algunos perros manifiestan miedo o temor cuando oyen ruidos fuertes. Es, de hecho, una de las fobias más comunes entre estos animales (alrededor del 38% suelen presentar este trastorno), según se explica en el documento Fobia al ruido en perros: neurofisiología, diagnóstico y tratamiento, publicado la Red Electrónica de Veterinaria (Redvet). Sus reacciones pueden ser desde leves hasta presentar síntomas físicos destacados. En fechas destacadas coma la Nochevieja, celebraciones específicas como las Fallas de Valencia y otras fiestas similares, es probable que nuestros animales de compañía puedan sufrir alteraciones, pero los expertos apuntan una serie de recomendaciones para calmarlos.
Los posibles motivos
El hecho de que un perro muestre inquietud o alteración ante petardos, fuegos artificiales o cualquier otro elemento de pirotecnia, puede deberse a varios factores. En ocasiones, puede que el propio dueño sin ser consciente haya propiciado esta situación, sobre todo, si ha adoptado una actitud protectora cuando el animal se ha visto expuesto a este tipo de ruidos. Por este motivo, desde el Colegio Oficial de Veterinarios de Valencia (@ICOVValencia), recomiendan habituarles a esta clase de ruidos en lo que se considera como la etapa de socialización, es decir, desde las tres semanas de vida hasta los tres meses. En definitiva, hay que hacerles ver que esos sonidos son motivo de fiesta, tratando de familiarizarles y haciéndoles entender que no es una situación de alerta o vinculada al peligro, sino un momento relacionado con el ocio o el bienestar, y que es no algo negativo.
Puede ocurrir que nuestro perro sea adoptado y entonces no podamos trabajar este aprendizaje sobre él desde el principio o que haya tenido una experiencia traumática anterior, en cuyo caso será necesario adoptar otras medidas, tal y como nos indiquen los expertos.
Hay que tratar el trastorno
Estas fobias suelen tener repercusiones negativas en su bienestar y salud, por lo que será necesario trabajarlas con una modificación conductual o a través de psicofármacos, sí así lo estima oportuno el veterinario. Si no hay un tratamiento adecuado, puede afectar a su sistema inmunológico, a su capacidad de aprendizaje, a la memoria y provocar alteraciones del sueño. Por lo que es importante no dejar de lado este asunto.
Cuando un can se ve expuesto a los ruidos de fuegos artificiales o similares, puede experimentar taquicardia, diarrea, jadeos, temblores, vómitos y vocalización excesiva, entre otros. Podrás observar además que adopta una actitud nerviosa, como mostrará a través de sus ladridos, que intenta escapar, se mueve de forma inquieta o escarba.
¿Qué hacer?
Si sabes que tu perro se pone nervioso ante estas situaciones, en un principio lo mejor es tratar de alejarle de ellas siempre que puedas. Lo que debes evitar es pasearle justo en el momento que se está produciendo la exhibición de los fuegos artificiales. Ese día puedes adelantar su salida correspondiente para que el animal no tenga que enfrentarse a estos ruidos y estresarse. Al mismo tiempo, será incluso terapéutico para él pues ya habrá realizado su camino habitual, lo que siempre supone una vía de escape y relajación. En el caso de que no tengas más remedio de estar en la calle cuando se produzca el evento, tendrás que llevarle atado y bien identificado, por si se asusta demasiado y ante un despiste se te escapa.
No es aconsejable ni regañarle, porque que esto le puede alterar más, ni castigarle. Con estas actitudes solo les vamos a bloquear y ponerle más nervioso. Del mismo, modo no hay que pasar al extremo contrario y prodigarle infinidad de mimos. En este último caso, se pensará que el ruido es dañino realmente y que por este motivo el dueño le tiene que proteger, sin embargo, nosotros debemos adoptar una actitud tranquila y hacerle ver que no hay nada de malo en esa situación, sino todo lo contrario.
Cuando nuestra mascota tiene fobia a estos sonidos y se encuentra en casa, lo normal es que busque “un refugio”, es decir, un lugar donde él se sienta seguro. Así que no debemos ir tras él e intentar sacarle del mismo. Puede que se oculte bajo la cama o busque otro rincón de la casa que tenga identificado y donde esté a gusto.
Debemos procurar cerrar todas las ventanas para limitar la entrada del sonido y que de este modo el can se muestre más seguro, ya que la exposición será menos intensa. Podemos incluso crear un pequeño refugio para él que presente algún tipo de insonorización o donde sepamos que haya un mayor aislamiento porque es donde menos se oyen los sonidos del exterior.
En los casos más graves, existen medicamentos específicos destinados a calmar la ansiedad y los miedos que se tienen ante los elementos pirotécnicos. Sin embargo, no es aconsejable automedicarlos, estos fármacos los deben prescribir los veterinarios, que son los que nos indicarán si realmente son necesarios y a qué otras terapias podemos recurrir.
Las medidas más eficaces son, por tanto, alejarles del lugar donde se van a producir los fuegos artificiales y si no es posible crearles un entorno seguro en el que puedan sentirse cómodos, y nunca regañarles o sobreprotegerles.